Nemo

Fui por una cena de trabajo, comimos la variedad de pescados a la plancha como principal y raciones de rabas de entradas. Es pescado así que no es barato, pero la atención fue 10 pts, la comida super fresca y abundante. De postre comí un volcán de chocolate 140 pesos. Bastante caro para mi opinión.

Nemo es un pequeño restaurante en la zona de Palermo botánico, y se distingue su carta de pescados y mariscos.
El ambiente es tranquilo, marino y algo romántico, lo recomendaría especialmente para ir en pareja.
La carta es muy variada y tienen diferentes tipos de pesacado, no las típicas opciones que encontras en la mayoría de los restaurantes. Nosotros comimos brotóla y abadejo en esta ocasión, pero nos quedamos con ganas de probar un montón de otros platos. La comida en si estaba deliciosa, realmente disfrutamos lo que comimos y fue una ocasión especial.
Volvería a ir sin dudarlo!

Nemo es un restaurante especializado en pescados y frutos de mar. Pasé muchas veces por la vereda y el lugar no me decía mucho. Un día tuve antojo de pescado y decidí entrar.
La comida realmente es buena, y sus productos frescos. Pedí el plato del día que era pesca del día con papas naturales. Riquísimo! El pescado era brótola, que me encantaaaaa!
El restaurante es bastante grande, algunas mesas afuera y la decoración no sé, neeehhh. O mejor dicho puajjjj. Hay que elegir colores tan feos? Really? Really Nemo?
Ahora, que rico lo que hacen! la cocina es excelente, probé en otra ocasión la picada de mariscos, que debo decir que siendo de la Patagonia no me da confianza comer mariscos en Buenos Aires, pero Nemo me sorprendió. Todo se veía. y además era, de calidad y fresco.
En las pizarras de la vereda siempre ofrecen algún menú y sándwiches. Por las reseñas que hay, voy a volver a probar alguno!

Me puse como meta comer pescadito POR LO MENOS una vez a la semana. Los que trabajan en oficina sabrán que es imposible hacer eso sin que te linchen.
El sushi está descartado porque yo no soy gerente, yo soy pobre! Cuestión que un día caminando por acá vi el cartel en la puerta de Nemo que casi decía ricos sanguches pase usted, y bueno.
Nemo es un restaurant que se dedica casi exclusivamente a la cocina de mar. Creo que tienen algún plato de carne, pero la verdad que no estoy seguro. La cocina está más vale orientada a platos con pescados, mariscos, etc. NO a sushi, tiraditos y esas cuestiones más comunes de encontrar en este tipo de cocinas. Tienen cebiche, eso sí.
Como en todos los restaurantes que se dedican a la comida de mar, es CARO. Sin embargo, los sánguches son sorprendentemente baratos. Mucho más que los de otras opciones de la zona (Boulan, Pick Market, Mishiguene, Coco).
El lugar es medio bajón. A ver, no es FEO, pero no es lindo. El salón es bastante grande, y está dividido en dos partes, una al frente y otra atrás. La decoración es maso, los colores son chotos y la luz es escasa y horrible. Los vidrios que dan a la calle están totalmente cubiertos de calcomanías y cosas que no dejan ver hacia afuera y no dejan entrar la luz. Las sillas son medio incómodas y NO HAY SEÑAL DE NINGÚN TIPO NI WIFI. Lleven cartas para jugar mientras esperan, no sé.
La primera vez me pedí el sánguche de salmón grillado ($ 65, Octubre 2015) y resultó genial, super sabroso, el pan tostadito bien crocante y los ingredientes super frescos. Pero la verdad que tardaron unos 25 minutos en hacerlo, cosa que, si sólo tenés una hora para salir a comer, es una eternidad. Sobre todo sin internet.
La segunda vez pedí el de salmón gravlax, que es básicamente el mismo pero pensé que quizás, ahorrando el tiempo de grillar el salmón me lo iban a dar al toque. Error. Tardaron 20 minutos igual.
Otra cosa maso, los sánguches son sólo en efectivo.

Es un lugar al que yo venía siempre y era un placer, volví después de un tiempo y me encontré con una carta muy pobre, precios muy caros y pésima atención. Como ejemplo: nos trajeron pan y nunca algo para untarlo, no así a la mesa de al lado que le llevaron todo, volver? difícil lo pensaría dos veces

Delicioso y fresco menú de pescado. El lugar es pequeño y no tendrás intimidad pero comerás súper bien!

Pequeño, coqueto e informal
Pescados súper frescos, variados y muy bien cocinados.
Excelente atención
Por poner una pega, la carta de vinos muy corta y los precios altos, una pena!
Hemos pedido una tabla de pescados para 2 (650 gr en 5 variedades de pescados frescos con dos guarniciones (patatas a la plan a y arroz con limón y jengibre)
Hemos quedado muy satisfechos
Postre espuma de sambayon con frutos rojos
Repetiré!

Cuando estaba embarazada tuve antojo de pescado a la plancha y pasé meses yendo a este lugar. Es chiquito, tiene las mesas muy juntas y si no vas temprano o pasada la hora del almuerzo o cena, está lleno y no entra un alfiler.
La picada de mar es una delicia y es para compartir. Realmente la recomiendo, aunque no sea lo mas barato de la carta, si vas a nemo y no comes la picada es como ir a guerrin y no pedir pizza. Todo el pescado a la plancha es recomendable, pero si pedis la picada comes muchas variedades, un poco de todo.
Nosotros lo pediamos con verduras saltadas o a la plancha y salían muy bien.
No es un restaurante barato, pero la comida que sirven es buena y fresca, no siempre se puede decir eso del pescado en esta ciudad.
La atencion es esmerada y atenta, no probé los postres porque no vi nada que me interesara en particular.

Nemo es un restaurante exclusivo de pescados y mariscos. Si estás con antojo de comida de mar, no busques otra cosa porque Nemo es el indicado. Es un restó pequeñísimo, muy diminuto, pero agradable y con buena decoración.
La especialidad es el pescado a la plancha. He probado la ‘planchada nemo’, que es una picada pero de mar, por supuesto a la plancha. Impresionante de rico. Es para compartir porque es bastante abundante. Y el precio es acorde, es elevado pero proporcional a lo que ofrecen. Tenía variedad de pescados y mariscos y guarniciones no obvias, innovadoras. Otra vez comí un pacú a la plancha con cous cous como acompañamiento y todavía lo recuerdo con mucho amor porque era algo para morirse comiendo eso. Tienen buenos productos, frescos y cuidados, saben cocinarlos y las guarniciones también son destacables.
El servicio es atento. Bajo un puntito porque el lugar es tan pero tan pequeño que llega un momento, cuando se llena, que te enterás de la vida de todos los comenzales, las mesas tan pegadas y ruidosas le quitan un poco de intimidad a tu velada.