Sarasanegro

Es impresionante este lugar. Nunca comí platos de pescado tan bien tratados, poco pretenciosos, simples (3 o 4 ingredientes) pero a la vez con sabores sofisticados, abundantes y simplemente deliciosos. Se nota que el chef adora sus ingredientes. Apenas entrar nos sirvieron una copa de cortesía de espumante y un amuse bouche de escabeche de pescado. Hicimos la investigación previa y pedimos de entrada el plato de jamón crudo con tomate, que junto a la abundante panera alcanzaría para que tapeen tranquilamente 4 personas. Después pedimos cada uno un plato de pesca del día. El pescado en su punto justo, con la piel y la costra, y los acompañamientos sumando capas de sabores sin opacarlo. Los platos son super abundantes para lo que es un restaurant de esta calidad. Para el postre, pedimos el carro de quesos y dulces al estilo francés, quizá demasiado pero that’s how we roll. Capítulo aparte para los vinos. Tienen una cava del tamaño del salón, la carta es im-​pre-​sio-​nan-​te. La somelier nos recomendó un Pinot Algodón que tocó todas las notas. Pedimos visitar la cava y de yapa nos invitaron a la cocina, donde felicitamos al chef, Pato Negro, maestro de los maestros. No es barato, $ 500 por cabeza, pero por la calidad del servicio, los ingredientes y la experiencia salimos ganando. El ambiente y el servicio lo hacen ideal para ir en pareja. Un golazo, Mar del Plata se merecía un lugar así.

Con el 90% de mesas libres, a las 20:30 nos dijeron que no tenían lugar. Estaba todo reservado. Terminamos en otro lugar mejor valorado, sin inconveniente.

Me animo a decir que es el mejor restaurant de Mar del Plata. Desde principio a fin, Sarasanegro es increíble. Te reciben con una copa de espumante y luego con una panera fuera de lo común. De entrada pedimos el escabeche de raya muy fresco. Los principales son en base a la pesca del día, y opciones de risotto. Nosotros pedimos merluzón y anchoa de banco, ofrecen distintas salsas y guarniciones, pero muy sutiles, priorizando la frescura y el sabor del pescado. Buena carta de vinos y bien asesorados por la sommelier. Carta de postres tentadora. En mi opinión, lo mejor es el plato de quesos y dulces (ellos te traen una bandeja con diferentes opciones y se elige tres de cada). Precios acordes a la calidad del producto, la cocina y el servicio. Hay que ir con reserva y, para ir un fin de semana, hay que reservan con tiempo.

Es difícil reseñar un lugar como este… Fuimos con mi marido y una pareja amiga atraídos por las recomendaciones de su cocina de alto nivel. No pedimos el menú por pasos sino que probamos entrada, plato principal y compartimos los postres. Lo primero que llama la atención es el tamaño de las porciones: los platos son elaborados y, contrariamente a lo que esperábamos, abundantes. La comida riquísima.
La atención es sobresaliente, el restaurant cuenta con un sommelier que aconseja y ayuda muchísimo en la elección del vino. Nosotros llevamos una botella para descorchar (sí, tienen descorche), y se ofrecieron muy gentilmente a dejarla unos minutos refrigerada antes de abrirla para que llegue a temperatura. Después pedimos una segunda botella aconsejada por el sommelier y fue un acierto total.
Al final de la cena nos invitaron una copa de espumoso y nos dejaron tomarla en una maravillosa cava que el restaurant tiene en el subsuelo. Dudo mucho que otro restaurant en la ciudad tenga la calidad y cantidad de etiquetas de Sarasa Negro. Fue un momento genial.
Los precios son acordes. Muy recomendable.
Dato: es posible hacer cenas privadas en la cava. Ideal para parejas o para celebrar un cumpleaños con los íntimos.

Buena comida, con productos locales y de estación. La entrada de pecera glaseada imperdible! Porciones abundantes. Excelente carta de vino, difícil de conseguir en MDQ. Menú de 5 pasos recomendable