Cúrcuma

Ambiente cálido y ameno. El lugar es chico y ofrece música en vivo, de hecho muy buena. La comida es naturista, rica y algo picante. El ritmo del servicio es lento, a no ir apurado o con hambre. Fui con amigas, volveremos!

Realmente da gusto encontrar un lugar así en Almagro, si bien el lugar es chico, el ambiente íntimo, mezclado con el arte y la música hacen que ir sea todo un placer.
Ni hablar de la comida, como fui con un amigo a ver a una conocida cantar no tenía idea con lo q me iba a encontrar, pedí una pizza con cebolla caramelizada y hongos, Y dos cervezas amstel y no llegamos a los 300p quede explotado.
En las otras mesas se veía una gran variedad de comidas más elaboradas.
Como curiosidad las mismas chicas que te atienden son las que están cocinando en una pequeña cocina a la vista.
Todo se prepara en el momento.
Volveré cada vez que este por la zona

Buena opción si estás por el barrio de Almagro para comer algo diferente. La comida es vegetariana/​vegana, tiene pizza vegana con queso de avena y otros platos elaborados (igual creo que se quedaron un poco cortos con la cantidad de platos que ofrecen, creo que deberían poner mas). Los precios están bien. Tienen shows en vivo, cuando fuí cantó una chica acompañada de un músico, pero onda tranqui, no ruidoso, cantaron sin mic, y unos diez minutos, y despues pasaron a la gorra, esa onda me gusta, no soporto mucho estar comiendo y tener una banda en vivo con 5 músicos cantando y tocando a todo lo que da con los amplis al palo. Una cosa para criticar es que sacaron el delivery.

Muy buenas pizzas veganas con queso de avena. Buena propuesta de platos, aunque faltan más variantes. Ambiente cálido, a veces tienen shows musicales. Una lástima es que no tengan delivery. Buena relación precio/​calidad. Una buena propuesta vegetariana en el barrio de Almagro.

Creo que podría ser vegetariana después de comer en Cúrcuma.
Este lindo local en Almagro es una de las buenísimas opciones para ir a comer rico y en un buen lugar en el barrio. Antes se llamaba Carmela, tal vez alguien lo recuerde con ese nombre, pero lo cambiaron hace poco.
Como anticipé, es comida vegetariana: hay pizzas de berenjena al escabeche, cebolla caramelizada, rúcula, etc. Hay tartas varias; hay pastas (ñoquis de calabaza, buenísimos). De postres tienen brownie vegetariano y también un budín (o algo así me comentó la moza) de remolacha. Sé que sirven meriendas, también La carta tiene una buena variedad y dan ganas de probar TODO. Muchos colores, mucho sabor.
El restaurante/​bar es bien pequeño y tiene una onda entre hippie y bohemia; el frente está pintado todo de amarillo, y adentro hay lamparitas de colores, un piano, una pared violeta al lado de otra roja, etc., más flores y cositas lindas.
Buenísima atención! Eso sí: tal vez haya que ir dispuesto a esperar «un poquito». Cada tanto tocan bandas o artistas (anoche, por ejemplo, hubo un trío ecuatoriano que la rompió) y es a la gorra.
Cash only. Hay wifi y funciona bien. Hay descuento (creo del 10%) si pedís para llevar.
Volveré y probaré cada cosa.