Mujer Urbana

Una obra cordobesa
Durante 1990, el entonces intendente de la ciudad de Córdoba, Rubén Américo Martí, tuvo una importante reunión de intendentes en Washington.
El intendente que estaba a punto de terminar su mandato tenía planeado una gran obra que dejara un hito en la cultura cordobesa. Para esto, necesitaba comprar una escultura-​de gran tamaño –de un escultor colombiano; pero no había fondos suficientes.
Para cumplir con sus intenciones, Martí se contactó con Antonio Seguí, para arreglar cuanto dinero podría llegar a costar la obra, y el artista se ofreció a hacerla gratuitamente. En conjunto un grupo de la UNC trabajaron para realizar la primera obra, el «Hombre urbano» –la cual tiene el doble de alto de la obra del colombiano-​.
Antonio Seguí es uno de los más famosos artistas contemporáneos argentinos. Nacido en Córdoba, 11 de enero de 1934, Seguí es un pintor, escultor e ilustrador argentino, conocido por el apodo «El Gallego Seguí».
En 1999 el artista cordobés reivindicó a su ciudad natal, donando a Córdoba, tres esculturas de grandes dimensiones: El hombre urbano, La mujer urbana, y Los niños urbanos.
La relación estética y significativa entre todas ellas se puede ver a simple vista. Además, al ser instaladas en diferentes partes del tejido urbano, han ido creando interrelaciones espaciales que interrelacionan todos los monumentos aledaños.
Son muchas las críticas que se le hicieron a esta «saga familiar», principalmente por la «simpleza» de las esculturas. Sin embargo, pese a gustos personales –a mí si me gusta-​, me parece que la Familia Urbana es más que una obra artística, una obra solidaria y muy cordobesa.

La estética de esta escultura nunca me interesó, pero si su nivel simbólico.
Si vas por la Rafael Núñez seguramente la vas a ver ahí parada, de acero de colores, gigante. Está ubicada en el nudo vial 14, donde confluyen varios caminos y cruces. De esta manera adquiere una visibilidad que si estuviera en una plaza o un parque, no tendría.
A pesar de ser de acero, esta mujer no se muestra estática, inactiva, al contrario. Su posición es dinámica, movilizadora, en contra de aquel estereotipo ya antiguo de la mujer pasiva.
Además está representada atravesando la puerta de su hogar, caminando hacia afuera enérgicamente.
Esto también puede interpretarse como el modo en que ingresaron todas las mujeres de las ciudades al año 2000, ya que esta escultura fue inaugurada en 1999.
En una época de mucho movimiento y reclamo feminista, y donde la mujer participa en la sociedad tanto como los hombres, esta escultura ha sido punto de encuentro de muchas expresiones sociales feministas. Le han realizado distintas intervenciones, entre las que me gustaron están: cuando la vistieron de novia, invitando a la gente que se reúna en este lugar, haciendo de invitados y llevando adelante todos los ritos que se hacen en estas celebraciones. De esta manera se buscó cuestionar (y hasta ridiculizar) las tradiciones y deseos que las mujeres tienen /​tenemos en relación a vestirnos de blanco.
La otra fue cuando la vistieron de rosa, con anteojos oscuros y una canasta de rosas rojas. Esto fue para el día internacional de la mujer. En esta oportunidad buscaron también burlarse de la imagen estereotipada de la mujer.
Excelente escultura de expresión femenina.

Obra ad honorem del cordobés Antonio Segui en el gobierno del entonces Rubén Martí. Fue la segunda de una serie de cuatro obras inauguradas en los años 90 y ubicadas en zonas estratégicas de Córdoba.
Particularmente la mujer urbana de 12 mts de altura está ubicada en la rotonda del cruce entre Rafael Núñez y Recta Martinolli a la entrada del Cerro de las Rosas, en lo que se conoce como el nudo vial 14.
Siempre escuche que la Mujer urbana es deforme, algunos defienden al artista diciendo que es arte contemporáneo.
Pintada y restaurada no sé cuántas veces porque algunos cordobeses la han usado de pared para grafitis o de centro de publicidad. Lo bueno es que el gobierno de la cuidad la tiene siempre muy bien cuidada ya que si esta maltratada rápidamente la vuelven a restaurar, asi que es común verla bien pintadita (y hasta con flores en primavera) siempre.
Así como Córdoba tiene su cuarteto, los choripanes y el fernet, también esta obra es considerada en los últimos años un icono de Córdoba y visita obligada para los turistas que quieran salir de las inmediaciones de la capital.

Ella es capaz de resistir lo que sea: piedra, lluvia, granito y meteoros. Contra viento y marea, camina con impetú dentro de una rotonda de la zona norte pero nunca se mueve de su lugar. Ella, la Mujer Urbana, es obra del artista cordobés Antonio Seguí.
Más allá de si el color de la pollera combina con el de su camisa y los zapatos, la Mujer Urbana, fue realizada en acero y un gran regalo del artista a nuestra ciudad durante el gobierno de Martí.
Alta como ella sola, con sus doce metros atravesó en el año 1999 sin ningún obstáculo el nuevo milenio y continúa de pie hasta hoy. Gracias a su ubicación privilegiada, te guste o no, se la puede ver con sus labios color carmín desde diferentes puntos de la zona que la rodean.
La Mujer Urbana, fue objeto de diversas intervenciones en su marcha, no se sabe si con o en contra de su voluntad. Así por ejemplo, en la lucha por la legalización del aborto, llevó por un día colgado del brazo un cartel que decía: yo aborté. También se casó y fue la promotora de las burlas contra los clichés femeninos rosados y rococó, todo con el consentimiento de Antonio, su creador.

Para mí, ver a la Mujer urbana es saber que estoy cerca de casa. Esta colorinche escultura gigante de Antonio Seguí que se impone en el Nudo 14 simboliza un montón de cosas para la gente de esta zona de la Ciudad, ya que es el punto de encuentro para festejos deportivos, protestas sociales y el lugar en el que el tránsito siempre es un caos.
La Mujer urbana es muy utilizada para la realización de intervenciones artísticas y culturales por encontrarse en un punto neurálgico de la zona noroeste de la ciudad. En alguna época tuvo un lazo rosado para concentizar sobre el cáncer de mama, llevó un bastón blanco con el objetivo de llamar la atención acerca de la discapacidad visual y hasta estuvo vestida de novia (uno pensaba que existiendo los Niños urbanos ya había firmado papeles con el Hombre urbano (?)) cuando dos artistas la vistieron en 2010.
Aunque sólo sea una estatua rodeada por un círculo de pasto y flores, la Mujer urbana sirve como local para muchos emprendedores callejeros. Durante los fines de semana, algunas personas se establecen ahí para vender los más variados objetos, desde toallas hasta pelotas, elementos para realizar asado y banderas de equipos de fútbol, va cambiando según la temporada.