Serrano cava y sabores

Me encanta este lugar y la pequeña galería que tiene con vista a la Plaza es genial!
Se come bien… lo justo,
La reseña trata de lo vivido especialmente hoy.
Dos menúes uno de carne otro de pescado con postre y bebida por 95p me pareció una ganga para el nivel de comida.
La cantidad dio una imagen de poco pero al terminar el postre te das cuanta que no lo era. De todas formas los aplausos se los llevo el MOZO. un pibe de no mas de 18 años que no puso la mesa ni en su casa, pero el haber pasado en mi juventud por una experiencia similar me enterneció y me puse en papel de «mentor» Genial el pibe por la educación!
Mas de una vez como clientes nos falta paciencia, si bien uno quiere ser bien atendido debe comprender la realidad y la crudeza del primer trabajo. sin nadie que le de por lo menos una mínima preparación.-
Por lo tanto las 4 estrellas son todas para el Mozo
Saludos!

Este lugarcito frente la plaza alberdi en barrio general paz es muy acogedor. Tiene una onda muy cava y afuera tiene un patio cerrado muy lindo en invierno. Buena decoración, música y excelente ambiente. La comida es excelente y diferente. Hay platos como el penerrey con arroz yamani que no es algo común de encontrar en restos de este estilo. Las papas bravas estaban fantásticas al igual que la atención que a pesar de haber sido nuevo el chico, le puso mucha onda y nos preguntó todo el tiempo si necesitábamos algo. Los precios algo caros para el tamaño de los platos Pero no para la calidad ya que estaban muy sabroso, sin sabores Fuertes o imponentes. La cocción de los ingredientes era justa y la textura del pescado muy amable para ser pescado frito, no tenía mucho aceite y el arroz no estaba sobre cocido. Altamente recomendado.

Debo confesar que desde que vivo en la ciudad de Córdoba me ha costado un poco salir y encontrar un lugar para comer algo y que me guste realmente. Generalmente cuando salgo a comer algo a la noche lo hago en compañía de mis tíos, que son la familia que tengo en la ciudad; así que es normal que cuando quieren salir a comer me inviten con ellos.
Esa noche estaba con un ataque de esos que una vez cada dos o tres meses me agarran, de extrañar mucho a mi familia, asíque mis tíos me llevaron a conocer un lugar nuevo que estaban convencidos me iba a gustar mucho. Y la verdad que no se equivocaron.
El lugar está ubicado en el Barrio General Paz y parecía bastante nuevo.
Toda la ambientación del local es muy linda y te invita a pasar una velada en un clima de relajación y a pleno disfrute. Iluminado con luces tenues, que dan mucha calidez al negocio con mesas bastante modernas.
Definitivamente un lugar que te invita a tomar asiento y disfrutar de una buena copa de vino de la bodega.
Con una amplia carta de comidas, aunque simplemente optamos por la tabla de quesos y fiambres; que no decepcionó en absoluto; se puede elegir entre las tablas de fiambres, humita, cortes de carne, empanadas, un guiso de lentejas e incluso un plato de trucha a la manteca con papas andinas a la plancha que prometía muchísimo.
El lugar, es bastante caro pero si te gusta darte algunos gustos te recomiendo este negocio.

Es uno de los lugarcitos más lindos de barrio General Paz y goza de una ubicación inmejorable, justo al frente de Plaza Alberdi. Tiene una muy linda onda y está bien ambientado con luces bajas, música en el volúmen adecuado que no molesta, distintos tipos de sectores (cada uno con una onda particular). Es un lugar muy cálido e ideal para juntarse con amigos, con la familia y en pareja.
En el último tiempo se agregó en la parte de arriba una construcción con containers pero le pregunté a uno de los encargados y me dijo que no pertenece al bar, que es un departamento independiente (quedó alucinante).
Uno de los puntos de interés del lugar, son las tablas que vienen con distintos fiambres y quesos, aceitunas, pan casero y uno puede optar también por anexar papas bravas o fritas. Son riquísimas y las veces que fuimos con mis amigas no nos parecieron caras. Se pueden acompañar con una cervecita (variedad/​Kunstmann/​Paulaner…) o con algún rico vino. De estos últimos tiene una cava y se pueden encontrar varios a muy buen precio.
También tiene otras opciones en la carta como pastas u otros platos y postres pero aún no los he probado. Siempre fuí por las picadas y la cerveza. La atención excelente, se destaca.

Restaurante ubicado en el histórico Barrio General Paz. Dolió un poco el precio, debo admitir, pero muy rico todo.
Agradable e íntimo el lugar, disponía de espacios separados, luces tenues y un ambiente que relajaba y distraía. Me sentí muy cómodo con la atención y con la tranquilidad que emanaba todo. Te hace, o por lo menos a mí, olvidar de los problemas por toda la noche y solo pensás en disfrutar.
La comida simple, nada rebuscada. Había platos un poco más elaborados que otros, pero nada de qué sorprenderse. Recuerdo del menú que estaba la opción de pastas, tablas de fiambre, empanadas, cortes de carnes y ensaladas. Elegimos una buena tabla de quesos y fiambres. Los quesos eras exquisitos. Lo acompañé con un buen vino de bodega.
Como conclusión, la comida fue buena, pero nada para qué aplaudir. Lo que si realmente me agradó y mucho, fue el ambiente en general, tranquilo y relajante. La atención fue cordial y rápida. El precio, como dije, un poco excesivo.

Esta es una de las últimas joyas de la gastronomía en el barrio. Inauguró frente a plaza Alberdi y en silencio logró una reputación tal que sus visitantes vuelven una y otra vez a disfrutar de su oferta. ¿El secreto? Es un lugar encantador, tuvimos la suerte de ver el proceso de remodelación, un día ubicaron containers que luego serían habitaciones, luego los revistieron con madera, para finalmente dejar el lugar con espacios diferenciados que merecen un par de páginas en las revistas de decoración. Una cocina simple pero con buen gusto y una carta de vinos a precios de vinoteca, lo cual le permite a sus clientes disfrutar de bebidas que conoce pero que muchas veces se priva de descorchar en otros restaurantes.
Platos recomendados: Tabla de quesos y fiambres, guiso de lentejas, humita, bifes a la criolla, trucha a la manteca con papas andinas a la plancha. Ravioles de pollo cortado a cuchillo y espinaca, con salsa de jamón serrano. Entre los postres, ambrosía, membrillos en almíbar con queso Brie y mousse de dulce de leche.
La zona se llena de autos y se hace difícil poder estacionar los fines de semana por lo que hay que ir con el tiempo para poder encontrar un lugar.