Rauch

«Rauch» es una línea de zapatos artesanales con toda la onda. Hay modelos pensados para ellas, ellos y ellitos. Y todos los diseños combinan lo clásico, lo simple y lo original, con materiales de buenísima calidad.
Particularmente sus borcegos ya son un clásico para la platea femenina, y son ideales para llevarse de viaje y caminar, y caminar… Además, de cómodos y cancheros, resisten un montón. ¿Y lo mejor? Se pueden usar en invierno y en verano.
Prestá atención que a final de cada temporada hay liquidación.
Dato curioso: hay colores que no están en la página web.

El que avisa no traiciona, así que aviso: amo locamente Rauch. Locamente. Si pudiera casarme con una zapatería (?), Rauch sería mi media naranja.
Empezó a vender zapatos en una casa escondida entre las diagonales cercanas al Hipódromo de San Isidro, con horarios incómodos y donde ningún colectivo llega. Después de ver el catálogo por internet, al principio de cada temporada desde 2009, encontraba la manera de ir. Y no era la única, porque el living de esa casita siempre estaba lleno y lentamente la marca creció, creció y se hizo conocida y más conocida, hasta que abrió otra sucursal en Recoleta. Lo cierto es que no es una sucursal hecha y derecha, porque es otra casa particular abierta algunos días a la tarde, donde hay que tocar timbre para entrar, pero que queda más cerca que San Isidro al fondo.
Los diseños, los colores, la cantidad de stock [también los precios, es cierto], todo aumentó con el tiempo. Pero lo importante es que la calidad se mantuvo. Ahora diseñan para mujer, para hombres y para niños, siempre garantizando modelos originales y durabilidad. Suma simpatía y marca de autor que la bolsa en la que te dan los zapatos es de yute, sin caja y más que reutilizable. La página de internet es fundamental en la modalidad de compra: entrás y te enterás si tienen stock del modelo que buscás –si el modelo está en la página, ese día abren con una gran cantidad de pares-​.
¿Algo más? Los precios eran elevados hace unos años, pero ahora se alinearon e inclusive están un poco por debajo del promedio general. ¿Qué más? ¡Vayan! Para quienes gustan de los zapatos discretos pero con toda la onda del mundo, Rauch es el lugar mássúpermejorcoolcancherorock de todos.

Hace unos años me convertí en fan de los borcegos. Son cómodos para caminar mucho y me gustan más que las botas como calzado para usar todos los días cuando hace frío. Además, son ideales para cuando estoy de viaje. Cuestión que después de mucho uso rompí los que tenía y una amiga me sugirió ir al showroom de Rauch, una marca que tiene muchos borcegos.
Tienen dos locales a puertas cerradas, uno en Recoleta y el otro en San Isidro, que fue el primero que conocí, en una zona un tanto incómoda para llegar. Aunque no cambian mucho los modelos, renuevan colores y materiales en cada temporada: yo fui a comprarme unos borcegos negros y volví enamorada de unos verde botella, que tengo ahora. Hay de matelasse (con esa textura en la caña), diferentes suelas y punteras. Empezó con zapatos masculinos, y ahora hacen para mujeres y niños.
Durante el verano hay sandalias de tacos cómodos y tiras. En cada cambio de estación liquidan los pares que les quedaron, es una buena oportunidad para comprar un par y guardarlos unos meses. Solo atienden por la tarde, de martes a viernes. Son un poco caros pero son resistentes y duran, se amortizan. ¡Sobre todo si se convierten en tu calzado cómodo de cabecera!