Espigon Pescadores

En las sugerencias del chef está el calamar relleno. Cantalo, cantalo, cantalo, gooool. Estuvo muy bien. Viene con una milhojas de papas a la crema que podrían haber estado menos blandas y más crocantes. De todas maneras, es un muy buen plato que sale menos de $ 200.
Hay también una buena variedad de vinos a precios razonables (si es que tal cosa existe). El salón es como una suerte de bodegón marítimo simpáticamente decorado.
Nota al pie: se escucha gente que va a un lugar que se llama espigón, pescadores, muelle, etc. y pide sorrentinos de jamón y queso a la crema. En fin.

Veraneé 29 años de mi vida en Mar del Plata y sin embargo jamás había ni siquiera pisado este espigón, en el que se encuentra el Club de Pescadores y del cual «El espigón de pescadores» es el restaurant. Se encuentra al final del largo trayecto, bien internado sobre el mar, por lo cual si te toca una mesa al lado de las ventanas podrás ver la costa y la línea de edificios marplatenses que se encuentran sobre el boulevard marítimo, así como los lobos marinos y el Hotel Provincial.
La especialidad de este lugar son como ers de esperar las paellas y los pescados, tienen bastantes tipos y se pueden combinar con distintas salsas. Vi pasar por al mozo con más de una paella y tenía ganas de robarle una porción a la mesa de al lado.
Tuvimos que esperar más de media hora para almorzar (eran las 14.30 cuando llegué) porque sí bien las mesas se iban desocupando, sólo había una persona armando el salón (que era la misma que se encargaba de tomar las reservas y hacer pasar a la gente).
De entrada traen pan francés, manteca y anchoitas en aceite. Para empezar a comer pedimos unos mejillones a la provenzal que estaban buenísimos y eran muchos.
Como plato principal, una trucha salmonada y un abadejo, ambos a la manteca con alcaparras. Preguntamos si traían guarnición y el mozo nos dijo que sí, que venía con papas noisette. Tenía razón, pero bueno, eran 9 bolitas nomás. Y era cierto que los pescados eran a la manteca: vinieron flotando en el plato con toda manteca derretida alrededor. Estaban doradísimos y muy buenos, pero creo que fue un exceso de manteca en el plato, un exageración.
Venía pensando en darle un 4 estrellas pero ayyyy decayó a último momento, cuando, ya habiendo pedido la cuenta, fui al baño. ¡Muy viejo y muy sucio! El piso alrededor del inodoro mojado, tuve que arremangarme las botamangas. Un asco.
Pero redondeando, se come muy bien y los precios no son para nada desorbitantes. Está bien.

Para los amantes del pezcado este puede ser una de los lugares indicados: paella, salmon rosado, pezcados de todos los tipos raros.
Fuimos una meza de 7 personas festejando un cumpleanos, el mozo simpatico, servicio muy bueno, la comida fresca y vista de la costa de mar del plata.
El lugar es chico hacique conviene ir a las 13hs mas tarde a esperar.
En postre para la proxima probare el tiramisu, al cumplanero le dieron （por invitacion） mini torta tiramisu muy rica.