Bar en pleno Parque Chacabuco. Muy tranquilo. Pedí pizza Toro que viene con tomates a la chapa(que no tenían) jamón crudo y muzzarella. Nada del otro mundo. El bar está igual que hace 10 años cuando se llamaba Barsucho pero sin música, sin gente y sin onda. Conclusión: Volvé Barsucho, que está esquina ya no es lo que era.