The Steve

Voy a comenzar hablando por lo más lindo del lugar, su ambientación… creo que es lo único que hace que te den un poco de ganas de volver. La estética del lugar es impecable, con madera, la mascota del lugar, velas, luz tenue… las sillas son viejas butacas de cine. dos patios divinos! Y un hogar que a la estética es hermosa. pero… MUY MAL que salis con un olor a humo como si estuviste haciendo un asado a leña todo el día… es una de las peores cosas que me puede pasar… y más cuando el lugar es «top» no estamos hablando de un carrito de la costanera.
En cuanto a las bebidas tomamos cerveza, estaba rica, primero nos trajeron una Scotish casi caliente… nos cambiaron sin problema pero nos aclararon que la temperatura esta bien. sisi obvio! De la 2. no de la 1 flaco! Una amiga pidió gaseosa y tooodass las que pidió no tenían nada… adivinen que terminó tomando. la única que tenían! Malisimo!
En cuanto a la comida el mozo nos aclaro que las tapas eran chicas y que los platos estaban bien y que las rabas eran abundantes… como les explico que su nivel de abundancia es NULO… estaban ricas? si. pero la porción no es nada abundante. La tapa que pedimos fue la Brusquetta de Salmón ahumado estetica cero, sabor rico y basta. Las hamburguesas son ricas, pero es más rica la de pollo que carne vacuna… increíblemente es más sabrosa. Pero la de carne es muy seca.
De postre pedimos el biscuit de chocolate. rico, pero se notaba que era con ingredientes económicos.
Volvería solo por la ambientación y con ganas de poder subir el nivel de estrellas de este lugar… veremos!

Bar ideado para una experiencia comunitaria. Tiene una gran mesa común en el medio donde se sientan todos, y muchas mesas comunes para grupos que quieran estar en lo suyo. El local esta muy bien decorado, y tiene un techo altísimo.
Su ambiente es lo más destacado. Tienen algunos tragos copados, las opciones de siempre de tirada, y algunos tapeos interesantes. Los precios están en línea con la zona, aunque me pareció escuchar que alguien pagaba con tarjeta y eso es un plus (ando con poca paciencia con la falta de tarjetas en Palermo).
Si queres ir a cenar algo es recomendable ir temprano porque las veces que fui se llenaba bastaaante y la barra es chica, y las mesas son lo primero que vuelan (por ahí tenes suerte en la mesa grande).

me gustan mucho los lugares que de afuera no dicen nada pero cuando entrás es una sorpresa, con The Steve me pasó eso, tal vez por esa primera impresión tenía las expectativas muy altas. nos atiende una camarera, muy atenta. pedimos. fuimos porque los tragos que ofrecían en la semana del cóctel eran los que más nos habían tentado y además porque eran los más económicos.
nos traen los primeros, muy ricos y en seguida la entrada de tortilla de papa, nada del otro mundo.
al rato nos traen los platos principales, pero no nos ofrecen nada para tomar, tuvimos que llamar a la camamarera (no fue la única vez que tuvimos que estar persiguiéndola), que a esta altura era otra. vale aclarar que había 4 mesas ocupadas como mucho, para tener en cuenta que no es que desbordaba el lugar como para que no estuvieran atentos a sus clientes.
yo pedí la ensalada de pollo porque entre sus ingreguientes figuraba palta y estaba antojada de palta casi como la China Suarez, si la ensalada tenía un décimo de palta era mucho, tendría que haber pedido la hamburguesa que pidió mi novio que estaba buena, con bastante ajo (a tener en cuenta si no te gusta, a nosotros sí).
de postre pedimos el biscuit de chocolate con helado de americna y reducción de maracuyá (2 gramos tenía nada más, era prácticamente decorativo). estaba rico.
digamos que hasta acá me pareció un poco pretencioso pero el lugar me gustó, nos sentamos al lado de la salamandra que tiene toda la onda pero que inevitablemente te deja un poco de olor a humo.
lo que me definió por 3 estrellas y no 4 fue el baño, muy deprimenente la decoración en genereal, pero lo peor es que los inodoros no tenían agua.
los precios un poco salados en comparación con la experiencia en general.

Me resulta raro que este lugar esté tan poco reseñado y que lo conozca poca gente.
Aprovechen y vayan ahora antes de que se haga muy conocido xq está 10 puntos. El ambiente y la decoración es muy buena y tiene tarjeta, lo cual sube puntos si sos un bar en palermo.

Muy mala experiencia la de anoche.
Le dejo dos estrellas sólo porque el lugar es muy lindo.
Yo recomendé este bar mil veces a mis hermanos: es íntimo, tiene un hogar en el medio rodeado de silloncitos, clave para una primera o segunda cita, y si bien era caro, tenían cerveza artesanal para darse el gusto.
Anoche fui a The Steve por el cumpleaños de una de mis cuñadas y la verdad que me fui ofendido.
Primero destaco que el lugar sigue siendo lindo y que preparan bien los tragos, peeeeero…
Nos pedimos una cerveza tirada con mis hermanos (Warsteiner, nada del otro mundo) a un descomunal precio de $ 80 el chop de un poquito menos de medio litro. Tardaron más de 15 minutos en traerlo (injustificable, el bar estaba casi vacío) y nos trajeron PURA ESPUMA, bastante bien disimulado porque los chops son de cerámica.
Por no pedirnos otro chasco, nos compartimos entre los 3 una jarra de gin tonic que estaba bastante aceptable, aunque con alcohol nacional.
Siguiente, con mi hermano mayor dijimos de compartir un whisky ya que pedir uno para cada uno sería demasiado teniendo en cuenta lo que se suele servir por costumbre.
Pedimos un jameson ($ 95) y una tapa de mar ($ 90).
Para nuestra sorpresa, la bartender nos sirve una pequeñisima medida con jigger y un chorrito más (el lado chiquito del jigger…) y cuando nos traen las tapas nos traen 2 rodajitas de pan con una pastita verde y 3 anchoas cada una.
Cuando terminamos nuestras «opulentas» tapas y nuestro «enorme» vaso de whisky, el encargado nos pregunta «que tal las tapas?» a la que respondí un seco «ricas».
Luego hace un comentario en el cual incitaría a comer más diciendo «se quedaron con sabor a poco?» y yo le dije «la verdad que si. Diminuto todo».
Enojado y con mala onda me dice «lo que pasa es que la gente confunde tapas con tapeo. Esto sólo eran tapas» y yo le dije «no soy idiota. No confundo tapas con tapeo, confundo el precio ya que eran 3 anchoitas de porquería».
No vuelvo.

Conocí este lugar gracias a amigos true Unilocalers y me encantó, la verdad que el espacio y la ambientación son increíbles, súper íntimo y es una especie de «bar oculto» ya que no hay cartel en la puerta por lo que hay que saber que el lugar está ahí y tocar el timbre. Tiene unos patiecitos así que se puede estar afuera también. Yo compartí una jarra de gin tonic y no era excelente la verdad pero los tragos que pidió el resto estaban muy bien (alrededor de $ 100 cada uno) Volvería porque vale la pena un lugar tan bien puesto!

Si vas sólo y nadie te contó que está casi escondido, seguro pasás de largo… Para ingresar hay que tocar el timbre, y una vez adentro, te encontrás con una joyita en construcción y ambientación. Eso es lo mejor del lugar, sin dudas. Una casa remodelada a bar, pero muuuuy amplia. Y además, con olor a madera.
En cuanto a los tragos, normaluchos. Pedimos una jarra de gin tonic entre tres y no tenía mucho gusto. La cerveza era mejor.
En la zona hay bares mejores…

«Ahi es??» Sisi es ahi toca timbre!
Estas en Victoria Brown parado contabilizando los sorbos de los que están sentados para calcular el tiempo que tenes para ocupar sus lugares? Buee hace como hicimos con mi novia… Abrimos Unilocal y vinos The Steve a la vuelta.
Lo que se ahorraron en fachada lo metieron adentro que no te engañe! Me gusto mucho el lugar! Espacio enorme con mesas para grupos numerosos y mesas mas para parejas! Atrás un espacio abierto pequeño pero muy simpático! Todo iluminado con unos simpáticos botellones de vidrio que se pueden ver en varias de las fotos publicadas…
Ultimamente me siento mucho en las barras. Esta vez Denis Jimenez fue nuestra bartender. Pedimos 2 tragos cada uno! Negroni para mi y un cynar julepe para ella, nos propuso hacer 2 reversiones de los mismos que nos gustaron mucho (la del negroni no me la acuerdo pero al julepe le dio un toque de burbon que levanto un poco al trago!) con la confianza ganada le pedimos que nos recomiende los próximos tragos (cosa que me encanta hacer) Old fashion con un toque de hesperidina y un «Peladomaister» que no se quedaron atrás! En la carta no aparecen ninguno de estros tragos, por eso me gusta hablarle al barman!
Precios razonables y buena calidad!
La próxima me como algo antes y actualizo la review!

Habiendo pasado varias veces por la puerta, nunca pensé que era un bar tipo loft/​galpón gigante. Fuimos porque en Victoria Brown no había ni lugar en la barra y no nos divertía quedarnos parados así que recordé haber leído sobre The Steve ahí a la vuelta. Suerte que fuimos! Nos sentamos en la barra y nos reencontramos con Denis Jiménez, que era la bartender de un evento al que habiamos ido unas semanas antes y nos había atendido bárbaro. No se desalienten por lo corta y clásica de la carta de tragos, pueden pedir cualquier otro trago y se los preparan, incluso para la segunda vuelta nos dejamos asesorar por Denis y nos hizo uno con un jagger casero «peladomeister» y un Old Fashioned con Hesperidina y algún otro twist. No puedo hablar por la comida porque veníamos de comer en otro lugar pero los tragos estuvieron más que bien, alrededor de $ 100 cada uno. Seguramente vuelva!

Digamos que hace rato me vienen nombrando este bar y nunca tuve la oportunidad de conocerlo. Ayer nos invitaron a la fiesta de su segundo aniversario asique fuimos de una.
Me encantó el lugar, de afuera es una onda como Duarte que si venís distraído ni te das cuenta que pasaste por al lado. Es como una especie de galpón, decorado de una forma muy copada. Para sentarte tenes varias opciones desde sillones, butacas de cine, una mesa grande onda comunitaria y un patio que por lo poco que vi tenia mucha onda. Tienen una chimenea (que ayer estaba apagada) que le da un toque especial.
La gente que atiende es muy copada, nos dieron para probar un trago que sinceramente ni me acuerdo que tenia pero estaba muy bueno.
Amé la música que pasan, es increíble, de afuera parecía que estaba re fuerte pero una vez adentro la música estaba acorde como para que puedas charlar tranquilamente.
Al ser un evento tuvimos la suerte de que sea casi todo gratis, te daban cerveza, jarra de campari/​gin tonic y negroni gratis y pasaban con pizzas de diferentes gustos. Por ende no pude ver la carta para ver las cosas que ofrecen ni el tema de los precios.
Dato extra: Pusieron las maquinitas para sacarte fotos y nos la pasamos ahí adentro!
En fin, me encantó este lugar. Volveré claramente, quiero conocer mejor las cosas que ofrecen.

Siempre fui a comer y puedo dar fe respecto al buen sabor de las hamburguesas y las ensaldas. El salón es muy amplio, la iluminación muy tenue y podría mejorarse el tema «asientos» ya que no son muy cómodas las opciones que ofrece.
Tiene dos patios chicos, uno adelante y otro atrás. El de atrás suele usarse para salir a fumar. Considérenlo si quieren sentarse afuera y no soportan el olor a cigarrillo.
Lo que le critico seriamente a este lugar es la acústica; es muy ruidoso. Si solucionan eso, sin duda sumaría otra estrella.

Conoci con una salida de amigos, y vuelvo a ir siempre que puedo. Es un lugar donde para entrar tener que tocar timbre (hay que ser ruidoso y tocar varias veces) Pero adentro es un lugar super lindo, con lugar al aire libre, mesas largas, y hay mesas tambien si hay lugar.
Tiene ricos tragos, y esta bueno para ir amigos, tiene musica copada, pero no muy alta asi que se puede charlas.
una muy buena opcion para cuando estas por Palermo.

El lugar es muy lindo y está bien ambientado, pero lamentablemente los tragos no están a la altura. Las opciones para comer tampoco son las mejores: nada se destaca demasiado. Lo que mejor zafa son las rabas.
Recomiendo más que nada para ir a tomar unas cervezas a precios decentes y disfrutar del lindo lugar. Pero sin grandes pretensiones.
Eso sí, la atención es lentísima. Si está muy concurrido, mejor pedir directamente en la barra.

The Steve es un bar más para cerveza que para tragos. Habiendo tanta oferta de barras buenas en Buenos Aires le cuesta competir por ese lado, pero en la cerveza por ahí se destaca un poco más. Lo que sí, podés pedir tragos clásicos en jarra.
La ambientación es algo original. Los precios están bien, la atención algo lenta

No sabes donde ir a tomar unos tragos? The Steve es siempre la respuesta. Buenos tragos y baratos. Y la onda del lugar es única. La música también

Conocí por un cumpleaños y qué buena sorpresa, es realmente un excelente lugar.
Muy bien atendidos durante toda la noche. Teníamos ya cubierto la comida y bebida, y no paró de fluir ambas. Deliciosas jarras de Campari y muy buenas cervezas artesanales. Y sirven un hercúleo Mojito.
El espacio es muy lindo y tiene lugar al aire libre.
Recomendadísimo, no pongo 5 porque se reserva sólo para ciertos lugares (?)

Para entrar tenés que tocar timbre, así que no dudes y hacelo que la vas a pasar genial. El lugar está muy bien decorado: sector con sillones tipo living, mesas comunitarias con butacas de cine y bancos en la barra. Para tomar hay cervezas variaa, tragos y ofrecen jarras de distinto tamaño para compartir. Aceptan tanto tarjeta como efectivo. Ahora en cuanto a la onda del lugar está muy bueno para sociabilizar, pero también podés ir en plan cita. Suele ponerse temprano y a las 4 ya cierra, asi que conviene caer tipo 1. La música es muy copada. Sin duda si estás cansado de ir siempre a los mismos bares andá a conocer Steve.

Awwwwwwwww es lo primero que pienso cuando se me viene a la cabeza el lindísimo espacio The Steve.
Lo conocí por un evento de bares y arte; y cuando entré me encontré con artistas trabajando en un gran lienzo en el pequeño jardín frontal, mientras otros dibujaban a mano alzada.
Vale la pena perderse en los cuadros, detalles de lámparas y decoración.
El espacio es precioso, con cierto estilo parecido al de Olsen, pero más íntimo e ideal para una fria noche de invierno al lado del fueguito, en plan romanticón. Aunque también hay espacio para grupos grandes y el amplio salón no resulta bullicioso.
No cené todavía acá, pero claramente pienso volver. Los precios me parecieron que estaban bien, aunque la carta de tragos no es tan extensa.
Nos sentamos en la barra y el barman demostró mucha dedicación en hacernos sentir cómodos.
Esta es una reseña que espero actualizar y agrandar en breve!

Este bar es muuy lindo! Amplio con un techo altisimo. Con una terraza trasera muy agradable. Tiene una buena barra de cocktails y una carta con ricas opciones. Los precios son buenos también. Musica agradable con pantallas gigantes donde pasan videos y partidos.
Mi única queja seríà la demora en el servicio, he ido muchisimas veces y siempre pasa que tardan bastante con todo, hasta en tomarte el pedido. Mucha gente prefiere ir a pagar directamente en la caja.

Fui al The Steve para un evento privado de Eventioz. Si bien tiene el nombre del bar afuera, no es obvio. De hecho, parece más un lugar de fiestas privadas pero no lo es.
El bar en si es realmente hermoso (no me quejaría si mi casa del futuro fuera igual) y tiene mucho espacio. Hay techos altos, dos patios — uno atrás y uno adelante — mesas grandes tipo picnic para compartir y sillones y sillas comodas para charlar con amigos. Creo que encima tiene un segundo piso que no es una sala aparte sino que te da la vista del resto del salón. La barra principal está justo en el medio. El lugar tiene una onda de ‘shabby chic’ y mucho de la decoración usa madera. Todo es realmente perfecto.
Como fue un evento privado pudimos aprovechar para tomar algo y charlar con la gente. El bartender nos hizo algunos negronis muy, muy buenos y tomamos un vino de la casa normal. Además, se ve que están equipados para hacer fiestas privadas porque salieron con copetines y entradas chicas (tipo sopa y bruschetta) para ir picando.
La verdad no sé cómo es normalmente, pero tengo muchas ganas de volver. Sería una cita o lugar de reunión impresionante y, si tenes los amigos para llenarlo, sería increíble para una fiesta de cumpleaños privada. ¡Vuelvo seguro!