Café Martínez

Siempre es bueno para ir a tomar un café. Tienen unas nuevas variedades de capuccinos, y también de iced coffee. La carta de comida es acotada pero acorde a lo que ofrecen la mayoría de las casas de café

Martinez, Starbucks, Le Ble, cadenas de lugares que cobran más que el promedio por un producto que se puede conseguir más barato, pero que a su vez son útiles.
Día complicado en el laburo y ganas de escapar. Un Martinez a la vuelta como salvación.
Me tomé unos 40 minutos para despejarme y encaré a este amplio Martinez, donde la atención es correcta y rápida, el lugar enorme y aunque tenían ese día problemas con internet el ambiente era ameno.
Me pedí un frapuccino de mousse de chocolate y una porcioncita de chocotorta.
La chocotorta tenía sobredosis de relleno pero estaba rica, el frapuccino estaba buenísimo.
Los precios: Caros, por eso odio este tipo de lugares.
Sin embargo cumplió su cometido y me ayudó a despejarme, a aclarar un poco la cabeza y volver al laburo más fresco.

Para el que conoce los locales de esta cadena va a encontrar uno más. El lugar es amplio e iluminado, lo que le da una gran cantidad de puntos para mi. Está abierto desde temprano (no se horarios precisos pero los voy a poner en un próximo update) y cierra a eso de las 19 hs.
Es muy tranquilo, generalmente las mesas se ocupan por una o dos personas, no se ven muchos grupos. Y eso ayuda si necesitás concentrarte para trabajar.
El WiFi va muy, muy bien. Algo que no es tan común últimamente. Así que si querés variar y salir de casa, esta puede ser una opción. La pastelería también está bien. No la rompe, pero cumple y es rica. Tal vez los tamaños de las porciones podrían ser un poco más grandes, pero el Palermo Style no les es ajeno.
Es lo que se quedan flojos a mi gusto, es en el café. No es el peor que tomé, pero tampoco tiene ningún atractivo. Y en las veces que visité el lugar, una de ellas el café estaba quemado.
Eso restó como loco.
Trabajo cerca así que seguramente le daré otra oportunidad. Y nobleza obliga, voy a reseñar qué pasa.
Cha chan, cha chan!