Elebar

Si hubiera un premio al lugar más zafador, Elebar lo gana.
No tienen una buena atención ni se destaca la comida, los tragos son bastante malos y no tienen carta de vino interesante.
Personalmente no voy en horarios pico porque la atención es un desastre, pero muchas veces lo elijo para desayunar porque abre temprano, tiene buen wifi y los precios están bien para la zona (no es barato, tampoco caro) y es tranquilo para trabajar.
De noche no vengas: comida pesada, con mucho mucho aceite. Para el mediodía hay que rescatar que hacen sándwiches muy ricos que ayudan a sobrellevar cualquier almuerzo.
No recomiendo tener reuniones aquí, porque la distribución del local hace que todo se escuche en todas partes.
Como dije al principio: zafa. No da con un buen estándar, peeero para salir del paso sin pensar demasiado está muy bien.
Ah! Aceptan tarjeta.

Fui a almorzar con amigas un sábado al mediodía, y había leído que era complicado conseguir lugar, por lo que reservé a través de Restorando (además nos hacían el 30% de descuento en las comidas pagando en efectivo).
El bar es muy pintoresco, tiene una decoración medio vintage, con objetos antiguos (amé los sifones de colores que tienen en una ventana en lo alto). Muy lindo.
La carta de platos es bastante variada y más de estilo gourmet. Lo aclaro porque a una de mis amigas no le copa mucho lo sofisticado, pero logró encontrar un plato que le gustara y lo pidió sin los ingredientes que no le cerraban y no hubo problemas.
Particularmente me pedí un salmón grillé con un salteado de vegetales que estaba muy bueno y era abundante (ver foto!). Todas quedamos muy conformes con nuestros platos.
No es un lugar barato, recomiendo que si van aprovechen el descuento porque sino se pone saladito… Y me parece que no justifica pagar tanto.

Fui a tomar una limonada con jengibre y picamos unas muzarelitas, el trato no fue muy bueno, había un camarero para todo el salon y el barman que salia a las mesas, tardaron mucho en atender, pedimos la cuenta y tardo 20 minutos, pagamos con dos tarjeta de debito, una no vino ni tampoco el dni, como no me di cuenta tuve que volver al otro dia, opacaron las ganas de volver, no volveria.

Fui con amigas y la pasamos bárbaro.el ambiente es genial, la deco vintage y la carta suficientemente amplia y muy rica.
Sólo un detalle: tuvimos que pedir que nos cambiaran la mitad de la vajilla porque estaba pegoteada o mal lavada. Luego del cambio, todo perfecto.

Un muy grato almuerzo!
El espacio: Casa antigua remodelada con estilo de bar pero conservando lo lindo de esas viejas casas palermitanas. El interior es chiquito, pero es comodo dada la buena disposicion de las mesas, con algunos espacios mas reservados (como el del primer piso) ideales para un almuerzo o cena de cumple con poca gente. En la vereda, mesas para poder disfrutar de estos dias de sol. Los baños, en el primer piso, en excelente estado.
La comida: Impecable. Comimos el salmon y estaba exquisito. En su punto, bien presentado y con una muy rica guarnicion de vegetales. La carta es variada, con carnes, pescados, pollos y pastas que te permiten una serie de alternativas a la hora de elegir que comer. Se puede consultar toda la oferta en la pagina web del restaurante. Recomendable la limonada (que te ofrecen hacerla con azucar o edulcorante… GENIAL!)
El servicio: Muy amable, supieron recomendarnos a la hora de tomar una decision por la comida y siempre chequeando que estemos bien atendidos. A pesar de ser un lugar pequeño y ser un dia de semana al mediodia, contaba con un buen staff muy predispuesto a la buena atencion.
Los precios: Acordes a lo que comimos y tomamos; muy similar a cualquier lugar de Palermo. Fuimos con un descuento de Restorando, lo que lo hizo muy accesible.
El detalle: Las sillas cuentan con seguridad para carteras!
Un lugar para recomendar y volver!
Cariños, Yamila

We randomly picked Elebar to grab lunch at, and I had one of the most amazing chicken sandwiches ever. Sun dried tomato with a huge piece of delicious grilled chicken (parilla) and a spreaded cheese on a pita like bread… the picture does not do it justice. Also very reasonably priced (especially considering the size of the sandwich!).
Like many of the smaller places in Buenos Aires, there was only one person working the entire restaurant. Given that, she did a great job. It took a few minutes to get our order, but it came out pretty fast once she got it.
Can’t speak as to dinner or anything else, but get the chicken sandwich!

Fuimos a este restaurant por una oferta de restorando en donde nos daban un treinta por ciento de descuento. El local es chiquito, pero muy bien decorado. Fuimos un día lunes y el local estaba casi lleno, asi que a reservar. A pesar de tener un único mozo (Ariel) la atención fue buenísima. Nos decidimos por el tapeo premium que incluye: papas fritas con huevo frito, rabas, croquetas de pollo con guacamoles, croquetas de muzzarella, carne y alguna cosa más que no recuerdo. Además pedimos unas papas con queso y panceta. Todo estaba muy rico, pero lo que me encantó fue la marquise de chocolate con frutos rojos. Era ESPECTACULAR. Así que a dejarse lugar para esta delicia.

Fui 2 veces a comer, ambas en la noche.
La primera vez fui con reserva ya que advertí por las fotos que era un lugar muy chico, en palermo y como plus viernes.
Llegue y pude disponer de mi mesa al instante, las demás estaban todas ocupadas.
El lugar como he mencionado antes es pequeño, pero cálido, no hay intenso olor a comida, techo alto, bien decorado pero modesto, sillas y mesas cómodas.
El servicio, personalmente ambas veces lo encontre muy bien, lo único que puedo criticar es que habia sólo un mozo para aproximadamente 15 mesas, aunque eso no ocasionó ningun inconveniente en mi experiencia, ya que tuvo una atención destacable; super amable, servicial y simpático.
La oferta, tienen aproximadamente 15 entradas, 15 principales y 10 postres si no me equivoco. Sí, es acotada, pero tenes platos vegetarianos, platos con carne, pollo, pescado, pasta, lo que quieras.
La comida, riquisima en ambas experiencias, super fresca, casera y abundante. Recomiendo las hamburguesas de quinoa, sanisimas y deliciosas, también los ravioles de cordero.
Los precios, hoy por hoy, los encontré accesibles, precio justo. Tienen opciones que van desde los $ 90 hasta los $ 200 si no me equivoco. Reitero, es para compartir.
Lo recomiendo.

Me encantaría saber lo que se siente comer acá, pero las dos veces que intenté sentarme a comer tardaron tanto en atenderme que me fuí antes de tiempo.
El lugar es mínimo, pero ofrece sector en la calle que en verano es cómodo. Está bien puesto y los platos de la carta parecen elaborados.
La vez que me quedé al menos a tomar algo, tardaron 20 minutos en traerme un fernet y un gin tonic. Y cabe aclarar que el restaurante no estaba ni un tercio lleno.
Es como que el staff no tiene muchas ganas de laburar. No lo recomendaría.