Trattoria Olivetti

Interesante la carta hasta que pedis… Platos NO elaborados en el momento, que por fuera esta calentito y el centro helado ! La presentación de algunos platos es buena, pero deja mucho que desear. No vuelvo.

Excelente todo
Ubicacion
Atencion
Seriedad
Calidad
Precio
La sopa increible
Las pastas tambien
Vayan!!!

Vinimos por la ayuda solidaria a la fundación Tzedaka para que muchos niños puedan estudiando.

Vamos a ser sinceros. Nos sentamos ahí porque Voulez bar explotaba de gente. Y Olivetti era tan sencillo como cruzar la calle.
Nos atendieron enseguida, el mozo nos comentó todas las opciones que teníamos ya que eran 7:30 pm y la idea era picar algo.
Tienen algunos 2×1 en cervezas y platos y ensaladas para los tempraneros.
Pero la carta no es muy extensa.
Pedimos una copa de vino y probamos el ragout de conejo.
Sirve para picar, no esperen solo alimentarse de eso, pero imposible perdérselo.
Después de la primer buena impresión. El servicio fue bastante malo, en la hora que estuvimos se acercaron 3 camareros distintos y con cada uno era como empezar de cero.
Nos quisieron cobrar varias cosas que no consumimos, por lo que es importante chequear la cuenta.
No descarto probarlo algún día para comer, pero exceptuando al ragout no me cautivaron.
Too bad!

Fui un domingo previo lunes feriado a «la hora del aperitivo» porque Malvon estaba cerrado. Pedí un Aperol Spritz y lo hicieron mal (parecía tener jugo de naranja y un poco de Campari también) pero lo que inventaron les quedó rico. Hiper recomendable el «frito de mare» o algo asi que tenía calamares, zucchinis y algo más fritos. Ideal para acompañar un trago y picar algo. Gastamos $ 150 cada una, no es barato, pero nos atendieron bien y la terraza invita a volver en alguna noche cálida de verano (ya comi en ella cuando todavía era Pizza & Espuma). Puede que vuelva a probar las pastas.

Este restaurante es excelente, siempre me voy feliz pero con un agujero en la billetera, pero feliz repito. Su decoración es muy informal y desconracturada, algo así como estar sentados en una gran cocina. Paredes con cerámicos blanco antiguos, mesas de madera natural, una barra abierta al salón de los comensales. Techos muy altos con un entrepiso q balconea hacia el espacio central más íntimo y una terraza divina para los días de calor. También tiene lugar afuera en la vereda.
Tienen un menú del día que incluye antipasto, plato principal y postre generalmente muy buenos y con opciones para elegir. Suele ser mas barato que pedir todas esas cosas por separado pero yo siempre prefiero ir a picotear y beber un buen cóctel.
Tienen unas picadas calientes muy deliciosas, y todo lo que sirven es de excelente calidad. Las olivas verdes rellenas de queso, empanadas y fritas son una locura de otra galaxia.
Ideal para tomar aperitivos y probar de todo un poco, predomina la comida italiana, mucha pasta tentadora, mucho antipasto tentador.
La atención de los mozos es muy buena, nunca te va a faltar pan en la mesa.

desastre. malisimo. capaz q deberia dejar pasar un rato asi se me va la indignacion.
siempre pasaba y decia voy a ir… bien recomendado, buenos aires food week… DE TERROR
empezamos con el mozo diciendo q no tenia el vino q pedimos (el q prlmocionaban en la mesa). tampoco tenían ñoquis, siendo un restaurant de comida italiana…
el risoto q comi estaba como uno q puedo hacer yo. zafaba. mal el punto del arroz como principal cosa a criticar
lo mejor llegó cuando haciendo sobremesa aparece una cucarachita en la mesa. la mato. le digo al mozo. se rie. me dice q estan afuera esperando los de fumigaciones y q cuando nos vayamos iban a desinfectar todo.
como muestra de buena voluntad, nos regalaron el café en una cuenta de mas de 2500 pesos
no volveria a ir nunca en mi vida.

Salmon tartare and a salad for lunch.
We stopped by here, just on a hunch.
Good staff, classic italian décor,
And people watching from the second floor.
I’d go back for the wine of course.
And postre too, to avoid remorse.

Cocina italiana altamente recomendable. Adoro las pastas y creo que encontré mi lugar en el mundo gastronómico.
Olivetti está ubicado en un circuito dentro de todo nuevo, alrededor de Cervino. Es una esquina que invita a sentirse por un rato italiano.
La ambientación es muy buena e intima, con poca luz. Puede ser un buen lugar para ir en pareja.
La carta no es extensa porque va cambiando con las estaciones del año, por lo que si vas en invierno vas a encontrar platos diferentes a verano.
Mientras decidíamos que ordenar, nos acercaron una panera que tenia unos panes tostados saborizados y pedacitos de pizza.
De plato principal elegí una pasta con langostinos, que fue una delicia. Cada bocado era una fiesta!
De verdad que se sentían los sabores de todos los productos y de la pasta casera.
De postre, no podía irme sin probar un clásico tiramisú. También fue una exquisitez sentir el sabor del café y su textura ideal.

Cocina Italiana muy buena. Il camerieri un capo, importato della Italia direttamente al ristorante, da Brescia.
Los platos abundantes.

C and I were headed to another restaurant, but C was in the mood for pasta, so we decided to take an outdoor table.
Food: 4 stars — We shared a pasta dish, but I have no recollection which one. It was quite good.
Service: 4 stars
Ambiance: 4 stars
Website: Worthless

Muy buena la terraza. Si el dia está lindo no se lo pierdan. Recomendamos la burrata y los ravioles de ricotta con nuez y salsa de hongos y trufas. La bolsita de pan es la gloria total. Buena la atención. Acabamos de pedir un tiramisú: excelente.

Olivetti es un favorito del barrio, y uno de mis lugares de comida italiana fijos. Cuando tengo antojo de unas buenas pastas, acá es donde acudo.
La carta es por estaciones así que no siempre tienen los mismos platos, pero la idea básica permanece: carnes, pastas, vinos, postres, todo de primerísima calidad y con un enorme apego a la auténtica cocina italiana. En Olivetti mantienen un equilibrio muy cuidado en sus platos entre tradición italiana, y sello propio.
Algunos de mis favoritos son las pastas secas (las rellenas no son feas, pero tampoco son «pastas» en serio, admitámoslo), la berenjena rellena (la mejor que he probado) y el tiramisú. Para acompañar, algún vino en botella o copa es la mejor opción.
La atención es muy cordial, pero la rapidez no es su fuerte. Los platos merecen que le tengamos un poco de paciencia, lo aseguro.

Lo que me pasó con Olivetti-​y en varias ocasiones consecutivas-​fue una decepción, pero igual, decepción tras decepción, hay algo que me dice que hay que darle otra oportunidad.
A ver, desde que entras y miras un poco las paredes y después la carta, es evidente que los productos que utilizan para todas las recetas son de recontra primera. Pero hay un desfasaje entre el momento de volcar los ingredientes y el plato terminado. Algo no cierra. Además, y en ésto si estoy segura, creo que desde el vamos apuntaron a una propuesta que fuera pretenciosa en todas sus formas, esto es: reducir las cantidades y traducir todo eso que sacaron, en un precio pesado.
La primera vez que fui pedí pescado que venía cocinado en vino blanco dentro de un sobre de papel metálico. El pescado no tenía sabor a nada y el vino no había evaporado el alcohol, por lo que cada bocado solo tenía sabor a alcohol caliente. Lo tuve que dejar entero. Me regalaron un tiramisú pero creo que no me deberían ni haber cobrado el plato. En otras oportunidades, fui a tomar el té. La pastelería se ve divina expuesta en la mesa del centro, pero al momento de comerla todo el brillo quedó en la apariencia. Otra. Pedí el té de la tarde que venía con café con leche, tostadas con queso y mermelada y jugo de naranja. El café con leche venía en pocillo, las tostadas eran dos de pan de miñon cortado al medio-​microscópicas-​y el «jugo de naranja» era de caja tipo Cepita en el vasito que te dan para la soda. Y mejor ni cuento el precio.
En fin, quizás haya que volver y dar otra oportunidad, o ir y sacarse la duda.

Auténtica comida italiana. En Olivetti le prestan mucha atención a la materia prima, lo que se traduce en platos excelentes que parecen hechos con mucho amor por tu nonna italiana. El menú en este restaurant es estacional, por lo que los platos van variando de acuerdo a los productos disponibles en la época del año. Quizás conseguís el mismo plato, pero un poquito distinto. Por ejemplo, unos exquisitos ñoquis con una salsa que en verano tiene pato y en invierno, jabalí.
Es ideal tanto para el día como para la noche. La ventaja del mediodía es que tienen menús ejecutivos BUENISIMOS, con antipastos de primer plato (ESPECTACULARES) y un segundo plato re abundante, y bastante baratos. La noche, igualmente, también tiene lo suyo y es normal que te reciban con un vasito de cinzano con soda, cortesía de la casa.
Un detalle pintoresco es que te traen muchas cosas en bolsitas de papel. Por ejemplo, el pan viene en una bolsa de papel madera con un sello que dice «panne», la cuenta, en otro paquetito que dice «il conto». No se, le agrega personalidad al lugar.
Recomiendo para ir con amigos y tener una buena experiencia.