Como ya se dijo por acá, el reciente cambio de dueño que tuvo el lugar le dió un buen cambio de aire. Me gustaron las opciones que teníà la carta, los platos parecían todos muy buenos y con algo distinto y fue difícil elegir. Lo mismo que la carta de vinos, no tiene etiquetas extraordinarias pero tiene aquellas etiquetas que no fallan en una cena y eso es más que suficiente. El tamaño de los platos bien, no son hiper abundantes pero no te quedas ni con un poco de hambre, Los precios me parecieron acordes al lugar y a la comida además, tienen descuento con club la nación. Tienen cosas a mejorar, la atención del personal el muy amable pero capaz que falló un poco el timing y los platos tardaron bastante en venir y el retraso en traer la panera se hizo sentir un poco, pero nada grave. Fuí una noche de lluvia y no llegué a conocer la terraza que en verano debe estar muy buena.