El Roncal

Clásico lugar de comida ofisinesca. De los pocos lugares que quedan para comer decentemente al mediodía. Amplia variedad de platos del día (no estás atado a 2 o 3 platos). Te atienden y traen la comida antes que puedas darte cuenta.
Ahora vamos con las malas. La comida es normal tirando a regular. No conviene ir muy tarde porque podes ligar un plato recalentado (sobre todo las fritas) y al ambiente es un quilombo de ruido y poco espacio.
En definitiva, su fuerza de atracción es la variedad y los precios MUY buenos. Talvez es más para llevar que para comer ahí.

La comida es decente pero nada más. Los ravioles normales, la carne del estofado algo dura y la salsa sabrosa pero salada. El lugar es un boliche antiguo (pero no antiguo con onda) de esos que hay miles por Buenos Aires.
Tienen una lista de platos del día bastante variada en la que todos los platos salen lo mismo (Hoy enero del 2016 $ 55, una ganga).
Donde brilla El Roncal es esa capacidad casi sobrenatural de ponerte el plato en la mesa segundos después de hacer el pedido. La atención en general es muy buena, rápido y con onda.

Pros:
Comida rica (normal)
Sale como piña, ni bien pedis lo tenes en tu cara
Precio, todos los platos para llevar cuestan $ 55 (Dic 2015).
Bien ubicado
Super abundante
Contras:
Local chico para la cantidad de gente que asiste, lo que hace que uno forme la fila amontonado.
El trato es ultrajante, te apuran para todo. No apto para indecisos.
Claramente es una muy buena opcion para comer en la oficina, buenos precios y super rapido. No da quedarse a comer ahi porque volves a laburar con olor a fritanga.

Ubicado en microcentro el roncal es uno de los pocos lugares donde la comida esta buena, pedis y te lo dan al toque, sale ⁵⁰⁄₅₂ pesos cada plato que sale con pan, aderezos, queso rallado o limon. depende lo que pidas (se paga solo en efvo)-(septiembre 2015)…
La porcion es gigante, a veces diria que para compartir tambien sirve.
Te podes quedar a comer en el lugar que es un quilombo y esta re bueno por que los mozos van de aca para alla atendiendo a todos y son copados.
Podes pedir lo que dice el menu y si tenes ganas de cambiar la guarnicion o salsas te lo preparan sin problema.
La atencion es buena por que siempre hay mucha gente y se las arreglan para que todos se lleven lo que pidieron.
Hay postre y bebida que nunca pido pero el dato sirve.

Qué es este lugar? Qué clase de magia usan?
Un día entre, me gritaron desde un fondo «qué queres?», no pude terminar de decir «milanesa con puré» que ya volaba una bolsa hacia mi con el pedido.
Pensé que era una joda armada para el novato, hasta que me aleje de la escena y vi como una fila de gente entraba y salía en segundos.
Ok, entiendo, despachan rápido. Pero y la comida?
Señores, la comida es UN ÉXITO.
Bueno, vamos por las pertinentes partes.
El lugar
Quizás el punto más débil, el Roncal es un lugar pequeño que siempre suele tener mucha gente. La cocina está cerca y puede hacer que haya olor a frito. Los mozos son vieja escuela (como casi todo el lugar) así que saben organizar a los comensales de mesa con los que transitan para llevar. Hay tele, panera y mantelería clásica.
El ambiente
Obvio que siempre dependiendo de la hora, pero el ambiente suele ser algo ruidoso. Tanto los pedidos al mostrador como las comandas hacia la cocina se hacen a los gritos. Más allá de eso, ambiente de buen comer y esa sensación de que mucha gente lo conoce y muchos otros se lo están perdiendo.
La comida
Digamoslo así, hasta las ensaladas que venden son una bomba calorica. Pero eso es lo hermosísimo del Roncal, que no escatiman ni los ingredientes ni las porciones. Si un día no estás con mucha hambre, compartis un plato perfectamente.
Hay desde las clásicas mintuas, como tmb pastas y ensaladas. También tienen postres, aunque todavía no los probé. TODOS los platos para llevar cuestan $ 50 (a hoy, Septiembre 2015)
Conclusión: El Roncal es una de esas perlas que hay en el microcentro que no hay que dejar de visitar. Alternativa perfecta para una ingesta abundante y rica y super económica.

Tipico bodegon de microcentro. Ideal para pedirte una mila con fritas, aunque tambien tienen pastas, carnes y algun otro plato. El menu es corto y facil; sin complicaciones. Te sentas en una mesa a veces compartida o levemente separada de otra. Le haces tu pedido al mozo y cuando pestañaste el mozo ya volvio con tu comida: nunca espere mas 5 minutos para que me traigan lo pedido. La milanesa sale muy rica, a veces se nota medio recalentada pero para una comida de microcentro esta muy bien. El lugar puede resultar un poco chico ya que lo cruza una larga fila de personas que haciendo los pedidos para llevar (a los gritos). El precio es muy bueno por unos 55 pesos te comes una buena milanesa con papas fritas.
Imposible no volver

Hoy probé los famosos «daditos al verdeo». Prubenlos, amor total por ellos.

El Roncal! Un clásico para el oficinista del microcentro o algunos aventureros de Puerto Madero que no se conforman con un sanguchito y quieren algo mas elaborado, pero no están dispuestos a pagar premium.
Tenes la opción de quedarte en el comedor, que sin mucha vuelta comes rápido y bien, no cobran cubierto pero tampoco da para pedir postre o café.
Tambien podés hacer tu pedido en el mostrador y llevartelo a la ofi o a donde te resulte comodo. Una locura que en menos de 10′ estas de nuevo en la puerta con tu pedido en mano.
El menú consiste en minutas con guarnición donde todas tienen un precio fijo, aunque si te salis del estandar raramente te cobren extra. Las primeras 5 opciones del menu cambian a diario, el resto es fija.
Hay gente que va para llenarse: Piden una combinación bien bomba ej Suprema de pollo rellena de muzarella y jamon con fritas y otros con una ensalada cesar (Que viene abundante) o una pechiguita con ensalada de rucula y parmesano salen hechos. Cuestión de gustos y necesidades.
En mi caso soy habitué y siempre veo una clientela fiel.
Como ultimo consejo, si queres conseguir mesa para muchos andá a las 12:45 o en el «segundo turno» de las 14:30hs.

El Roncal es el mejor lugar en la zona. Es como que leen tu pensamiento. Entras, pedís lo que queres y en menos de 5 minutos ya tenes tu orden. Tenes las minutas clásicas o el menú del día. Siempre viene acompañado con pan (plus) todo esto para llevar ($ 40) las porciones son abundantes (abundantes en serio) Si vas a comer ahí sabe que siempre va a estar lleno de gente, con ruido y hasta empujandote si estas cerca del «pasillo» en la hora pico. Mucha gente de la oficina compra para llevar. Si vas fuera de hora pico es común, los mozos son muy atentos y tampoco tardan mucho en atenderte.

Solo se puede empezar con un: Increible el guiso de lentejas.
El buen amante de los guisos invernales sabrá apreciar este tesoro de la comunidad. Increiblemente recomendado.
Dicho esto, el lugar es un bodegón copado, te atienden a los gritos desde el fondo (es su modus operandi, si sos ultra polite y esperás que te atiendan con una sonrisa y un buenos días, no vayas), pero si podés superar el griterío, y la gente agolpada, vale la pena.
La espera para llevarse un pedido es mínima, a veces parece que hay una cola muy larga, pero se despeja enseguida por la rapidez con la que laburan. Es impresionante. No se dejen amedrentar por la cantidad de gente en la puerta.
Recomendadísimo pedir el menú del día, que –en efecto– cambia toda la semana :)

El Roncal es un bodegón clásico de Microcentro.
El menú –escrito a mano y fotocopiado– está en cada mesa o en la pizarra de afuera y va cambiando periódicamente. Todo es muy abundante. El servicio es rapidísimo, no vas a esperar el pedido mas de 5 o 10, literalmente. Para hacer esto, seguramente tienen todo cocido y lo van recalentando. Por eso si te pedís un bife de chorizo o algún otro corte de carne, puede llegar a estar feo. Pero la milanesa napolitana con fritas y las pastas es lo que mas sale, así que con esto no vas a tener problema.
También hacen todo el menú para llevar. Este servicio funciona bajo el sistema A LOS GRITOS. No importa mucho la fila, cuando pregunten si hay alguien sin atender gritá tu pedido.
Mesas pegadas, mucho ruido y olor a frito. Es un lugar para comer rápido y mucho, nada mas.