Trianon

Llegue a Trianon por casualidad, sin tener planeado qué o dónde comer con mi novio, pero con ganas de salir a romper un poquito la rutina de la semana. Apenas entramos, procedí a hacer mi check in en Unilocal y mirar las reseñas del local. Apenas vi las dos estrellas y media me preocupé un poco, porque realmente confío en las apreciaciones de los Unilocalers. Sin embargo, ya en casa y sin poder levantarme, creo que en el caso no le hacen justicia.
El local es un restorante /​cantina, quizás un poquito mejor decorado que el promedio de las caantinas de barrio, pero sin pretensiones excesivas desde lo estético. El trato absolutamente agradable y servicial de los mozos desde el momento del ingreso ya resultó un enorme punto a favor.
Habíamos elegido entrar por dos promociones de picada que habíamos pensado como opción súper accesible (picada para dos de fiambres o pizza más jarra de cerveza tirada por ¹⁹⁰⁄₁₅₀ pesos en cada caso), pero una mirada a la carta nos hizo cambiar de opción. Una amplia variedad de platos con precios accesibles nos tentaron y terminamos pidiendo un medio bife de chorizo a caballo con guarnición (él) y unas milanesas de muzzarella con puré de calabaza y espinaca (yo). (Nota: el menú light es muy amplio y súper barato). Como se puede ver en las fotos, las porciones no decepcionaron ni un poco. ¡Incluso tuvimos que dejar algo!
El servicio incluyó panera, un tentempié de berenjenas al escabeche, y junto con la jarra de cerveza tirada (baratisima a 70 $ y con los chopps recién sacados del freezer), un copetín de palitos, papitas y maní.
No pedimos postre (¡imposible con esas porciones!), así que debo el dato, pero realmente la experiencia fue muy buena, sobre todo a precios de fast food. Ah, porque me olvidaba, si bien el plato de carne costaba lo que en cualquier lugar del estilo, ¡el otro plato salió solamente 65 $!
Cobran cubierto, eso sí. Pero incluso con ello, fue una excelente velada.
Si estás buscando un restaurante Michellin, no es el caso, pero si querés un buen restaurante de barrio, con porciones muy abundantes, precios accesibles, buen trato y ambiente, te lo recomiendo, para pasar una genial ocasión.

Que triste que sean sólo dos estrellas. A ver… el lugar no está mal, pero está venido a menos. Desde afuera parece un gran restaurante pero por dentro se nota que falta algo de mantenimiento. Quedó algo avejentado.
En cuanto a la calidad de sus productos debo decir que están «bien», ni muy muy ni tan tan. En este caso decidimos tomar la merienda. Pedimos el «té trianon» que cuenta con dos tazas de té o café con leche, una porción de torta (elegimos selva negra), seis masas finas, un tostado, dos medialunas y dos copas de jugo de naranja exprimido, todo esto por el precio de $ 120. La verdad que me resultó barato, pero todo tiene su contra, el café con leche no era el más rico, la porción de torta no estaba muy buena. Rescato el tostado que particularmente me gustó. Como estaba saciada no probé el resto de lo que ofrecían. Tal vez prefiera pagar un poco más por mejor calidad.
En la carta hay comidas y hay promos de picadas, desconozco si se destacan.
La atención fue muy buena, los mozos están uniformados como los de antes y la verdad que no tengo ninguna observación para hacerles.
Considero que si al lugar le diesen un poquito más de amor, éste sería muy recomendable.

Por sólo $ 70 Trianon ofrece un menú ejecutivo con opciones sanas y accesibles. Incluye bebida (agua, gaseosa o un vaso de vino), un plato principal y postre o café. Fui el martes pasado y almorcé ¼ de pollo a la parrilla con verduras al vapor, plato que cumplió justito con mis expectativas (quizás me hubiera gustado recibir mayor variedad y cantidad de verduras). De postre, una bocha de helado de frutilla y como bonus track, el partido de Holanda — Australia en el mundial. El servicio de los camareros es justito, como los platos, podrían explicar mejor en qué consiste el menú, algo que casi adiviné por casualidad. Pero la calidad de los platos es bueno (7 puntitos). Mejor adentro que en la vereda.