Saltimbocca Lounge Bar

Le di muchas oportunidades y siempre me atendieron mal. Nunca hay nada de lo que pedis. Y el mozo no te presta atencion. El lugar es lindo y me gusta la decoracion. La ubicacion es buena tambien.

Lo mas lindo de Saltimbocca es la ambientacióny la decoración. Además está bien ubicado en el barrio. Ideal para comer algo o tomar un café. Al mediodía suelen tener menús ejecutivos ricos y a buen precio. Los sandwichs y pizzas son muy ricos y mención especial para la limonada.

Llegué a Saltimbocca casi de casualidad, buscando un barcito para hacer tiempo y resultó ser una excelente opción.
Lo primero que me llamó la atención del lugar fue la decoración. El diseño es muy bonito y moderno, con mucho verde y madera que generan un ambiente muy ameno que invita a quedarse. La atención fue muy rápida y amable, cosa que no puede dejar de ser mencionada. Otro detalle que me gustó fue la, carta exhibida en la puerta.
Como dije, fue una visita rápida y apenas tuve tiempo de tomar un café y un par de medialunas. Pero estaba todo exquisito. Las medialunas dulces, de manteca muy ricas; el café excelente y un vasito de jugo de naranja que parecía natural. Todo por un precio muy módico, cosa que no esperaba cuando entré.
Por lo que pude ver en la carta, la comida no es muy cara. Pero se me hizo tarde y ya no pude probar.

Pese a que su decoración es en extremo cuidada y uno tiene miedo de manchar o romper algo todo el tiempo, fui a este lugar para el último día de la madre, precisamente porque cumplía con todas las condiciones para que mi vieja fuera feliz. Aunque no voy a negar la sensación que sentí de estar en la casa de la mamá de Miguelito, el amigo de Mafalda cuya madre vivía atormentada por la limpieza, ¿se acuerdan? y que atormentaba a los demás. Creo que, en algún punto, eso habla de la falta de calidez del lugar, o que a mí por lo menos me gusta estar en espacios menos delicados. Pero de todos modos tiene muchas cosas buenas: el salón es amplio y luminoso, y también hay mesas en la vereda. Ese díà la carta tenía un menú especial, mi mamá eligió el salmón rosado, creo que a la crema de limón, y le gustó mucho. Pidió como guarnición un soufflé de calabacín y todo eso me costó 145 pesos. Yo probé la pechuga de pollo rellena con morrones, queso y olivas negras, como guarnición papas al verdeo, y no me puedo quejar: 95 pesos. Mi mamá cree que soy el mejor hijo del mundo.

Este solía ser el lugar de reuniones en mi anterior trabajo y la verdad que valíà la pena cada vez que nos juntábamos.
Es un lugar super amplio y luminoso, con mucho trabajo en los diseños de su imagen, y con una línea de mobiliarios muy particular. Los diseños con tramas se repiten en las paredes, en los individuales y en otros detalles como los menús y los porta vasos. La decoración en general es muy detallista y delicada.
Tienen una amplia variedad de cafés, jugos, licuados entre otras bebidas para consumir durante el desayuno o la merienda. Hay menús ejecutivos y la comida es muy de estilo gourmet, pero yo siempre opto por lo clásico. Pastas, ensaladas o un sándwichs gourmet (tienen un nombre en particular pero no lo recuerdo) que tienen muchas verduras.
Para cenar una de mis elecciones fue unos sorrentinos de 4 quesos, con una salsa exquisita de champiñón. Pero cuando voy a picar algo en grupo pedimos unas papas fritas que vienen salpicadas con un condimento picante y bastoncitos de mozzarella. Algo bien práctico y barato para picar.

Fui en tres oportunidades a este lugar a almorzar y merendar. Me pareció una buena alternativa para salir a comer rico. Además es un lugar agradable a la vista. Tiene mesas, sillas y sillones, muy bonitos, adentro y unas mesitas afuera, para fumadores.
El lugar tiene una estética particular que lo hace sobresalir entre la variedad de oferta de bares/​restaurantes que hay en barrio General Paz. Dueño de una arquitectura y decoración muy fina, parece que cada detalle está pensado.
Al medio día es concurrido por gente que sale de sus trabajos a almorzar, se observa mucha gente de traje y bien arreglada. En las ocasiones que fui al bar pedí el menú, siempre es una opción muy rica y gourmet que no decepciona.
La variedad de sándwiches es una buena opción para comer algo rápido y rico, los hay de vegetarianos, en distintos tipos de panes, de pollo, etc.
También me parece un excelente lugar para reunirse con alguien a tomar una café o para una reunión laboral. La ubicación es muy buena (plena Avenida 24 de septiembre) y eso suma a que el lugar de encuentro sea fácil de ubicar.

Conocí este lugar de casualidad.
Un viernes a la noche (madruga en realidad), se nos ocurrió muy tarde salir a cenar con mi novio. Eran las 4am. Recorrimos distintos lugares, teniendo mucho hambre y sin suerte, todos los bares ya habían cerrado su cocina.
Hasta que llegamos a Barrio General Paz, y vimos a Saltimbocca. Parecía súper agradable, así que entramos. Había solo una mesa más ocupada.
Las paredes están empapeladas con diseños muy llamativos y agradables. Las mesas también están acordes al estilo del lugar.
Comimos una tabla para compartir, que incluía bastoncitos de queso, mejillones, rabas y papas, muy rico y a un precio accesible. Riquísima!
Estuvimos dentro del restaurante, pero fuera sobre la vereda, tiene mesas y sillas para disfrutar del aire fresco.
Nos enteramos que promocionan eventos como after empresariales y menú ejecutivo, además de noches temáticas, como sushi, o día de San Valentin.
Además, en la carta pudimos observar que ofrecen pizzas y pastas gourmet, entre estos últimos un ejemplo es «sorrentinos thai de camarones con coco, curry y jengibre. También vimos ensaladas, sándwiches y postres bastante tentadores.
El mozo fue muy atento y agradecimos mucho que a esa hora de la madrugada, todavía hubiera lugares para gente como nosotros.

Fuí en varias oportunidades a este bar y en distintos horarios. Generalmente fueron reuniones de trabajo y amigos. No es mi onda pero reconozco que le queda cómodo a la mayoría porque es fácil llegar y además está muy bien ubicado.
Es grandecito y siempre está muy iluminado. Tiene distintos espacios para sentarse en su interior y mesas ubicadas en la vereda. Yo prefiero estar afuera porque además de poder fumar, el ambiente es más divertido porque al ser tan transitada la esquina, uno siempre se encuentra con algún conocido o amigo que se suma a la mesa.
A diferencia de otros sitios del barrio, a este bar lo visitan muchas parejas y familias. Claro que podés encontrarte algún día con un grupo de gente festejando algo, pero no es lo habitual, sobre todo de noche. Quizás esto ocurre, porque el local no tiene todo el espacio que se necesita para reacomodar las mesas.
La carta es variada y hay alternativas para comer. Mis opciones han sido picar algo con fernet y en algunas ocasiones lomito (muy ricos). Las más elaboradas nunca las probé pero tengo parejas amigas que van todos los viernes a cenar y están encantados.