Olaya

La comida es muy rica pero es excesivamente caro, a pesar de que los platos sean para compartir, sigue siendo caro. Yo actualizaría los pesitos seria de $$$

Es excesivamente caro! La comida es rica pero realmente es desmesurado el precio de absolutamente todo.
El precio del cubierto actualmente es de $ 50. Los platos están de $ 250 para arriba. Son sabrosos y abundantes.
El ceviche combinado es muy rico y posee 2 temperaturas distintas. Los tallarines taypa (significa abundante) es un plato bastante grande y muy gustoso.

Excelente ceviche con maracuyá. Muy buena atención que incluyó una leche de tigre como gentileza. No hubo más remedio que terminar el almuerzo con un suspiro limeño para calmar el ardor en los labios.

Lindo lugar, mas lindo el primer piso que la planta baja. Fuimos con reserva de Restorando y aunque nos tenían en lista no sabían que mesa darnos, nos dijeron que escogiéramos nosotros.
Nos recibieron con una copita de pisco sour y un bocadito de papin con una salsa muy rica.
El mozo excelente, nos explicó la carta y las recomendaciones que nos hizo nos encantaron.
Éramos 4, compartimos dos tipos de ceviches y dos platos principales, un papillote de pescado y mariscos y un salmón con fetuccini. De postre el volcán y el mouse de chocolate. Todo delicioso.
Hay que decir que no es un lugar barato, pero lo recomiendo ampliamente.

Olaya es un lugar lindo estéticamente. La estetica del lugar es linda, simple, colorida sin ser un carnaval. Combina colores como azul y rojos en sus amplios sillones.
La atención es muy buena. Muy amables y bien predispuestos a ayudar en la elección o contarte de que se trata cada plato.
Tienen recetas típicas peruanas simples, pero con un toque diferente, creativas y con una de fusión de diferentes lugares, como la cocina japonesa, italiana, francesa, árabe. Hay de todo en la carta y todooo es rico.
Probé ceviche, tiraditos, pastas, woks, barquitos y los postres ufff! Increíblessss! Amo el suspiro limeño!
Suelen tener menus especiales para determinadas fechas y también cuentan con menu especial de medio dia.
Tienen descuento con club la nación o reservando por restorando también un 20% de descuento.

Better attention and willingness to be helpful than ANY Peruvian restaurant in the United States.
You get a amuse bouche pisco cocktail that I can’t properly describe but it so very good. As I alluded to at the start, I can’t say Peruvian is my favorite but this fusion restaurant with attention to high quality wines and cocktails (not an Argentinian strong suit, by the way) as well as japanese fusion plates.
My vegetarian meal had noodles. Usually I blanch at noodles as the only veggie offering but at a Peruvian place, thank you, yes. I have had Peruvian restaurants in the States offer me a boiled egg and stewed potatoes and be like «what? It’s Peruvian» So deliciously prepared veggies with brown noodles, I will eat all day long.

Fui a almorzar un menu de dos pasos, teniamos una reserva por restorando con horario, llegamos y los mozos no habian llegado, la atencion no fue buena, la comida muy rica, el lugar tiene un mural muy lindo de Milo López, si hace frio afuera, hace frio adentro.

Restaurante de tipo fusión japonesa peruano, pero mas peruano que japonesa. Sí, cono Osaka…
Me cuesta describirlo ya que estéticamente es muy lindo y tiene una buena barra de alcohol.
El menú es muy amplio y muy rico, eso si te tiene que gustar este tipo de comidas.
Por qué me es difícil? Porque todavía no puedo definir si me gusta o no, gran tema.
Soy básica para comer, empecemos por ahí y este lugar me saca de ese lugar cómodo y conocido, abro el menú y no sé por dónde empezar (ah y no porque son enormes, literlamente) me cuesta mucho leerlo y entender cada plato. Por lo cual siempre tengo que pedir ayuda al mozo y me explique el significado. Eso me saca de las casillas, no entender lo que leo para comer.
No me gustan esos menú con mucha palabra y piricucú, cuanto mas simple mucho mejor para el comensal.
El sabor y el gusto muy ricos, pero es un lugar para ir cada tanto porque el valor tambien es alto!!!

Hoy fui por un almuerzo de trabajo, mal desde el principio. Pésima atención, nos limitaron a elegir entre 5 platos pese a que nos dieron la carta completa argumentando que el cocinero estaba de vacaciones. Eterna la espera entre plato y plato. Pedimos unos rolls que nos dijeron no estaban disponibles pero luego se los sirvieron a otro comensal, al reclamarle al mozo nos dijo que era comida que había sobrado de otra mesa! Definitivamente una mala experiencia y absolutamente no lo recomiendo.

Muy rica comida fusión japonesa peruano. Del antiguo cocinero de Osaka, Sipan y Mullu, platos muy parecidos a estos dos últimos. Lugar muy lindo ambientado, atención amable, platos riquísimos…pero muy caro! Hay que ir sabiendo que es un lugar con precios altos, y aprovechar algún descuento con la nación u otro, tienen varios.

No es una novedad la comida peruana en Buenos Aires. Desde hace décadas se reproducen sus opciones en la ciudad. Como toda historia fuerte, divide aguas. Así como quienes en Lima son fanáticos del Universitario y odian al Alianza, o en Cuzco del Cienciano y detestan al Real Garcilaso, la comida peruana en Buenos Aires también consolidó dos bandos irreconciliables. Por un lado, los «Peruana Fusión» de Palermo; por el otro, los «comer hasta reventar» del Abasto; los asiduos del Francesco, Chira u Osaka, versus los habitúes de Los Trujillanitos o de ¡Inca Sí Señor! Reconozco mi subjetividad en las palabras que siguen: soy de los segundos.
Y sucede que Olaya probablemente sea el restaurante más palermitano de comida peruana en Buenos Aires. Y eso se nota ya de entrada, cuando nomás al ingresar uno se topa con un mural sobre pescadores firmado por Milo Lockett.
El local, es justo admitirlo, está muy bien puesto. Uno puede elegir si prefiere comer en el salón, la terraza, la barra con la cocina a la vista, un pequeño livingcito, algunas mesas altas o en la barra de piscos (de una variedad de 25 tragos con pisco Premium).
Los platos, pensados por un cheff limeño que se fogueó en Nueva York y Londres, suelen ser mixtos para compartir: cebiche, dúo de pulpos, tiradito Koi Sama, sashimi peruano-​cantonés, langostinos a la manteca de rocoto.
Así y todo, Olaya es absurdamente caro. Un exceso. Si lo que uno quiere es conocer un lugar tan caro que ni siquiera podría existir en el coquetísimo barrio limeño de Miraflores, quizás Olaya sea una buena opción; pero, en cambio, si lo que uno quiere es comer cocina peruana, este fundamentalista del Abasto recomienda otras opciones.

Fui al lugar un viernes a la noche con amigos, por suerte habíamos hecho una reserva porque el lugar estaba lleno. Elegimos este lugar sin conocerlo, pues es de los dueños de uno de nuestros restaurantes preferidos: Sipan, y confiamos en que este iba a ser igual o mejor de bueno. Error!
Cuando hicimos la reserva nos ofrecieron como cuatro opciones de mesas, como no conocíamos el lugar le dijimos a ellos que elijan, y nos dieron una mesa pésimamente ubicada. Ya no arrancamos muy bien.
Es un restaurante de comida peruana fusión, con cocina a la vista. En la parte de atrás están los cocineros separados por una campana y un plástico trasparente pero el olor se siente en todos lados y es molesto. Hay musica electrónica de fondo, que no esta tan alta, pero que junto al ruido de las otras mesas hacen que el ambiente sea ruidoso. La atención es super cálida, con mozos de varias nacionalidades lo que le da un toque medio artificial de lugar internacional. Sin embargo tardaron muchísimo tiempo en traernos los platos, nos quejamos, nos trajeron un mini pisco sour y un mini ceviche de cortesía pero igual estábamos muertos de hambre. Uno de los dueños estaba dando vueltas por las mesas y vio nuestras caras de «te quiero matar, estoy a punto de tirarme adentro de la cocina y robarme algo» y al segundo ya estaba hablando con los mozos que después nos trajeron la entrada de empanadas de aji de gallina y langostinos. Que debo admitir estaban espectaculares!
De platos, todos son para compartir, pedimos un ceviche que era realmente delicioso y el típico plato que pedíamos en Sipan, el Tacu Tacu, que es una bomba y exquisito. Acá también era rico, pero se pasaron con la salsa de tamarindo. Un error así no se le perdona a un lugar como este que dice ser el mejor lugar de cocina peruana fusión de Buenos Aires.
El ambiente es muy original, en la entrada hay un mural genial, y en la parte de atrás tiene una terracita, una pared con el logo del lugar que es mas de 500 años de fusión… Se nota que hay mucha cabeza atrás de cada detalle.
En definitiva, fue bueno probarlo pero no volvería, la relación precio– calidad y atención es ridícula. No puede ser que con un valor de 500 pesos por persona tengas que quejarte por esperar un plato.
Dato de supervivencia: solo sirven agua evian que sale 40 pesos la botella, y los mozos están entrenados para traerte una botella nueva son que la pidas. Si llegas a ir a cenar es un buen momento para empezar a acompañar tu comida con algo mas sano para el bolsillo como una coca light que sale 25 pesos.