Alito

Great and unforgettably delicious experience. The place has been there for almost 40 years.
The owner was there meeting guests and talking to the regulars.
Ambience very cozy and casual. They have terrace, but we preferred to sit inside.
As an apéritif they offer you a free cocktail of Fernet and coke. Nice touch.
We ordered the Octopus, cooked a la Provençal. I suppose they have it frozen, it was soft, but you could felt that it was defrosted. So, I wouldn’t recommend that dish especially for that price they charge — 450 local pesos which is like 30 US $…
Fettuccini with seafood sauce was really rich and quite a large portion by the way. Very creamy, full of shrimps and scallops, delicious. And Lenguado (Sole) Roquefort — was super delicate, appetizing and dainty! Really a masterpiece — baked with a blue cheese sauce and twice baked mashed potatoes, very tender.
The menu is vast and there are a lot of dishes that you’d want to try. So may be if you’re in town for a while you might come back and try their other delights, like paella of the house, cazuela de mariscos, etc. I’m not sure if they have menu in English, by the way. And waiters hardly speak any English, but they seem to manage with the customers just fine.
Quite good selection of wine, of course only from Argentina. And we were pleasantly surprised by very reasonable prices on the wine.
If you’re driving — than it’s going to be a real problem to park. They don’t have their parking of course, so we had to make few rounds to find a free spot along the street.

Arranco por el ME ENCANTO!
Alito es un bodegon clasico de mdq enfrente del casino.
Habia de todo en la carta pero tengo que reconocer que ya sabia que queria comer asi que no la mire! Fui directo al arroz con mariscos! (Sorry no queria dejar mdq sin comer pescado!)
Cuando llegar te dan un aparatito para llamarte xq hay bastante demora. La nuestra se hizo un poco mas larga porque estabamos con cochecito y se habia dormido, por ende no se podia cerrar. Finalmente nos pudieron sentar y la camarera fue un amor. No era el mejor lugar para el cochecito pero ella hacia todo lo posible para no moverlo.
Nos ofrecieron unos martinis para empezar que para mi tenian gusto a gancia (cosa q me encanta y me remonta a mis 20’s jajaja) y despues una panera con una mayonesa decorada muy rica. Aqui esta el problema, tardan demasiaaaado en traer el plato, por ende la panera TE LA BAJAS! No se si es riquisima (lei muchas reseñas de lo bueno q estaba el pan) o si tenes tanto hambre y tardan tanto que te la morfas entera!
Finalmente cuando llego nuestro mega arroz con mariscos, fue la gloria misma, lastima que se desperto el chiquito y no lo pude disfrutar como yo hubiera querido semejante platazo!
Si es barato? Noonono! (Con el jingle de scioli jajaja) en eso y 1 coca y 1 agua gastamos 550p… Sin postre sin entrada sin nada de nada pero les juro que valio cada pesito y la espera!
Algo para remarcar y que baja puntaje, EL RUIDO! Estaba a full y no nos escuchabamos a nosotros hablar de como se escuchaba a los demas.

Una experiencia muy buena. Comimos el plato especial de la casa. La paella de mariscos. Estuvo deliciosa y valió su precio.
La buena atención vino con unos cócteles complementarios que vinieron muy bien con la comida y el delicioso postre de brownie con helado.
La única razón por la que tiene 4 estrellas es por el cargo de 17 pesos por cubierto. En primer lugar que es ese cargo de cubiertos en los restaurantes argentinos? Totalmente ridículo para estos tiempos!

La Mejor Experiencia Culinaria que tuve en Mar del Plata.
Posicionándose desde la década del 70 como uno de los Clásicos Indiscutidos de la ciudad, Alito es sinónimo de calidad y buena atención.
Fue mi primera visita, y quedé enloquecido con el trato, las propuestas y su extensa carta de vinos.
Era nuestra última noche en Mdq, y yo SEGUÍA rompiendo las pelotas con comer frutos de mar. Todas las recomendaciones nos hacían trasladarnos hasta la zona del puerto (Que seguro es muy pintoresco y bla bla bla, pero ni ganas de alejarnos tanto).
Alito fue la opción lógica, histórico restaurant marplatense, ubicado frente al Hotel Provincial y especializado en mariscos.
Nos recibieron con un aperitivo (muy rico) y, mientras repasábamos la carta, un sommelier nos ofrecía una cata de vinos de cortesía. Nuestra camarera, Nahali, nos guió en la elección del plato («Pidan media paella, y si se llegan a quedar insatisfechos, puedo traerles otra cosa más tarde, pero una paella entera es mucho» LA AMAMOS).
Debo destacar que fue, lejos, el lugar con mejor atención que visitamos, y la comida DELICIOSA.
Es caro. Pero vale cada centavo.
Es Old Fashioned, pero con propuestas vigentes y porciones generosas.
ATENCIÓN DISCAPACITADOS: Lamentablemente tuve que bajarles una estrella por la ubicación de los baños. Acceder al baño de hombres, con movilidad reducida (Uso bastón para caminar) se transformó en una pista de Crossfit. Estamos en 2015 y facturan bien, media pila.
Un imperdible de Mardel.
Saludos,
I.

Muchas veces acá en Unilocal pecamos de ser sumamente críticos con lugares a los que peyorativamente llamamos «tradicionales», olvidando que hay motivos por los que llegaron a esa categoría. Por ejemplo, la marisquería Alito, en pleno centro de Mar del Plata. Una mezcla de su ubicación en una zona céntrica pero no «cool», una decoración que pasa de tradicional a un toque demodee, y un publico, que para que negarlo, está en la franja etaria superior.
Pero hay motivos por los que este lugar es de los pocos en el país que se pueden jactar de tener certificaciones de calidad, incluyendo las de la «otra» red internacional de recomendaciones: primero, la comida, lejos, es de primera. Mar del Plata es el lugar para comer mariscos y pescado fresco, y aca se lo puede conseguir en todas las variedades. Luego, la generosa carta de vinos, mas los simpáticos sponsorships que hacen que antes que uno pueda atacar la panera, ya tengamos un aperitivo y un tasting de un vinito de primera marca.
Y ante todo, la atención. Nuestra camarera Nahali estaba a kilómetros de distancia de cualquier otro servicio que hayamos recibido en la ciudad. Profesionalismo, cordialidad y hasta una muy bienvenida recomendación (pídanse media paella que comen bien los dos, cosa que fue cierta, aun teniendo en cuenta que GORDOS).
El lugar, que en temporada estalla, tiene además un sistema de reservas y turnos de esos que te dan la cosa que vibra que te avisa cuando tu mesa está lista, que es sumamente práctico.
Y si, es caro, pero tampoco prohibitivamente caro, especialmente si nos manejamos con los estándares de precios de Buenos Aires.
No será la experiencia más hip, pero definitivamente una que vale la pena probar.

Me lo súper recomendaron, por eso fui. Pero mi pechuga deshuesada grillada estaba poco cocida.
La atención estuvo muy bien.

Fui a comer a Alito por recomendación de la gente que iba al congreso que se realizaba en el hotel Provincial que queda justo en frente.
La atención de las mozas fue muy amable y cordial, nos recibieron con un aperitivo de martini que me pareció muy horrible. La panera estuvo bien, porque viene con una salsa de mayonesa y especias que es adictiva.
Pedimos el menú del día: pechuga de pollo deshuesada grille con ensalada de zanahoria, tomate, choclo y huevo duro. Simple pero riquísimos había otras opciones que incluían platos con brotola, ñoquis y ensaladas. De postre podíamos elegir entre ensalada de frutas, una bocha de helado o un café, pero como estamos a dieta optamos por la primera. Deliciosa también! Todo por $ 129.
Claramente volvería para probar platos más elaborados, la especialidad de la casa son los pescados y mariscos.

Al parecer este lugar es un clásico de Mar del Plata y tuve la oportunidad de conocerlo un finde largo para almorzar.
Cada vez que estoy cerca del mar, se me da por comer pescado porque tengo la ilusión, justificada o no, de que es mas fresco. Así que estando en Alito me pedí un chupin de pescado que estaba bien, pero en un poco me decepcionó. La salsa de tomate no estaba rica, de hecho estaba medio ácida y las papas no estaban lo suficientemente cocidas. El pescado, que al fin y al cabo es lo más importante, sí estaba rico y fresco. La porción, súper abundante.
Mi novio se pidió una suprema de pollo a la napolitana riquíiiiisima con papas noisette (papas noisette de verdad, no esas bolas infernales congeladas hechas de puré de papa frito). La milanesa posta fue de las más ricas que he probado. Y todo lo que pedían en las otras mesas tenía mucha pinta. Yo tuve mala suerte con mi chupín.

Si en Alito no te hacen sentir como un Lord, pega en el palo. La atención de los mozos no descuida ni un solo detalle y el ambiente es ideal ya sea para una reunión de trabajo como para estar en familia.
Al llegar te ofrecen un aperitivo de martini con jugo de naranja y menta: aprobado.
Desde que soy chica Alito es mi clásico para ir a comer pescados y mariscos, pero tanto las carnes como las pastas también son excelentes.
Las cazuelas y las paellas son sí o sí para compartir, como la mayoría de los platos, bah.
Precios? Un tanto elevados. Lo valen? Totalmente.