Casa umare es un hotel boutique que realmente me impacto. Allí se hospedo un primo mio con su familia y nos invito a cenar una noche. A quienes se hospedan tiene varias alternativas de viviendas según la cantidad de personas que sean y algunas cuentan con patios privados. Excelente la decoración, la distribución de todo. En cuanto al restaurant nos impresiono muy bien y coincido con mi amigo francisco en que el cordero con quinoa es uno de los platos mas ricos. Tiene una muy buena barra de tragos, y recuerdo un muy buen ronda de mojitos. En aquella oportunidad nos invitaron pero se que no es barato. Igualmente la experiencia lo amerita!
Daniela R.
Rating des Ortes: 5 Buenos Aires, Argentina
Es más que bella. Casa Umare es un hotel boutique con alma de hogar, una combinación perfecta entre lo antiguo y lo moderno en todos sus aspectos. Por un lado, está ubicado en una vieja residencia familiar de 1910. Propiedad de un médico, su mujer y sus ocho hijos, tiene tres plantas en un lote amplísimo. El restaurant, con la cocina a cargo de Darío Gualteri, está ubicado en lo que era la entrada de carrozas. En donde amarraban los caballos es hoy un patio de aires españoles. Las habitaciones, con sistema de apart hotal, son casi casas: espaciosas, con varios ambientes –incluso patio o terraza propios– combinan muebles Luis XVI con sillas de diseño nórdico y obras de arte modernas. Impresionantes. La comida: difícil decir algo nuevo sobre la cocina de este chef. Comí un carpaccio de lomo con dos vinagretas(una de aceto y una de mandarina, increíble), un ojo de bife con crocantes que estaba en su punto ideal y una crema de queso crema con frutos rojos y sorbet. Sublime. Además de funcionar como hotel, en el subsuelo hay una cava que guarda más de dos mil botellas, en la que organizan cenas íntimas y también catas. También hacen degustaciones con recorridos por la locación y eventos en la terraza, muy cómoda.
Francisco E.
Rating des Ortes: 3 Buenos Aires, Argentina
Cocina de autor en una casona/hotel boutique(y van…) en el barrio del Abasto. Por fuera, una casa como tantas que sobreviven entre el tango y los restaurantes peruanos; por dentro, atravesando el garage de entrada y el hall de piso de mármol, el restaurante con una gran butaca tapizada en rojo cruzando todo el ambiente. Para terminar de redondear el lugar, un patio que en verano puede ser una gran opción. Tanto el cheff(cocina de autor, de la escuela de Francis Mallmann) como los camareros saben lo que hacen y son maestros en orientar a uno. Eso sí, la comida tarda. Si uno aguanta un tiempo razonable, imperdibles el pulpo y el parfait de hígado de pollo como entradas, y como plato principal el cordero con quinoa. Para aquellos que resistimos como podemos los precios(intuyeron bien: es caro), lo mejor es apuntar al Menú Confiance de cinco pasos para irse con un buen panorama general.