Le Ble

La Chocotorta de Le Ble… Shick shick, es la mejor de Buenos Aires. Por lo menos así lo veo yo. Este local me queda a la vuelta del trabajo y es un garrón para mi «dieta» pasar por la puerta todos los días. Siempre hay algo rico a la vista para probar o para volver a disfrutar. Los alfajores, los muffins, las danesas, las facturas… Que ricura todo por favor.
No se lleva 5 estrellas porque no tiene mesas para tomar algo, como si tienen otros Le Ble.

Fui varias veces y seguiré yendo. Las razones? El tazón de café con leche, el pain du chocolat, los muffins y básicamente toda la pastelería y panadería. Personas haciendo dieta, abstenerse. Es muy difícil no sucumbir ante tantas tentaciones!

La pastelería es excelente, mucha variedad, productos frescos y siempre a la vista del cliente.
El único punto flojo es el alto precio.
Para recomendar: Los muffins de chocolate con frutos rojos dentro.

Buena variedad de panificados y tortas. Mis favoritos son el pan de campo, pan de chocolate, eclairs y Cheesecake maracuyá.
A partir de las 17hs hay 2×1 en todos los productos.

Es increíble como Le Ble sigue creciendo en Buenos Aires… vas caminando y a la larga te vas a terminar encontrando con una sucursal de esta panadería.
Este local en Colegiales que sólo tiene venta al público (no hay lugar para sentarse) si bien se ve muy chiquito, te vas a sorprender si chusmeas por la puerta que da a la cocina. Te vas a dar cuenta que es enorme… siempre hay pasteleros de punta en blanco trajinando para hacer las facturas tan crocantes y enormes que tienen!
Lo mejor: es que después de las 16 hs. tienen dos por uno en facturas y panes. Un golazo! Para mí lo mejor son los panes de chocolate cuando todavía están tibios y el relleno dulce te inunda la boca. una sensación muy cercana a la felicidad!
Esta panadería me queda cerca del trabajo así que de vez en cuando termino dándome un gustito panaderil.

En realidad me gusta más la boutique que el café. Es una panadería chica con todos los productos de le ble en un espacio cálido y con ricos olores. Tiene toda la variedad que tienen los cafés pero sin la parte de sentar y tomar/​comer algo; no hay servicio de camarero. Lo que más me gusta es que tiene la misma promoción de 2×1 en panadería (no incluye tortas) despues una hora en particular, pero empieza más temprano porque cierre más temprano. En los cafés es a las 19 y en la boutique es a las 16. He ido varias veces para comprar pan de campo para cortar en rodajas y dejar en el freezer. Básicos pero muy buenos los panes. Sería un lugar especial para comprar facturas para una merienda a la tarde.

Siempre me atrajeron las cosas más chicas y los desolados, a pesar de que este tipo de panaderías tiene mucha fama y popularidad en el barrio de Colegiales, y con un gran radio de influencia. Esta sucursal es la última de la lista y la más chica, contra las otras monumentales, ésta se para como las otras con sus panes exhibidos con luces dicroicas, cosechadas en la cocina que ya todos conocemos, pero mas escueta en espacio y no se puede sentar, salvo que en la silla que se encuentra afuera, que no parece estar dispuesta para los visitante, pero ante la foto poso como una buena imagen.
No me pareció necesaria la foto desde adentro, ya que varias son las personas conocen la estética, pero si me gustó traer al conocimiento este local perdido en las profundidades del barrio de Colegiales.