Luna Café

Este barcito es ideal para sentarse a trabajar o a leer. Por que? Porque nunca hay mucha gente, los que van son tranquilos o gente mayor, por lo general, entonces sentis que podes tener un poco de privacidad y paz, digamos que no hay muchas distracciones.
Se puede pedir café con tostados o medialunas pero no mucho más que eso. Hay otras cosas, pero no son ni super deliciosas ni tentadoras. Tienen empanadas y no están mal, pero tampoco valen la pena las calorias.
No es caro ni pretencioso, tampoco es baratísimo, por la zona está bien. La moza es muy simpática y rápida. Yo hace años voy a leer y a hojear el diario los domingos a la mañana cuando me siento vieja y quiero silencio y no tengo ganas de Starbucks.
Con bebé no es tan fácil porque no es grande y no da, tampoco se los puede soltar porque no tienen nada con que entretenerse. Es para ir sola o con una amiga a charlar. Tampoco es muy apto para grupos.

Este café queda en la esquina de mi ex oficina y era punto de reunión frecuente cuando nos cansábamos de recibir clientes en la misma triste oficina con café instantáneo.
La atención es muy amable y el local está lindo, pero lo mejor es tomar una de las sillas de la calle ya que es una esquina bastante tranquila y podés tomar un poco de aire sin respirar demasiado smog. El café es estándar, pero no malo, y los desayunos están muy bien en su relación precio-​calidad. Yo siempre pedía el de tostadas porque las medialunas son un poco grasosas, pero ninguno es una mala opción para desayunar al paso.