En el Nombre Del Postre

Me vendieron unos macarrones, q no estaban muy frescos. En el local de Palermo, no me gusto.
El de Recoleta me parecio mejor

Este año tuve la suerte de conocer París y su increíble gastronomía.
Realmente pensé que nunca más iba a comer un macaron como los que conocí allá. Y sigo pensandoló, los tratan como si fueran joyas, los tienen en vitrales con temperaturas específicas, los agarran con guantes y los ponen en cajas maravillosas, dejando de lado el sabor y textura que está a otro nivel.
El sabor de los macarons de «En el nombre del postre» es muy acertado, hace tiempo pruebo macarons y estos los encontré muy grandes y económicos. Probé 4 y estaban muy bien (el de moras con chocolate un must) SIN embargo, están desprolijos y maltratados, y me tocaron dos que estaban bastante chiclosos, no habían logrado la textura, encambio otros dos estaban increíblemente parecidos y deliciosos.
En conclusión, repetiría porque están muy bien, estaría bueno que los traten con mas amor, porque es de los dulces mas delicados para mí.

A mi dame un tarro de aceitunas que me dura 5 minutos y hasta me tomo la salmuera para más felicidad.
PEEEEEEEEEEEEERO, amo merendar en un lugar chiquito, donde todo sea casero, haya cosas ricas e innovadoras y la atención sea magnífica. Eso pasó cuando llegamos de casualidad a «En el nombre»
Enloquecí porque estuve semanas buscando lugares donde vendan macarrons fallidamente pero al fin pude debutar! Lo hice con un macarron de pistacho muy bueno. Compré uno de cada sabor para degustar en mi casa tranquilamente, todavía no lo hice.
Sin duda volveré por los minibudines que vi al salir

Llegar acá fue encontrarnos con el paraíso hecho postre, no en vano es el nombre.
Primera vez en el lugar y fue increíble, los macarrons son algo que no se puede explicar, el ambiente del lugar es genial, es pequeño 6 mesas como mucho, un exibidor con las delicias y eso es todo. Tienen buenas promos para la merienda y además hacen almuerzos, que seguramente sean deliciosos además de sanos.
Hay macarrons, muffins, tortas y budines para todos los gustos, tamaños y colores. Los precios están buenos!!!
Vale la pena pasar y degustar.

Hace ya un par de años es casi obligatorio parar a comprar algo, imaginate que ya el nombre te invita a ir a probar algo. En todas las ocasiones que fui, la atencion es muy buena, hay chicas muy copadas. Tienen los macarrones mas ricos de Buenos Aires, y el pequeño espacio para aquellos que quieren pasar a merendar da un clima de intimidad lejos del ruido de las calles de Palermo. No podes dejar de pasar a probar algo dulce ;)

Ubicado en pleno Palermo Hollywood «En el nombre del poste» es el lugar por excelencia para comprar «Cositas» dulces y pecaminosas.
Altamente recomendables sus macarrones. En lo personal pistacho y el de chilli me pueden
No se si hoy en día siguen haciendo las galletas de chocolate con sal, era perfectas
Y después hay budines, cupcakes y demás. Pero los macarrones son todo.
No solo hacen cosas dulces, sus scones de quesos son deliciosos
El precio puede parecer caro, pero teniendo en cuenta la zona y la calidad esta muy bien
El negocio es pequeño y no lo recomiendo para comer en el lugar, es mejor comprar para llevar

Vamos a empezar con lo malo: depende de qué chica te toque, te van a atender muy mal o fenómeno. Y suelen no contestar los mails cuando necesitás presupuesto. Fuera de eso, los amo locamente. Los macarrones son maravillosos, siempre están haciendo nuevos sabores. Cuidado con el de chile y chocolate, que es riquísimo pero pica un cacho. Los precios están bien para tanta sofisticación palermitana. Podés comprar para llevar y acaban de agregar delivery para el almuerzo. Vayan y disfruten. Todo es rico.

Fui varias veces a merendar, el local es chiquito y hace unos meses cambiaron la distribución de las mesas y el mostrador. Las primeras veces que fui tenían mucha oferta de macarons pero la ultima vez que fui, me asombro que tenían muy poca comida. La presentación no estaba cuidada como otras veces. Y la verdad me desilusiono un poco porque la comida no era tan rica como antes.

En el nombre del postre es uno de esos lugares que me ponen de buen humor sólo por pensar en ellos. Su mostrador es el equivalente al paraíso para cualquiera con debilidad por lo dulce.
El espacio es bastante pequeño y por eso nunca me quedé a comer o tomar un café ahí. Pero cada vez que paso por la zona hago una parada en el local para llevarme alguna cosita (qué difícil elegir y no llevarse absolutamente todo!).
Cuando recibo invitados para la merienda me gusta, por ejemplo, llevarme unas cookies que tienen en display en unos frasquitos muy lindos. Son deliciosas, hay de un montón de gustos, y si comprás de a 6 te salen más baratas. O sino, cuando viene gente a cenar, compro macarrones para el café. Estos últimos son deliciosos, de los mejores que he probado en Buenos Aires, y te los dan en una cajita con nailon bien envuelta para que no se te sequen.
Es un lugar al que volvería mil veces, y mi balanza agradece que no me quede tan cerca.

Este lugar logró comprarme y eso que no soy fan de las cosas dulces!
Me mató de amor el mini-​muffin-​bebé que te traen con el café. Me daba pena comerlo!
El resto, todo riquísimo. Hasta ahora probé: el yogur casero con granola y los macarons. De verdad, vale la pena ir y conocer este local. Yo, por lo tanto, tengo ganas de volver y probar alguna de las tortas y los batidos de frutas.
Respecto al local, es chiquito pero adorable. Tienen mesitas afuera y adentro y la atención es genial. Si no sabes bien qué pedir, las chicas te muestran la carta y te van contando un poco de lo que tienen disponible para ayudarte a elegir.
Algunas cosas se pueden pedir para llevar!

Lo primero que pensé cuando mi amiga me dijo de ir ahí fue ¡qué buen nombre para un lugar!
La ambientación del lugar es super girly: tienen frasquitos con cookies por todos lados, mantelitos de colores, golosinas y bolsitas con caramelos para comprar y llevar.
Si pensás que elegir un postre de la carta es difícil te aviso que es mucho peor si te llegás a parar e ir hasta la vitrina a ver qué tienen, imposible decidirse.
Los macarons tienen el mix justo entre crocante por fuera y suave y cremoso cuando los mordés y las minicakes pueden parecer chicas pero te dejan más que satisfecho. Yo recomiendo la chocotorta por sobre todo, es una locura de rica.
El detalle: el café viene con un nano muffin con granas de colores, un amor.