Le Blé

Una gran decepción.
Es el único Le Blé al que fui, por lo que no podría compararlo con los otros locales. Tenía muchas expectativas de este café, las fotos del lugar y de los platos que había visto en Facebook tenían muy buena pinta; pero en la realidad dista mucho de eso.
El lugar tiene una decoración rústica bien lograda y es amplio y cómodo, posiblemente debido a su ubicación no céntrica, haciendo que no esté repleto de gente y se pueda disfrutar leyendo un libro o compartiendo una charla. Por lo demás, es una café como cualquier otro con un menú de opciones interesantes, aunque muy acotado, y de precios exorbitantes.
No es que el café o los desayunos sean malos, nosotros pedimos un croissant clásico y un desayuno porteño (café con leche + tostadas con queso y mermelada), y estuvieron bien. Pero sólo eso: bien, aunque a un precio exagerado. El tamaño de las porciones tampoco suma muchos puntos a la experiencia.
En fin, no volvería a menos que sea el último recurso. Los precios son muy elevados para un simple café con linda decoración. Hay mejores opciones.
Dato importante: cierran sus puertas bastante temprano (al menos los días de semana), entre las 8 y 8:30 de la noche.

Le pongo 3 estrellas porque no es que estuvo mal, pero fue súper underwhelming. El trato de la mesera estuvo re bien, por cierto, súper amable. La decoración del lugar es lindo y típico de todos los Le Blé. Todo lo demás, un embole sideral.
Nunca había visto este Le Blé, quizás pasé por la puerta y no le presté atención nunca. Está entre Dorrego y Vera, en una esquina medio oscura. Adentro del local es medio oscuro también, creo que si invirtieran un poco más en iluminarlo cambiaría bastante la atmósfera.
La comida me pareció un embole. Quería un crêpe de Nutella, pero no había. Pedí un licuado de naranja, banana y durazno que estuvo OK… el crêpe de banana y dulce de leche, la verdad, bastante triste. A mí me dan cualquier cosa dulce y me enamoro (bueno…), pero la verdad es que ese crêpe era una tristeza sideral. La masa estaba tan frita que estaba duro, la banana caliente (pucha, posta que no tengo forma de salvar esta reseña con el vocabulario a mano, perdón) decepcionaba, y el dulce de leche apenas si hizo acto de presencia. No está tan caro el dulce de leche, che, media pila.
Yo sé que Le Blé puede ofrecer algo mejor, como se ve en otras sucursales. La verdad es que el servicio es genial, el local en sí es lindo si prendieran un par de lucecitas más, en teoría tienen buena oferta de comida… Pero no sé, $ 115 por una tristeza de merienda no es buen negocio.

Sinceramente le pondria 3 y media.
Nunca haba ido a este Le Ble y nuca habia ido a un Le Ble a almorzar asi que toda la experiencia fue nueva.
Si tuviera que evaluar con respecto a lo que suelen ser mis aluerzos de oficinas serían mil estrellas, pero como soy buena Unilocaler le doy tres.
El lugar es muy lindo. Mucho mas por dentro que por fuera.
Tiene varias mesas y una comunal. Expuestos están todos los productos que venden para llevar: panes y etcs.
Te dan pan con una pastita de zanahoria muy rica. Comimos sándwiches de pollo frito. La verdad estaba muuy rico. Yo le pondría de nombre sándwich de milanesa, pero bueno ya sabemos como es esto. El sándwich viene con unas papas que a pesar de estar frías estaban buenísimas.
La atención es regular tirando a mala.
El precio es razonable. Es una opción si están por el barrio.

Realmente este Le Ble nunca falla. El lugar es extraño, algo falto de luz y retoques en sus paredes, pero es increíblemente cómodo, informal, y principalmente dan ganas de quedarse. Es como estar con tu gente en el living de tu casa.
Hay buen espacio entre mesas, lo que te da cierta intimidad en tu lugar.
Siempre tienen variedad, a pesar de la hora. La atención del staff es super amable y cálida.
Si vas tarde y querés llevarte algo rico a tu casa hacen ofertas de 2×1 en algunos productos del mezón.
=) Lo Recomiendo.

Que decir de Le Blé…de nombre lo escuché mil veces y mi amiga Mariel siempre reseña y escribe maravillas del lugar. Así que fui con todas las expectativas al día post inauguración del local del Villa Urquiza ubicado en Mendoza y Bucarelli. Lleno en la planta baja y arriba bastante, pero pese a todo no había bullicio y se podía hablar tranquilo y el ambiente era relajado. Pedimos un jugo de jengibre y limón y unos muffins, yo de chocolate y banana y mi acompañante de frutos rojos., la verdad a mi el jengibre no me atrae demasiado, pero oh sorpresa!!! Me encanto ese jugo!!! Y bueno el muffin me lo devore y no repetí otro porque yo había pedido el ultimo! Jajaj pero si dudas pese a que no pude volver aun, será un lugar que frecuente para probar las diferentes cositas que tienen, soy mas fan de lo salado así que en mi próxima visita será ese mi menú… La atención fue buena, salvo al final donde la moza bajo a planta baja y se olvido de nosotros que quería os pagar y la tuvimos que ir a buscar, pero era el día 2 del local, lugar nuevo, personal nuevo. Es ir ajustando algunas tuercas para que todo sea de 10!

Ayer fui a eta sucursal de Le Ble, y realmente esperaba mas.
Como siempre, el pan es espectacular, pero pedi un wok de pollo, y no tenia gusto a nada, la oferta es muy tentadora, un plato mas bebida a 86 pesos, es muy barato ya que la bebida sola (en mi caso una limonada) sale 36 pesos, lo que hace que el plato de comida salga la diferencia, que es muy economico, para los tiempos que corren
Igualmente el lubar es muy lindo, el café es muy rico, creo que volvere a desayunar o a merendar, pero para almuerzo buscare alternativas
No trabajan con tarjetas de credito, lo que es una gran contra (nuevamente, para los tiempos que corren)

El bruch para compartir es variado y adecuado en cuanto a la cantidad, el café con leche gigante.

SI
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Fui para un brunch y cumplio mis expectativas. Cantidad abundante, y para mi que soy de los que van en busca del huevo revuelto perfecto, aca se acercaron bastante con el huevo con salmon.
Muy buena la variedad de dulces y salados, un croissant con jamon y queso potente, ademas de las clasicas con dulce de leche.
Una mega taza de café ayudo a bajar todo. Dejo 3 fotitos para graficar lo que no puedo describir. Muy recomendable.

Le Ble es una minicadena de cafeterías despareja enlo que se refiere a la realización de los platos.
Todos comparten una bonita decoración con aires campestres. La atención es muy amae y la panadería muy buena.
En la sucursal en la que estoy me sorprendió la ensalada Caesar, y no mal porque fuera fea. Me sorprendió ingratamente la variabilidad de la receta de la ensalada. A una amiga se la trajeron con huevo duro. A mí sin el célebre aderezo. Aquí me uejo como en todas partes: la hoja de lechuga entera (quedará más bonita en el bowl, pero es un lío tener que cortarla). El aceite de iliva y el aceto balsámico que ofrecer para alinear las ensaladas es muy bueno.
El café es rico y el pain au chocolat excelente. Esa tradicional «factura» francesa me hace volver.

No le pongo 5 estrellas porque las tengo reservadas para esos lugares que me vuelan la peluca por completo y en forma contundente, pero realmente cuando pienso qué le mejoraría a Le Ble la respuesta es: Nada.
Tiene una carta chiquitita pero poderosa, compatible con cualquier momento del día. Los jugos son excelentes, sobre todo el de naranja, frutilla y cardamomo. Hoy me tomé una jarra de litro yo solo, sediento después de 4 horas de tenis. Suelo ir, y recomiendo mucho el sandwich de pastrami, sólo apto para quienes toleran bien un final picante e intenso de la mostaza dijon. El sandwich de lomo es muy bueno también, compatible con cualquier paladar. La limonada con jenjibre y menta es muy refrescante, un poco dulce para mi gusto, pero muy buena.
Cualquier producto de pastelería es excelente, he probado muffins, croissants, panes. La atención es muy buena, tienen 20% de descuento con Club La Nación por pago en efectivo, y aceptan todas las tarjetas.
Muy muy muy recomendable para brunch!

Se me borro tres veces la reseña, pero no importa, lo que les quiero contar supera este odio ampliamente.
Es martes y desde la cama pienso en donde arrancar mi dia, la gira del desayuno no merece repetir lugar, pero el frío es mucho.
Arranque a caminar y casi casi que caigo en uno de los que ya visite, hice fuerza y seguí el camino. Se ve que fue mucha fuerza, cuando me di cuenta estaba en Chacarita y sin lugar donde ir, casi resignado agarre Dorrego y de repente por un gran ventanal veo que asoma una taza enorme, tratando de no caer en el engaño, me acerque a la puerta y mire su carta, entre de inmediato.
Es un amplio salón, seguro que anteriormente fue un bar del barrio, muy cómodo y con muchas mesas grandes. Lo mejor ventanas para todos y todas, hasta sillón y mesa baja tiene. En un gran mostrador se pueden ver los productos de panadería antes de pedir. Desde donde estoy sentado puedo chusmear la cocina y se ve impecable. La atención es muy buena y justa. El desayuno muy muy bueno. Wifi impecable.
Relacion precio abundancia muy bueeno.
No soy de elogiar lugares, prefiero contar el lado b, pero en este caso y para no perder la costumbre le falto el vaso de agua, soda ó jugo para ser perfecto.

Hace mucho tiempo conozco Le Blé. La primera vez que fui visité la sucursal de Dorrego, la cual, si no me falla la memoria, fue la primera.
A mi particularmente me gusta mucho todo lo que son masas dulces y cositas para merendar, y en ese aspecto, son un diez. Tienen pastelería francesa, los típicos panes con chocolate que se encuentran en las panaderías parisinas. También son super recomendables los conos de coco. Además, algo que me gusta son las tazas para café. Son amplias y permite tomar café en abundancia, cosa que me parece genial para hacer en invierno. Hay también menú deli (yoghurt con granola por ejemplo)
En cuanto a la parte de la carta salada también son buenos. Pero no puedo decir demasiado por que solo probé una pizza de harina integral con rúcula y queso brie. Era riquisima, pero no conozco más.
Por último, menciono como punto importante, las extensas mesas de madera que tienen para grupos grandes de amigos. Pueden llegar a entrar 10 personas de forma fácil. Siempre vuelvo

Llegué a esta sucursal de Le Blé casi por accidente, mientras buscaba un lugar para almorzar cerca del Mercado de las Pulgas, durante un día de semana.
El lugar es super tranquilo y luminoso, aunque tiene pocas mesas, rara vez está lleno y los pedidos salen rápido.
Conocía el lugar por sus panificados que son riquísimos: varias veces fui a tomar el té con amigas y problamos muffins (banana, arándanos, chocolate blanco), pain au chocolat y también algunos de sus panes, todos riquísimos. Pero nunca había ido al mediodía. Pedí una ensalada de la huerta con salmón y estaba riquísima y muy fresca. Para tomar elegí limonada, que viene en vaso o en jarra, pero no hay tanta diferencia de precio porque la jarra en realidad equivale a dos vasos así que si los agarra un día de calor sedientos, lo van a agradecer.
Un punto a favor es que si vas cerca de la hora de cierre suelen «liquidar» lo que les queda del día al 50%, así que si te quedás con ganas de comer más, te podés llevar algo a mitad de precio para el día siguiente.

Esta sucursal de Le Blé me queda de paso cuando voy al trabajo, así que a veces hago un take away para llevar a la oficina. Mi preferido: las Danesas, unos rolls con dulce de leche, crocante de azúcar y almendras. Además venden pain au chocolat y croissants de dulce de leche, cookies, alfajores. También hay muffins de banana y de chocolate.
De la carta de desayuno/​merienda probé el «Trifle»: una copa grande de granola de avena y coco, yogurt natural, fruta y miel, (¡riquísima!) acompañada de un té.
Este local es bastante tranquilo y grande, así que siempre van a encontrar lugar en comparación con otras sucursales.
Punto en contra: en la puerta hay un cartel que reza «sólo efectivo, tarjetas suspendidas» hace bastante tiempo, ¡así que si van recuerden llevar plata!