Está muy bueno, es una casa hecha bar! Golpeas, te abren y listo. Lo único negativo es que si bien los tragos están buenos son un poco caros.
Florencia E.
Rating des Ortes: 2 Buenos Aires, Argentina
Me mandan una invitación de un cumple y era en este bar, en el cual me encontré que es un bar escondido por el barrio de Nuñez, llamado El Pollo Gomez. Igual con ese nombre pensé que era una parrilla, jaja. Bueno, me pasan la dire por Wa. Para entrar golpeas la puerta y ya al toquen te abren. El Pollo Gomez, es en una casona vieja que creo que les quedo por herencia, y la remodelaron porque estaba caída abajo pero igualmente le dejaron esa estética de casa vieja. Tiene cuadros viejos, raquetas colgadas, sillas viejas, un piano y cosas así. Me hizo acordar a como era la casa de mi abuela. Era cena, así que caímos temprano y había pizzas caseras. La cena creo que varía cada fin de semana, así que pregunten el menú, cualquier cosa. Me pareció un poco caro para ser un bar clandestino. Calramente podrìa valer todo un poco menos, ya que no deben de pagar TODOLOQUEPAGAUNBARCONVENCIONAL. Las pizzas estaban ricas pero caras, hubidera preferido ir a una pizzerìa como guerrìn Tienen wifi Se puede reservar. Muy buena atención
Milena C.
Rating des Ortes: 4 Buenos Aires, Argentina
Este es un bar de amigos, ubicado en el barrio de nuñez, es un bar en una casa. El lugar está genial, todos los ambientes tienen distintos muebles retro, sillones y mesitas copados. Hay una pared que está toda empapelada con partituras. La barra es chiquita y preparan cosas clasicas: campari con naranja, fernet con coca, cerveza, whisky, cuba libre. Hay un mueble que almacena todas las botellas y arriba una moto, con discos y autos, que sirve de decoración. También hay un piano, un mueble que tiene todo tipo de reproductores musicales vintage, vinilos y un sector para el dj. El patio está barbaro, tipo terraza decorado con un montón de plantas y flores. La comida es temática y varía según la noche. A veces hay mexican, con nachos y salsas picantes, crema agria y tacos, otras hacen sushi, otras menú vegano. El día que yo fui era todo más argentino: bondiola braseada en cerveza negra, con puré de batatas, miel y oporto. Me encanta la comida agridulce asi que lo disfruté mucho. De postre, sopa de chocolate blanco con frambuesas y praline de almendras. Todo estaba riquisimo. Eso si, hay que reservar por teléfono porque hay pocas mesas. Por ahora es lo que se llama un bar clandestino, pero tiene muchas chances de transformarse en algo grande.