Nostalgia

Excelente la comida el ambiente y los que atienden, menos la nueva moza que no tiene onda.

Un bar bastante intrascendente salvo porque a la noche hay lucecitas muy tiernas que rodean la esquina que ocupa el bar. La carta es la misma que en cualquier bar de la zona. Las papas bravas estan muy buenas. Le debe servir mucho a los pibes de la UP que quieren tomar algo cerca.

Un hermoso lugar para almorzar, cenar o para tomar algo.
Tienen una carta muy interesante y los platos están muy bien logrados.
Lo mejor a mi criterio es el ambiente. Un lugar pequeño y acogedor con la iluminación justa.
Por qué no le puse 5 estrellas? Le falta mejorar un poco la atención. Si bien son muy cordiales, generalmente demoran demasiado cada vez que uno necesita pedir algo.

quizá haya exagerado con las cinco estrellas. pero:
es un lugar lindo, acogedor y tranquilo aunque esté siempre lleno. tiene unas ensaladas espectaculares. la panera y el servicio de mesa en general son de lo mejor de la zona seguro. y no es desorbitantemente caro.
probé una ensalada que tenía queso feta, toamtes secos, almendras y pasas, con base de rúcula y lechuga y estaba deliciosa. mi amiga se pidió una que tiene mariscos. y no es un camarón perdido. hay langostinos, almejas, berberechos, mejillones. una locura. lo único raro era que tenía, además de base de hojas verdes, un salteado de vegetales. eso fue original pero polémico.
muy rico. muy fresco y sabroso.
lo recomiendo con ahínco.
y da, también, para una salida romántica. no una primera cita, quizá, pero una cita con tu pareja para comer bien en un lugar lindo, sí.

Una linda esquina bien porteña, donde podés tomar un café a la tarde y ver pasar a la gente. O si preferís, podés ir a la noche para disfrutar una cerveza en las mesas de la vereda. Nostalgia es un excelente lugar para distenderte.
No hay nada particular en su oferta gastronómica que lo diferencie. Ningún plato que se destaque, ni nada que lo haga especial. Pero si lo elijo es por toda la onda que tiene. Decididamente se respira su personalidad (volcada al arte; hay muchas obras que adornan sus paredes).
Se disfruta sobretodo de noche, con los arreglos de luces que pusieron en los árboles y la iluminación baja en general. Algo curioso, en todas las veces que lo visité no vi los baños. Así que me queda ese detalle para poder calificarlo por completo. Los precios son los de la zona, no esperes milagros por acá.

Amo este lugar principalmente porque está muy cerca de mi casa. Es un bar que está bueno sobre todo en verano para sentarse en las mesitas de la vereda. Si bien está sobre coronel Diaz es súper tranquilo y con las luces y los árboles de noche es súper lindo. Es caro para el tipo de bar, una stella de litro está 100 $. La atención deja bastante que desear, no te dan mucha bola, nunca saben bien que consumiste y a veces tener que recordarles varias veces que te traigan las cosas. Pero es lindo y es tranquilo así vuelvo siempre

Café Nostalgia pasó en los últimos años (según cuenta mi amiga del barrio) de servir sólo cafetería a tener la interesante carta que tiene hoy. Carnes, pescados, curry, pinchos de mariscos, woks, un montón de opciones y también unos cuantos postres (prueben suerte y pidan la chocotorta, que la hacen con mascarpone). Hay platos caros, como varias opciones de salmón o el cerdo agridulce que están hoy $ 180, pero también hay opciones a mitad de ese precio. Voy de vez en cuando y la cocina nunca me defraudó. Está bueno para una cita si querés un lugar con su onda y a la vez relajado, que te sirva un plato elaborado. También es bueno para tomarse un café, o una cerveza con amigos. Básicamente, es un comodín para días de querer ir a un lugar «lindo» con cero stress de arreglarse mucho uno, o sin dudas simplemente si andás cerca.

Nostalgia es un caso raro. Por un lado, es posiblemente el bar/​café mas emblemático del barrio; su vereda arbolada decorada con luces siempre es un imán cuando pasás por la zona. Es uno de los bares notables de la ciudad y apenas entrás te das cuenta de que tiene una mística especial y también mucha mas onda de la que esperás en un café de barrio. Casi siempre Flor (una de las dueñas) tiene expuestas sus fotografías, que si bien no son WOW, siempre son interesantes para apreciar.
Por otro lado, es probablemente uno de los bares mas caros que haya pisado, y he pisado unos cuantos. Soy vecino desde hace unos 6 años y si bien los mozos han ido cambiando, siempre tuve un 50% de probabilidades de que me atiendan mal. Alguna vez me pasé 30 minutos sentado leyendo esperando que alguien me atienda; alguna otra vez se olvidaron de pasar la comanda a la cocina; en otra ocasión me trajeron una milanesa de pollo que gritaba de tan cruda y que después me cobraron igual (aunque intentaron compensarlo con MAS papas fritas), etc.
Como dato curioso, algunos días tienen abierto el sótano, que es uno de los lugares mas bizarros que puedas encontrar en un café de este o de cualquier barrio. Nunca sabés que te podés encontrar abajo.
Ahora en estos días de verano colgaron el cartel de Happy Hour, pero de las veces que he ido, jamás me tocó doble nada. A lo mejor algo estoy haciendo mal.
La comida por lo general es buena, aunque para los precios que tienen, uno debería esperar mas. La barra tiene varias botellas interesantes, pero los cocktails ofrecidos en el menú no estaban demasiado bien preparados (al menos los que he probado).
En fin, es un lugar lindo para pasar una noche en un ambiente acogedor o para tomar una cerveza después del trabajo, pero con las opciones nuevas que están apareciendo de a poco en el barrio, Nostalgia debería hacer algunos updates para seguir manteniendo el lugar que alguna vez supo conseguir.

Muy buen ambiente para el barrio que realmente no hay buenas cosas cerca excepto sobre el boulevard charcas. La carta es justa pero todo lo que ofrecen es de calidad y fresco. El servicio es bueno y atento. Es un lugar para tener en cuenta si uno no quiere salir del barrio. Recomendable.

Se llama Café Nostalgia pero debería llamarse Café con Onda. Porque ese es su principal característica.
Como café no difiere mucho de otras opciones por Palermo. La carta de comidas está bien y es variada, aunque no muy extensa. Los platos son ricos, pero nada sobresale por sobre otros lugares. Lo mismo pasa con las bebidas, podés encontrar lo mismo en otros lugares.
Pero lo que me encanta es la ambientación donde se muestran las obras de diferentes artistas y eso le da un plus. Además, también podés encontrar músicos en vivo y pasar un buen momento.
La gente que te atiende es muy copada y eso se nota mucho. En otros lugares parece que te hacen un favor al tomarte el pedido y acá buscan solucionarte todo.
El único detalle que no me cierra del todo es los precios. Si bien son como los de la zona, estos bares parecen querer sacarte hasta la última moneda.
Merece que lo visiten y saquen sus conclusiones.

Café Nostalgia es uno de los bares notables de la Ciudad y durante los últimos años, a pesar de todos los nuevos bares que hay en la zona, se mantuvo como uno de los favoritos. Será su ambientación, su menú o su cordial atención que hace que una y otra vez lo siga prefiriendo por sobre otros que suelo visitar en Palermo.
El café es bueno, pero no el mejor. La atención es buena, pero no la mejor. Sin embargo tiene una combinación de historia, modernidad, cosmopolitismo y tradición que hace de este café un sitio muy especial y un preferido de los porteños. En lo personal, es uno de mis bares preferidos para ir a trabajar, ya que si bien hay flujo de gente que entra y sale, no hay mucho ruido ni muchas distracciones.
Para desayunar o merendar, el té (marca Lipton) supera al café, y puede acompañarse con unos tostados (si bien en la carta figuran sólo de jamón y queso, los hacen con queso y tomate a pedido). Para el almuerzo, las opciones son muy variadas y van desde ensaladas hasta sandwiches, tartas, tacos (¡con muy buen guacamole!), risottos y otros cuantos platos más.
Los precios no son los mejores, pero para un café tan lindo como este y en esta zona, no es nada desproporcionado.

Me encanta comer en este lugar. tiene pocos platos pero muchísima variedad, pasando desde comida oriental hasta comida italiana y comida mediterránea, lo mejor es que a pesar de su gran variedad sus platos quedan perfectos, no he tenido ninguna queja de ellos.
El lugar tiene un primer piso, un subsuelo y podés comer afuera donde adecuaron una lindas mesas con sombrillas y luces que hace que sea romántico y tranquilo a pesar de estar en una avenida. El subsuelo lo abren a la noche como bar y tienen música en vivo los viernes y algunos sábados.
Además, de que su comida es demasiado rica, ayudan a artistas locales a exponer sus obras en el café, lo cual es genial porque cada vez que entras encuentras algo nuevo que ver.
La gente que atiende es fenomenal, te recomiendan platos cuando no sabes que comer y te tratan súper bien, la dueña muchas veces te atiende y es una rubia re copada que si deseas cambiar algo ella te ayuda a hacerlo.
Si no sabes que comer y quieres algo diferente ve a este lugar, súper recomendable!