So Bagel

Hermoso el food truck de Distrito Arcos, (últimamente mi paseo de compras favorito, pero eso lo dejo para otra reseña) tiene muchas mesitas alrededor y es ideal si querés pasar un rato tranqui. El café es un poco malo (soy buena) y espero que en algún momento mejoren eso pero vamos, el lugar se llama SO BAGEL así que SO MARIANA NO EXIJAS. Me pedí una promo de bagel dulce + café y lo único que no me gustó (aparte del café) fue que el calor del bagel + mermelada + queso crema hicieron un embarrado épico en mis manos que me tuvo un buen rato chupeteándome los dedos cual gatito con TOC. Quiero volver por lo salado ahora, parece ser el fuerte de la casa…

Exquisitos bagels en el Food Truck de Distrito Arcos. Probé el de pollo y el de lomito. También hay de pastrami y salmón. Ofrecen gaseosas en lata, limonada fresca y algunas cervezas. Tienen café y algunas opciones dulces. Excelente atención. Se puede abonar con débito/​crédito. Precio del bagel entre $ 70 y $ 80 aprox y gaseosas a $ 25.

De lo poco que hay en Distrito Arcos para comer. Todo delicioso, muy buena atención
Probe el de pastrami y el del salmon, ambos deliciososo. Quiero ir a probar los knishes porque tenían muy buena pinta. la limonada no sabia a nada

El food truck de So Bagel llegó al reciente inaugurado Distrito Arcos, el centro comercial delimitado por las calles Paraguay y Godoy Cruz que ya cuenta con varios locales (sobre todo de induemntaria) y algunas góndolas, ofreciéndose este estilo de paseo al aire libre como un nexo entre los llamados Palermo Soho y Palermo Hollywood. Y si bien aún falta mucha oferta gastronómica, es posible tentarnos con lo que por ahora se presenta.
So Bagel (que muchos pueden haber probado sus productos en el Buenos Aires Design) mantiene el sabor del típico bagel que uno puede comer si visitara Canadá o Estados Unidos, pero adaptado al paladar local. La masa no es dura, sino más bien esponjosa, y levemente crocante por fuera; y los ofrecen solos o rellenos: Tenderloin (lomo natural, huevo horneado, queso cheddar y un toque de salsa barbacoa), Lox (salmón ahumado, rúcula, cebolla morada, alcaparras y queso crema), Hot Pastrami (pastrón casero, cebolla caramelizada, pepinos y mostaza de Diyon) y Chicken (pollo a la plancha, rúcula, cebolla caramelizada y queso tybo). Además tienen opciones veggie y los plain pueden elegirse de cebolla, sésamo, amapola o harina integral.
La atención es buena y el pedido de elabora en el momento, lo cual no demora más de 10 minutos. También es importante que se ve la preparación a la vista, lo cual nos deja tranquilo en cuanto a la limpieza del lugar y cómo se tratan los productos.
Los precios varían dependiendo cuál bagel elijamos, pero los rellenos van de los $ 50 a los $ 70 y los simples tradicionales alrededor de $ 100 la docena (hay más pequeños que bajan su valor).
Sería una picardía no probar los bagels, pero para quienes no gustan, hay opciones de ensaladas, wraps y (continuando con la cultura judía) knishes de papa y papa y salmón.
Además de comerlos en el lugar (cuenta con algunas pocas masas y sillas al aire libre), es posible comprarlos y te los envuelven para llevarlos a casa freezados, para ir fraccionándolos y comer cuando la oportunidad de presente.
No es una comida que no podamos probar en algún otro local (los hay muy buenos en la ciudad y es un producto que se ofrece cada vez más) pero es una muy buena opción para quienes trabajan cerca y quieren dejar de lado por un instante el clásico sándwich de milanea.