TGI Friday’s

Desilusión… hacia mucho tiempo que no iba a comer a friday’s y los recuerdos que tenían eran buenos, pero ayer la cena la verdad que no me gustó. Pedimos una entrada (una especie de albondigas de pollo con queso) que no se parecía en NADA a la foto que muestra la carta, a pesar de eso de sabor estaban bien y fue lo que mas nos gusto… la hamburguesa estaba dura, seca y tenía un gusto raro, los tragos llenos de hielo y además de eso carísimo. No vuelvo más!

Creo que después de las dos últimas veces que fui me empecé a desenamorar de TGI Friday’s.
Para mantener al cliente contento no pueden cambiarte el tamaño de las porciones tan notoriamente y eso es lo que a mi en particular me pasó.
Fui por unos tragos y las clásicas entradas ya que casi todo tenía 2×1 hasta las 21hs.
Debo decir que los 2×1 eran bastante copados, primero porque lo podías compartir, y segundo porque no era necesario que las dos bebidas sean iguales. Ej: yo me pedí una caipiroska de maracuyá y el otro trago podía pedir hasta Baileys o lo que quisiera dentro de los tragos que estaban en el 2×1. BUENÍSIMO.
Lo mismo sucede con las entradas: podés pedir un 2×1 de muzzarellas, y decir: quiero una bandeja de muzzarellitas y otra de aros de cebolla. La trampa me parece que está en que te cobran la más cara pero bueno, sigue siendo conveniente.
Los platos eran muy chicos, pero al pedir varios te terminabas llenando. A mi criterio la calidad y cantidad disminuyó.
Dato a considerar: se puede reservar para grandes grupos sin la necesidad que esté más de la mitad presente para ir acomodandote.

Las papas con cheddar son papas enteras con el queso adentro, riquisimas. Las hamburguesas vienen con papas tambien, asi que no es tan caro ($ 125 la hamburguesa con papas al 23÷05÷15). A veces, según el día, tardan en traerte el pedido. En cuanto a comida americana es una buena opción a Johnny B Good que está cerca de ahí, aunque TGI es mucho más tranquilo y familiar.

Si vas un viernes a la noche seguro tengas espera porque el lugar está lleno full.
Probé el flat iron ojo de bife con puré de papás y cheddar, y estaba muyy bueno. El precio $ 187.
La atención fue muy agradable. Lo bueno de la bebida es que tenés 3 refill de vaso.
El gasto promedio es de $ 250 plato, bebida y postre, un toque alto para mi gusto comparado con otras opciones gastronómicas de la zona.

Nada del otro mundo.
Sábado a la noche, hora de cenar, recién salidos de Juegos Mentales (ver reseña anterior). Con mi mujer, mi cuñada y su novio cuando armamos este plan incluimos TGI Friday’s, porque ninguno de nosotros había ido y queríamos ver que onda.
Llegamos a eso de las 22, nos mandamos sin reserva y por suerte había una mesa para cuatro (quedaban más mesas pero eran pocas, estaba bastante lleno). El lugar es grande, la ambientación bien «norteamericana», la vista si te sentas en una ventana que da al dique es muy linda.
Voy a lo más importante, la comida. En general es rica, las porciones están bien. Como entrada pedimos aros de cebolla, no eran nada del otro mundo. Como plato principal los dos hombres pedimos el flat iron (ojo de bife), yo con papas fritas y salsa de tomate y pesto, y el otro con puré de papas con cheddar y salsa de mantequilla con champignones; las mujeres pidieron una bacon cheeseburguer con papas fritas. La carne MUY rica, aunque trajeron los dos bifes jugosos, y yo había pedido a punto (lo comí sin problemas, pero los quisquillosos hubieran pedido que lo tiren un rato más a la plancha). Lo malo de la carne era que según la carta las porciones eran «generosas», y podrían haber puesto bifes más grandes… un poco engañosa la carta al respecto. La hamburguesa me dijeron que estaba rica. La salsa de tomate y pesto muy rica, la de mantequilla con champignones no la probé pero me dijeron que básicamente era manteca con algunos pedacitos de champignones. El puré me dijeron que estaba bien, y las papas fritas, un comentario aparte: ERAN PAPAS MC CAIN. Tanto cuesta pelar y cortar papas «posta»?? Todo bien con las Mc Cain, pero eso restó un punto a la comida en general. Media pila, muchachos.
Destaco un par de cosas buenas: haber encontrado mesa yendo sin reserva un sábado a las 22 (no se agarren mucho de esto, tal vez sólo fue suerte); y más importante aún, la moza que nos tocó (creo que se llama Vanesa, no estoy seguro) fue muy simpática y atenta, a pesar de que tenía muchas mesas para atender.
Lo malo, que no es un detalle menor: los precios. No son acordes a la calidad de la comida y a las porciones que te sirven. Toda la comida que les detallé antes, además de un vaso de medio litro de Quilmes tirada para cada uno y el cubierto, dio un total de $ 830, si mal no recuerdo. Por esa plata (y por menos también) se puede comer mucho mejor en otro lugar. Lo del cubierto merece una mención aparte, porque fue una de las cosas más parecidas a un robo en esta cena: $ 23 por persona, y nos trajeron dos paneras (no muy llenas) con dos paquetitos de queso crema cada una. Se podían jugar un poco más…
En definitiva: lo recomiendo cómo para que vayan una vez a probar (hay más variedad de platos, tal vez hayan cosas mejores y se enganchen). Nosotros la pasamos bien pero no volveríamos.

Fui con las nenas porque vendía onda comedero familiar del Tio Moe y antes del cine me pudrí de llevarlas a Mc Donalds o Burguer King. El resultado, culinariamente hablando, no fue mucho mejor. Pedimos los nachos con queso. Vienen las tortillitas con el cheddar gratinado encima, gusto a plástico. De las tres salsas la única más o menos potable fue el guacamole. La hamburguesa Ultra Jack Daniels, tardó 40 minutos y estaba recontra pasada de cocción, directamente estaba blanca por dentro, y casi sin rastros de la famosa salsa. Probé las tiritas de pollo con salsa barbacoa Jack Daniels que dejó mi nena y estaban bastante bien. O sea la hamburguesa Jack Daniels no trae la salsa Jack Daniels y el kid menú sí. No sé si volver. Me quedé con ganas de probar las ribs.

I came here for lunch a week ago. Nothing special. The service was slow and I ordered a hamburger with fries. The meat was on the drier side, nothing memorable here. There are better options in a packed to the brim with restaurants area like Puerto Madero.

Viste como algunos dicen que la comida americana es de lo peor, bueno esos algunos parece que tenían razón (al menos con este).
La ambientación: 10 puntos, los baños decorados hermosos, la vestimenta de los empleados impecable, con gorrita y todo.
La atención de regular a mala.
Porciones grandes pero no enormes, y la calidad pasable.
Para ir, sobre todo si andas con ganas de sentirte un bol%#@ por haber pagado el doble o el triple por comida mas que regular.
Por si te sentís aventurero te recomiendo los carritos de costanera sur que son mas ricos!

Es una de las propuestas de comida norteamericana más conocidas y tiene varios locales en la ciudad. De todos los que fui, este es el más potable. La ambientación es genial, llena de guiños a la cultura pop.
La comida en sí está buena. Las baby ribs con salsa de jack daniel’s son mi plato favorito y encima es una porción enorme. Las hamburguesas también son muy ricas y gigantes. Además hay ensaladas, tacos, pollo, etc.
Para beber tienen ricos tragos, cervezas, unos batidos frozen sin alcohol y gaseosas (con refill gratis). Suele haber promociones para el after office.
El problema de estos lugares es la atención. Por el precio que cobran, es inaceptable que tengan una atención tan irregular y descuidada. Depende el día te pueden atender genial o bastante mal.
Hace mucho que dejé de ir porque por el mismo precio se puede comer mucho mejor en otros lugares de comida tex-​mex.

Por dónde empiezo? No hay un sólo comentario positivo. Claramente el esplendor de este lugar murió en los 90′
Si bien mantiene el tamaño de las porciones la comida bajo su calidad, los precios fueron en aumento y la atención cada día va de mal en peor. Daba gustó venir por la buena comida y la buena onda de las camareras pero todo eso quedo en el pasado y en un bello recuerdo como los 90.
Actualmente quienes lo siguen eligiendo en porque no han ido en mucho tiempo y aún conservan los recuerdos de los buenos momentos.
No recomiendo ir ni a Puerto Madero ni a Alto Palermo, son los peores.
Y aunque me duela escribir una reseña negativa sobre un lugar que se lleva buenos recuerdos de mi adolescencia es momento de no ir más y advertir a los demás que no desperdicien un dineral en ser mal atendidos y en comer aún peor.

Acá debería desprenderme de la subjetividad que me producen las bbq ribs y reseñar como una persona parcial, pero nada de eso va a suceder.
Efectivamente viviría comiendo en Fridays si mi sueldo me permitiese tal arrebato de amor.
Por empezar, la salsa jack daniels, ese nectar divino cuyo secreto no merecemos conocer los simples mortales, ya de por sí asegura mi permanencia como cliente habitué.
Las bbq ribs son ENORMES. Realmente se me hace dificil considerar si el plato es caro o no, porque la calidad lo vale. Los postres son otro panorama de felicidad gastronómica, sobretodo el postre Oreo. No existe ruptura amorosa, despido laboral o muerte mascotera que una combinación de picada + ribs + postre no puedan curar. O al menos procurar un momento de satisfacción gloriosa.
El lugar es bastante ruidoso y lleno de gente, por lo general, pero los chicos atienden más que bien. La mayoría son geniales, recomiendan buenas combinaciones de platos y tragos.
Es un muy buen lugar para ir a festejar algún evento, tipo cumpleaños de alguien de la oficina, o alguna noche de amigos.
Recomendadísimo, pero es para épocas de vacas gordas. No ir si uno está pensando en ahorrar para las vacaciones o algo similar.

Es el restaurante americano que todos quieren ir aunque sea una vez. La ambientación es lo mejor (si adoras la musica y lo vintage). Las porciones son buenas pero no así barato. Tardan en atenderte pero hablando pasa el tiempo. Nota al pie: el de Puerto Madero es mejor que en de Recoleta y los baños siempre limpios.

Me gusta mucho la comida americana asi quw cuando puedo me pego una vuelta. Los platos son abundantes, los aros de cebolla y los ribs son gloriosos. La ambientacion muy linda. Los mozos generalmente se los ve desbordados pero tratan de mantener la buena onda. La lastima es que en horarios picos la espera no baja de la hora y media. Pero si pueden es un lindo lugar para ir con amigos y pasarla bien!

Con este lugar me pasa algo particular. Voy desde que soy muy chica y me divertía mucho la ambientación y jugar un ratito a «estar en un verdadero lugar norteamericano». La comida era toda riquísima.
Ahora bien, eso cambió. TGI Friday’s ya no es lo mismo. La comida últimamente carece de presentación y ya no sabe tan bien. Es CARISIMO y realmente ya no lo vale. Es una lástima porque la ambientación es increíble.
Sólo conozco el de Puerto Madero, pero al ser una cadena, calculo que lo mismo ocurre en todas las sucursales. De todas formas, sigue lleno como en sus comienzos, así que capaz esto sea sólo una impresión mía.

Hace muchísimo que no iba a este TGI pero el domingo estábamos con una amiga por la zona así que almorzamos ahí. Llegamos a eso de las 3pm pero había gente esperando para ser llamada y unos 20 mins de espera. Le preguntamos si podíamos comer en la barra y nos dijeron que si.
Cuando entramos, oh sorpresa, casi todas las mesas estaban vacías. No sé si no tenían personal para atenderlas y por eso te dejaban esperando.
El servicio de mesa es chotísimo: dos panes un poco pasados con queso untable. Yo pedí el Jack Daniels chicken y mi amiga las ribs, ambos parecían recién salidos del microondas.
Lo peor fue cuando fuimos al baño, que queda al lado de la cocina y tenía un olor asquerosísimo que se sentía ya a unos metros. La verdad es que me parece que decayó muchísimo.

Empezaré diciendo que TGI no es lo que era. Hubo una época en la que las hamburguesas eran riquísimas, con sabores originales, contundentes y tal cual decíà la carta. Los empleados tenían sombreros de cotillón, la ropa llena de pines y medias de colores. Bueno, ya queda poco de todo eso. Las hamburguesas vienen desarmadas (me pone de malhumor que te traigan todos los ingredientes corridos), con algunas cosas escasas. Las fajitas vienen un poco mejor y los appetizers también se la bancan para compartir y picar. Rescato una hamburguesa: la de salsa de Jack Daniels está muy bien.
La coctelería que proponen definitivamente no es mi estilo: todo híper dulce y artificial, de colores. Pulgar abajo rotundo, aunque tengan un happy hour a buen precio. Hay una buena opción para la tardecita, con licuados y tortas (todo enorme). El ambiente es divertido, con colores, claramente enfocado al público joven y con buena música. Este local, además de los salones interiores (con buena capacidad de comensales), tiene mesas en la galería que da al dique.
La última vez que fui no tenían sistema, por lo que directamente no podías sentarse a la mesa: los pedidos los cursan a la cocina por esa vía, entonces estaba todo parado. El detalle fue que nos informaron lo que pasaba después de tenernos media hora en la puerta diciendo que no había lugar.

Después de haber ido al Fridays de Palermo casualmente a la semana me invitaron aquí, estaba como reacia a ir pero bueno, entré y realmente es otra onda.
Ademas de que el espacio es muy lindo sentirlo cerca del rio en Puerto Madero, La atención es muy diferente. Quien nos atendió era nuevo pero era re buena onda y se notaba que lo entrenaron bien, porque nos recomendó platos del día y que había de bueno para tomar y pasar la tarde — nos dimos cuenta que era nuevo porque el no lo dijo– simpatizó mucho con nosotros y se ganó su buena propina.
La comida si es igual que en cualquier Fridays, nada especial, lo que resalta son las salsas que le ponen.
EL lugar es bastante grande, cuando está mas o menos vació siempre te llevan cerca de las mesas que queda al costado del rió lo cual es copado porque el lugar tiende uno a perderse, bueno a mi me pasó jaja
Lo genial son los happy hours ya que puedes tomar buenos tragos a 2×1 y lo podés compartir, para mi cosa muy importante cuando voy con amigos a tomar algo a la tarde.

TGI Friday’s es un restaurant típico americano, con los nombres de las comidas en inglés y lleno de cuadros que reflejan la cultura estadounidense. El local de Puerto Madero tiene además unas mesitas en el deck para disfrutar de las noches de verano. La comida no falla: Ribs, aros de cebolla, hamburguesas abundantes pero no para compartir. Mi favorito son los postres, sobre todo el Oreo Madness.
Lo negativo que tiene son los precios. Son bastante caros, para ir una vez cada tanto. Yo recomiendo ir a comer sólo postres, que son para compartir y son una opción más económica. También suelen hacer happy hour o tener alguna bebida en promoción, por lo que hay que estar atento. Las meseras con su clásico uniforme a rayas y lleno de pins siempre son amables y dispuestas a cantarle el feliz cumpleaños a cualquiera!

Un riconcito yanki, de comida chatarra DEMASIADO buena.
Un atractivo importante de Fridays, es la opción Happy hour, 2×1 (de 4 a 9 pm) que cuenta con aperitivos de alitas de pollo, bastones de muzzarella, Fridays calamares, y aros de cebolla. También, para sumar la dosis salada del día, te ofrecen cheese burguers, completísimas, con panceta, doble queso, lechuga, tomate, im per di ble!
Los tragos están muy buenos y no son muy caros. Si aprovechás el 2×1 es súper conveniente. Entre ellos, mojitos, margaritas, daikiris, long island tea, electric lemonade, entre otros.
¿Para el postre? Te ofrecen mini desserts, que son como tortas pequeñísimas en vasitos de cóctel. De distintos gustos, oreo con crema, frutilla con crema, un capuchino helado dulcísimo, y uno más fresco, frutal de mango o ananá.
El placer +++ grande que te puedas imaginar es el BROWNIE OBSESSION, que es un brownie con helado de crema americana, nueces y salsa de chocolate.
Todo el tiempo promocionan «Ladies Night». Queda claro que los hombres quedan afuera (je!) Es para ir con amigas, se organiza todos los jueves, de 7 de la tarde hasta la medianoche, con geniales descuentos en tragos y comidas.
Su slogan es GREAT FOOD, GREAT DRINKS, GREAT FUN. No exageran sus promesas. La carta es formidable, la coctelería recomendable y la diversión, asegurada.