Casona Cultural Humahuaca

Lindo, calido, como el patio de una casa amiga. Pizzas ricas, opcion de cerveza artesanal, precios comodos y, sobre todo, un espiritu de comunidad bastante esperanzador. No busques lujos ni pulcritud porque no es su propuesta. Me encanta.

La Casona Cultural Humahuaca es, como su nombre lo indica, un centro cultural. De esos que el gobierno de la ciudad se empeña tanto en cerrar. Pero este es una de las joyitas que tiene Almagro, en la zona del Abasto. No solo por la cantidad de actividades que alberga y propone, sino también por la cantidad de gente que se congrega en torno a este lugar, formando una verdadera comunidad.
El lugar es simple, no esperes lujos al llegar. Situada en una típica casa chorizo, adelante funciona el barcito con precios amigables, sobre todo en el alcohol, y opciones de comida zafables y para todos los paladares. Mientras que del largo pasillo del fondo van desembocando los distintos cuartitos donde se realizan clases, muestras, ferias, charlas, debates, ciclos de cine, noches de juego e infinidad de actividades.
Nunca falla cuando te quedaste sin planes a la noche y andas por la zona!
Punto a parte para mencionar la feria de Locura Vegana que se realiza los primeros domingos de cada mes, donde me hago una panzada!

Hoy al mediodía asistí a la feria vegana que se hizo en este lugar. Dieron una clase de cocina de dos comidas veganas, una dulce y Una salada, y había venta de productos veganos. Probé el brownie y un sándwich de matambre que estaba exquisito así que ahora les adjunto un folleto para que llamen, encarguen y prueben el mata mire, el chorizo y los brownies que están buenísimos.

Un bar, teatro, centro cívico, y muchas cosas más de esas que se juntan por Almagro. Es un local antiguo conservado con un barcito adelante y un fondo multipropósito. Desde proyecciones de cine, hasta debates políticos, clases de tela, teatro, canto, instrumentos variados se dan en los salones de atrás.
En el salón de entrada hay un bar muy acogedor, chiquito, con algunas mesas chiquitas y otras para compartir (genial para ir a conocer gente copada), tienen unos marcadores de sitio muy divertidos hechos con juguetes viejos (un joystick de Atari es mi preferido). Las paredes están a ladrillo desnudo lo que le da un ambiente más hogareño y con algunas fotos y pintadas de artistas de Almagro. Cuando fui, pedimos la tablita de queso que vino con un pan casero recién hecho que era para morirse (la terminamos tan rápido que tuvimos que pedir otra), luego una pizza que no era nada del otro mundo y para tomar unas jarras de Campari que estaban muy buenas (y baratas).
El lugar es para ir y quedarse charlando, hay música pero casi ni se siente, lo que sí se escuchan son las voces de las otras personas, pero no es tan malo porque te enganchas en conversaciones copadas.

La Casona de Humahuaca ya es casi un secreto a voces entre los jóvenes y los artistas del barrio del Abasto. Y está disimulada. De hecho, el primer ambiente tiene la apariencia de ser un pequeño barcito de pocas mesas como cualquier otro para tomar una cerveza o un café.
Un poco más allá, un segundo salón y un patio abierto graffiteados, con afiches de todo tipo dejan intuir que la Casona de Humahuaca es un poco más que un bar común y corriente.
Es que la Casona es un lugar de encuentro y expresión. Además de las ofertas de cafetería y bar, el lugar se distingue por una gran variedad de propuestas culturales. Ciclos de «cine cañonero», talleres musicales, espacios de expresión corporal, escuela de teatro, taller de fotografía, hasta clases de tae-​kwondo y distintos seminarios como el de Metodologías Participativas… pero es mucho más, y la cantidad y variedad de actividades crece enormemente. Eso se debe porque la Casona está abierta a quien quiera acercarse para proponer dar un taller o curso. Ahí radica la dinámica y la multiplicidad de opciones.
Pero la Casona es también, por supuesto, un bar. Es un bar con buenas promociones de dos por uno y ricos platos de factura bien casera, con precios accesibles.
Uno de los puntos altos del lugar son los famosos Cachengue a Cielo Abierto. Sucede que cada tanto se improvisan grandes fiestas sobre plena calle Humahuaca que llegan a ocupar casi la cuadra entera, donde se dan cita gran cantidad de músicos y artistas callejeros para divertirse un rato mientras escuchan batucadas o bailan cumbias, al tiempo que se maravillan con malabaristas que demuestran sus habilidades a cielo abierto.