Viejo Lobo

Uno de los mejores lugares de la zona general paz, es conocido y elegido de hecho si uno va mediodías lo mejor es llegar temprano para no tener que esperar afuera. (He visto esperas tanto mediodía como de noche sea invierno o verano) adentro el lugar es grande amplio y decorado muy clásico. Pero si uno va por lo que va a comer eso es lo de menos. Pedí pescado trucha a la manteca con crema de verduras. Mis acompañantes fuimos en familia pidieron porciones de carne y otros lasaña. El tiempo de espera fue normal y cuando llego fue buenisimo, muy abundante las porciones (ya nos habían hablado de eso) y muy sabrosas. Ahí entendí porque tan buenas recomendaciones y el público siempre exigente y mayor ya que no son del tipo que elije cualquier lugar para comer. He visto reuniones de negocios y muchos eventos se ve que es el lugar para ello. Los precios son justos y la cálidad y cantidad es perfecto.

Un clásico de General Paz, una carta variada acompañada de una excelente calidad gastronómica y al muy atento personal que cuenta hacen de la velada una experiencia única. Muy recomendable.

Quizás los agarre en un mal dia, pero mi experiencia no fue buena. Tras una pequeña espera nos dieron nuestra mesa, el mozo muy amablemente trajo las cartas y los utensilios. Hicimos el pedido y hasta ahí todo bien, hasta que a los 5 min vuelve y nos dice que solo les quedaba un lomo y que alguno de los dos comensales que habíamos pedido lomo teníamos que cambiar el plato. Lo llamativo es que eran las 22.15, se excusó con que tuvieron un día excepcional de trabajo. La demora para la llegada de los platos fue larga, de más de media hora, y no trajeron los platos en el mismo momento, sino que algunos en la mesa tuvieron que esperar un par de minutos. La comida estaba muy rica, bien cocinada, abundante y fresca.
Tras esto hacemos el pedido del postre, y se repite lo mismo que con los platos: vuelve el mozo al minuto y muy amablemente nos dice que no tenían helado de limón ni de dulce de leche, excusándose porque los proveedores no fueron. Los postres estaban muy ricos, así que la conclusión sería: se come bien, pero no tienen lo que te ofrecen. Si a eso se le suma que es un ambiente muy ruidoso, uno siente que pagó un precio exagerado.

Muy buena carne y a un precio razonable! El lugar es rústico. Pero los mozos atienden muy bien! Son muy amables!!! Lo recomiendo!!!

Un lugar clásico y familiar de Córdoba, con minutas y parrilla y abierto al mediodía y a la noche. La comida cumple sin grandes pretenciones. La contra que me hace dudar cada vez que tengo que volver es la cantidad de gente que hay siempre que hace que la atención sea lenta y el lugar MUY ruidoso.
Si vas temprano y buscas comer bien sin exigencias gourmet, este es tu lugar.

Tanto el lomo envuelto en panceta con salsa de espárragos como el lomo Viejo Lobo son 100% recomendables. El lugar es muy agradable y tienen una gran variedad de vinos para acompañar la especialidad de la casa: carnes asadas. Excelente atención y velocidad de entrega. Tener en cuenta posibles demoras para conseguir una mesa viernes por la noche y fines de semana.

Hace algunos años había tenido la oportunidad de cenar en este lugar. Anoche volví a tener una reunión familiar en este lugar, y tal como recordaba de hace tiempo, la experiencia fue de lo mejor.
Por empezar nos trajeron una pequeña entrada, unos patte y algunas legumbres preparadas, muy rico para ir comiendo algo mientras esperas los platos principales.
En mi caso opté por probar el lomo «Viejo Lobo». Tengo la teoría de que para probar lo mejor de un lugar tenes que ir por ese plato «de la casa».
Y puedo decir a ciencia cierta que mi teoría en este caso se comprobó.
El bife de lomo era digno de un corte de exportación, se cortaba solo, la cocción era perfecta (tal vez un demasiado jugoso para algunos, pero no para mi). Todo esto cubierto de una salsa de pimiento rojo y champignones, con algunos pedacitos de zanahoria. La guarnición, papas noisette al horno, con el dorado justo.
En cuanto a la atención puedo decir que fue correctisima, pero la verdad que no era de esos mozos que ademas de hacer su trabajo de manera perfecta te sacan una sonrisa. Pero bueno, no está obligado a ser simpático supongo. Eso si a la mesa no le faltó nada.
No tuve oportunidad de probar ese flan con dulce de leche y crema que vi pasar en reiteradas ocasiones, ya que por ser un cumpleaños familiar había torta.
En cuanto al precio creo que no tiene nada de caro ya que un buen plato no supera los 150 pesos y no cobran cubiertos y uno se va con la panza llena… y el corazón contento.

Viejo lobo esta ubicado en el corazón de barrio Gral Paz y es de esos restaurantes bolichones que no cambiaran jamas su estética porque saben que lo importante no es una ambientación cool con música soul, manteles de diseño y copas rojas, sino que el eje que lo hizo conocido desde siempre es la tremenda parrilla que sirve y el prestigio que posee.
Como todo restó bolichon, ademas de sus mesas de madera y sillas simples no aceptan tarjetas de crédito y los mozos que atienden son los mismos desde que tengo uso razón, de los que ya no vienen y retienen todos los pedidos sin olvidarse ningún detalle y te tratan de usted.
La parrilla es excelente, buenos cortes, buenas achuras y la acompañas papas fritas caseras y las clásicas ensaladas «mixtas» con lechuga, tomate, huevo y cebolla.
Las porciones son abundantes y no tenes que esperar horas para que te lleven la comida a la mesa.
Si sobrevivís a toda la carne que comiste y te haces un lugar para el postre, la carta tiene los típicos ochentosos que pedías cuando eras chico: helado con charlotte, almendrado, bombón escoces, flan casero con dulce de leche o el clásico postre vigilante con queso y dulce.
El lugar esta lleno siempre y conviene llamar con anticipación para pedir reserva si decidis ir el fin de semana.
Atiende de Lunes a Viernes, los precios son mas que razonables y es el lugar al que podes ir sin dudar porque sabes que siempre va a estar bien.

Este lugar tiene todo lo necesario para ser uno de los lugares más elegidos en barrio General Paz. Es de esos que traes a la mente cuando queres comer un buen asado. Sin duda, es una de las especialidades de la casa, aunque es bueno decir que todo lo que ofrece su carta vale la pena probar. Tienen un precio muy apropiado al servicio que ofrecen.
Si lo tengo que encasillar es de los restaurantes tradicionales con una decoración en tonos verdes cálidos con todas mesas y sillas de madera. Los mozos son los que yo llamó mozos de oficio, de ley. Todos hombres grandes que al menos tienen 15 años ejerciendo de lo mismo. Por ende la tienen super clara, da placer verlos uniformados sabiendo exactamente lo que hacen y como se mueven por el salón con sus bandejas repletas de platos y cosas. La técnica y habilidad para eso está en sus manos.
Hace un tiempo fui por un cumpleaños, sólo éramos tres pero fue gracioso estar comiendo una parrillada, que se hagan las 12 de la noche y terminar todo el salón cantando el feliz cumpleaños para el agasajado. Un momento lindo para recordar considerando que estabamos sentados al medio del salón y no nos terminamos sintiendo solos.

Cómo me gustará este restaurant que cuando rendí las últimas materias de mi carrera le pedí a mis viejos que fuéramos a festejar allí. Insistí tanto que hasta vinieron mis tíos desde Argüello (con lo difícil que es sacarlos de ahí) y todos terminaron agradeciéndome. Yo, chocho. Era casi un Licenciado y había comido como los dioses. En fin, el salón de Viejo Lobo es bien amplio, ocupa toda una esquina de manzana, para nada pretencioso pero sí cuidado e impecable, bien familiar. Un clásico de Barrio General Paz. Los mozos son súper atentos pero no pesados y qué decir de la más que generosa parrillada. Es lo que elegimos la mayoría de las veces, aunque en una ocasión me animé a pedir lomo al champignón y lo haría de vuelta. Mi mamá habló muy bien de la lasagna de pollo y verdura. Aunque siempre es un dilema, porque la parrillada es realmente tan buena que uno no la quiere dejar de aprovechar. Atención si van un fin de semana, mejor reservar lugar porque suele haber gente esperando afuera. Y un consejo: tener tiempo para dormir una buena siesta después, con la panza llena y contenta.

Un clásico de Córdoba
Calidad, cantidad y sabor se juntan para hacer del Viejo Lobo la ecuación perfecta.
El Viejo Lobo, ubicado en la zona más gastronómica de Córdoba: Barrio General Paz, es considerado unos de los clásicos restaurantes de la ciudad de Córdoba.
La parrilla del Viejo Lobo es espectacular. Carne de la mejor calidad, y a muy buen precio. Si no queres comer asado, la carta es súper amplia: hay pastas, paella, ensaladas, guisos, pescados, pollo, etc.
Hoy el día estaba especial para unos fideos con salsa boloñesa.
La única contra es que –como suele pasar en estos populares restos– hay mucho ruido en el salón. Sobretodo porque los clientes suelen ser personas fieles al lugar o grupos de amigos, familia que van de a muchos.
La atención es impecable, los mozos son personas que conocen y trabajan en el lugar desde hace tiempo.
La decoración es simple y tradicional, nada extraordinario.
Considerando la cantidad de personas que asisten al Viejo Lobo, los platos llegan a tiempo, sin tanta demora.
Creo que el mejor momento para ir al Viejo Lobo es un día de la semana, al mediodía, con ganas de alimentarse abundante y deliciosamente. Además durante esos días hay menús ejecutivos. Durante el fin de semana el salón del restaurant, explota por lo cual es mejor reservar un par de horas antes.
En el Viejo Lobo abre de día y de noche. Todos los días. Y, aceptan tarjetas de credito. Así que no hay excusas para no ir.

Viejo Lobo parrilla restaurante, es un lugar muy particular, más que aceptable por sus parrilladas, que se ganan el nombre, no como otros lugares que te sirven 2 o 3 costillitas y te lo pintan como una súper parrillada. EL Viejo lobo por su ubicación es un lugar bastante concurrido pero a pesar de eso la gente que lo maneja es totalmente atenta así como sus empleados, siempre dispuestos a hacer de nuestra estadía en el lugar lo más placentera posible. No solo destaca por sus buenos cortes de carne sino que también podemos encontrar una gran variedad de pastas que son simplemente exquisitas, tenemos varias guarniciones para acompañar y una buena colección de vinos que dan que hablar. La verdad uno de los mejores lugares para comer una parrillada a los que he asistido. En cuanto a precios… razonables, ni caro ni barato, creo que lo justo y necesario comparado con el servicio que nos brindan, muy buen ambiente, buena ubicación, muy atentos, un lugar para recomendar. Punto importante, se puede reservar y en caso de ir el fin de semana es recomendable hacerlo por la cantidad de gente que se dirige al lugar en esos días. Importante, se reciben tarjetas.

Este restaurant funciona muy bien en barrio General Paz porque se puede almorzar o cenar abundante a un buen precio. Cada vez que paso por la puerta veo gente esperando para ingresar y las veces que he ido han sido con reserva previa.
La carta es muy variada y los días de semana ofrecen distintos tipos de menú económicos. De ahí que suele ser visitada por personas que trabajan por la zona dado que conviene bastante al bolsillo.
En las oportunidades que estuve consumí pastas (lasagna en su mayoría) y parrilladas destacadas que rinden para dos o tres personas. Se come muy bien y te volvés a tu casa con la panza llena. Además podés agregar postre y tiene una buena carta de vinos. Es bastante completo.
Debido a que siempre está muy concurrido– sobre todos fines de semana y feriados, es recomendable siempre reservar. Esta no es la única forma de conocer el lugar, uno puede ir directamente y esperar que se desocupen las mesas.
La atención es muy buena y a todos los mozos se los ve muy ocupados (pero pendientes) porque el ingreso de gente es permanente. Además los pedidos llegan sin demoras a la mesa.