Yuki

Hace años, mi pareja me decía que teníamos que ir a comer sushi «de verdad» a Yuki, pero entre una cosa y otra pude ir a ese magnífico lugar la semana pasada. Una verdadera joya que todos los Unilocalers deberían conocer.
De afuera, el lugar no dice nada. Literal, no hay ningún cartel con el nombre del restaurante manejado por japoneses (y lleno de comensales orientales), sólo la dirección: Pasco 740. Dato importante es que es clave reservar para tener lugar cómodo.
La atmosfera del lugar es imponente y todo tiene un perfil marcadamente oriental. Al ingresar al salón sentís la necesidad de bajar la voz y hacer poco ruido. Nosotros nos ubicamos en un salón cerrado ideal para grupos –éramos siete– pero también hay mesas y boxes.
¿Un tip? Si uno es aventurero (?) está muy bueno pedirle al mozo que traiga a la mesa lo que «le parezca». Eso hicimos y vivimos una comida espectacular. Todo comenzó con una mini picadita de cortesía que incluía unos platitos con atún, arrollado de omelette y nabo salteado, todas cositas muy ricas que ponían a prueba el uso de los palitos chinos.
Luego, arrancamos con las entradas: langostinos rebozados con una salsa agridulce espectacular y tempura de vegetales y pescado. Todo sublime… y llegó el sushi, ¿qué decir? Impecable, diferente, variado, llenador ¡espectacular! Ya con sólo decir que tenía más de cinco variedades de pescado te das cuenta que Yuki es diferente a todos los otros lugares en los que se puede comer este manjar.
El precio es acorde a la experiencia que se vive en el lugar, vale la pena ir y pagarlo.

Hace tiempo que quiero ir a Yuki, me lo habían recomendado como el mejor lugar de comida japonesa en Buenos Aires, atendido por sus dueños y de una dedicación que enamora.
Yuki no es un lugar palermitano de hecho esta en Congreso, algo escondido, alejado del caos de la ciudad y la verdad todo eso me encanta, bien dicen que el lugar no puede ser mas japonés, los platos, bandejas, la decoración, todo es japonés.
Darle un 10 a la comida es poco, para empezar te traen una especie de tapeo, mientras esperas lo que pediste, la dedicación con la que te explican lo que estas a punto de comer y la forma en que sirven la mesa es de admirar, pocos lugares tienen tanto amor por lo que hacen, si, me enamore. Cuando llega el pedido te explican que es, como lo podes comer y con que lo comes. Si no tenes idea que pedir podes preguntar y te cuentan con mínimo detalle cada plato que te de curiosidad. La bebida es variada, yo tome té verde, uno de los mejores que probé a Argentina, aromático y en la temperatura justa. No llegue al postre, pero tienen helado de te verde que voy a volver a probarlo, aun pienso y se me hace agua la boca.
Los precios son razonables, no caros, no baratos, pero diría barato por la experiencia hermosa que te llevas.
Si no tenes reserva lo mejor es que la hagas, no es un lugar que rebase de gente (por suerte) pero en general no tienen lugar. Tienen mesas comunes, box y un tatami que ya estaba reservado, si pueden reserven ahí, por lo menos para la primera vez, no se van a arrepentir y ahí van a creer que están en Tokyo.
Volveré con toda seguridad.
Amo estas joyas escondidas en la ciudad

Yuki es Oriental a pleno. Por afuera no dice mucho (de hecho, no es más que un pasillito), pero entrás y te trasladaste a la otra punta del mundo.
El ambiente, la música, el silencio… todo es tal cual a como lo harían allá!
La atención es increíble! No te traen todo de una, sino que lo hacen paso por paso. Te explican qué tiene cada plato, te hacen probar el vino antes de servirlo (por si no te convence).
Y la comida exquisita. No creo que haya mejor sushi que en ese lugar. Como éramos cuatro personas, nos pedimos dos menús de nueve platos (que incluye dos sopas, salmón/​trucha a la plancha, el típico pescado crudo con mucho limón –delicioso– arroz, verduras salteadas, etc), y además distintos tipos de rolls. Para terminar, una bocha de helado de té verde, que me encantó! Ojalá todas las heladerías lo tuvieran!
Pregunten todo: desde recomendaciones, con qué está hecho cada plato, etc. En Yuki definitivamente saben de costumbres :)