Guido’s Bar

El tano es un baluarte de la cocina italiana, hay que confiar en lo que te recomienda ese dia, trabaja con las mejores materias primas del mercado del dia. Siempre las entradas son muy buenas, y las pastas son de lo mejor de Buenos Aires. La degustacion final de postres es imperdible.
Si viajas a Italia sus consejos son invalorables.

Mi reseña es por la «terraza”(en mi barrio a eso le decimos patio) y los tragos como post comida en La Clotilde (a 3 cuadras). Si bien Boulevard Cerviño está bueno para comer, no es tan así para tomar algo lamentablemente y yo creo que Guido’s se aprovecha vilmente de eso. Un Americano (Campari, Cinzano Rosso y soda) no puede costar $ 150 como si fuera el mejor trago de autor de Verne Club. Es un aperitivo, y ellos que venden «italianidad» deberían saberlo mejor que nadie. Tienen una carta muy simple, con precios demasiado elevados. Como se largó a llover, quienes habían pedido el Happy Hour de cervezas ni siquiera lo aprovecharon pero la verdad es que nos sentimos bastante estafados, además de que había que tirar bengalas para que te atiendan. No vuelvo.

Esto no es comida italiana, es una estafa, mal servicio, malísimo el ambiente, la comida esta mal hecha, vinos mediocres y encima ni sabes cuanto te van a cobrar ni que te van a servir. Termina saliendo carisimo para lo que te sirven y encima no es lo mismo en todas las mesas. Ejemplo: en la otra mesa sirvieron burrata y dieron la opción de pasta al tartufo y a mi tres opciones de salsa berretas. No lo recomiendo en absoluto, me arruinaron la noche.

Since there are no Reviews in English I thought I would add one for this wonderful little place. It’s definitely one of the highlights of my visit. The food was fabulous and the service superb. I will definitely return on my next visit.

Para mi es el mejor restaurante de comida italiana. A la noche tiene un menú fijo. Las entradas son muy variables y frescas. Los platos de fondo son pastas, pollos o carnes. Las pastas salen bien al dente y con muy buenas salsas. Los postres son muy recomendables, lo único que no estoy de acuerdo es el valor del cubierto demasiado elevado.

fui creyendo q era un restaurant de esos q el mozo te trae lo q quiere… y si. «el mozo te trae lo q quiere» en realidad funciona con mismo menu para todos los q esa noche vayan al lugar… no es q dependiendo de tu cara el mozo te sorprende. te traen entrada fria (5 platitos variados) y luego entrada caliente, plato (risoto o fideos el dia q yo fui) y postre. todo para compartir.
lo unico q te dejan probar es el vino.
para dos personas sin café gastamos 700 pesos (junio 2015).
esta bueno para esos dias en que queres que te atiendan sin tener q pensar que pedir mas q la elección q tomaste antes de entrar que es la de comer comida italiana

Tal vez lo ves de afuera no dice nada y pasás de largo… porque está en una zona donde no esperás ni ahí encontrarte con este tipo de café bar estilo polémica en el bar bohemio, pero vale la pena tomar el riesgo y dejarse llevar por la situación, no te va a decepcionar, dejá que el mozo te atienda y te vaya trayendo, puede ser que comience con un picoteo de todo un poco, anti pasto, boccocinos, pizza, entre otros… todo de primera calidad y hecho en el día, comé a tu ritmo haciendo espacio en cámara lenta, que el mozo luego muy amablemente, en el timing perfecto, te va a ofrecer por ejemplo pastas. A lo cual no te niegues, ja! realmente las pastas son exquisitas. Las que probamos eran con una salsa de verdeo, almendras y crema. Nos fuimos dándonos cuenta que nunca miramos la carta, tal vez un punto negativo este aspecto, porque no sabes cuanto te va salir la joda al final.
El gasto promedio por persona, tapeando, con pastas bebida y café $ 250. Un poco elevado pero se come bien! Lo que define al lugar sin dudas es el buen comer, lo estético y chic no cuenta esta vez.

Espectacular. Muy recomendable!!! La atención de primera y las mejores pastas de buenos aires

este ya es un clasico de buenos aires.
situado enfrente del zoologico, uno llega y ya se siente atraido por el aspecto descontracturado, con una fuerte identidad italiana (y mil cosas de ese pais colgando de las paredes).
entras y te sientan donde quieren, te dan de comer lo que se les canta y te cobran segun tu aspecto.
dicho asi suena rudo y duro, pero lo hacen con esa dulzura italica que todo parece mandado a hacer para uno.
al final comiste lo que quiso guido (o su lugarteniente de turno) y pagaste lo que te anotaron en el mantelito de papel, pero te vas de lo mas campante.
el lugar esta siempre lleno, hay mucha celebrity dando vueltas y ya se convirtio en un clasico. es que hicieron de eso de darte de comer un arte y uno nunca se siente obligado, aunque no haya tomado ninguna decision despues de haber atravesado la puerta.

Cuando uno pasa por la puerta de Guido’s siente una atracción por el lugar que lo transforma en inevitable.
Sentarse en Guido’s significa sentarse en un lugar familiar, donde todo parece riquísimo.
Que nos traigan la carta no implica que podamos elegir lo que vamos a comer, Guido’s ya tiene pensado enamorar a cada comensal y darle lo mejor de si.
Dejar que elijan por nosotros en la comida y el vino es lo que hace que funcione.
Uno se va sintiendo que es de la casa y con locas ganas de volver.

Guido’s Bar es un lugar clasico italiano ideal para ir en grupo y comer muy buenas pastas hasta reventar. No es a la carta ni de determinados pasos, te van a traer y traer diferentes platos y vinos hasta que digan basta.
Fui en un grupo de 5 y la pasamos muy bien, aca no es para elegir un buen vino ni para comer algo liviano. La calidad de los platos es muy alta, la atencion es destacada, el lugar es chiquito pero acogedor y decorado con todo tipo de cliches argentinos de antaño. Vale la pena probarlo por lo menos una vez. Lo unico malo es que no tenia idea de los precios porque no figuran en ningun lado, al final de todo nos cobraron 250 pesos cada uno pero para todo lo que comimos y tomamos me parece que estaba bien, solo que si estas buscando un lugar barato o si queres estar al tanto de lo que vas a gastar, conviene ir a otro lado.