Acqua

Comer pescado a la parrilla está dentro de mis comidas preferidas. Por eso cada vez que puedo, voy a la pescadería Acqua que abrió no hace tanto por mi barrio. Es un local enorme, me acuerdo que antes funcionaba allí un restaurant. Tiene un gran espacio verde adelante, y el negocio está ubicado en el fondo del lote, haciendo esquina. Unos grandes carteles indican la presencia del local.
Lo que la diferencia de otras pescaderías es que además de vender los productos para cocinarlos vos en tu casa (pescados de mar, de río y mariscos), tienen productos de «rotisería», como ser rabas, cornalitos fritos, langostinos, pizzanesa de pescado, cocktail de camarón, paella entre muchas otras exquisiteces. Algo que me encanta son las empanadas de atún y el escabeche de mariscos, una genialidad.
También venden vinos, de bodegas selectas.
Convengamos que se trata de una especie de «pescadería boutique», donde todo está cuidadosamente presentado, y dispuesto de tal manera que resulte atractivo y tentador, y lo logran.

No te lo vas a poder creer, imposible de imaginar este palacio del pescado fresco y de las delicias del mar.
El local impone, ante todos los sentidos posibles.
Es increíble que de pronto aparezca en plena zona una pescadería que creo bate todos los niveles de las pescaderías de Rosario.
Tienen un ala especial de cobro y empaquetado, sus empleadas pulcras y vestidas que parecen enfermeras del pescado.
El tratamiento de este tipo de carnes no es fácil, y menos en un mundo argentino que lleva años dándole la espalda al mar apostando siempre por la vaca.
Las góndolas blancas y cargadas de hielo, son la cama de especies exquisitas como el salmón que fue lo que me hizo entrar a comprar.
No solo hay pescado de mar, sino también de río y mariscos!!!, amo los mariscos frescos!
Cuando me desplace a comprar, casi estiro la mano porque estaban allí mismo friendo rabas. Que delicia!!! No pude contenerme, estaban sacándolas de la fritera.
Es que también tienen el pescado hecho, filetes de merluza rebozados, calamares, tortilla especial, y muchas preparaciones más, que a simple vista, las llevaría todas.
Trabajan con hoteles y restaurantes, era de esperar por lo que vi y conozco de pescado y mariscos.
No dudaras en entrar y no podrás salir sin una bolsa repleta de manjares.
El domingo, ¡paella!

Peces y frutos de mar. Enorme pescadería donde compra mi padre sus pescados. El otro día me invitó a cenar, me dijo que había comprado en Acqua. Me alegré, porque antes, para conseguir comidas de pescado fresco y rico tenía que ir hasta Pichincha; ahora, a dos minutos en auto tiene esta mega pescadería con todo lo que a él le gusta.
Y debo decir que las empanaditas me encantaron. Empanadas gallegas, de atún y tomate, y otras hojaldradas cuyo nombre se me escapa en este momento, pero cuya satisfacción ha quedado presente en mi memoria.
Y eso que los frutos del mar mucho mucho no me llaman. Bah, es que estoy a unos pasos del vegetarianismo (si no fuese por el choripán). Pero el sabor de las empanadas gallegas y de las terrinas de pescado me recuerdan a la cocina de mi abuela, me alegran y reconfortan.
También probamos las rabas, cocinadas en un muy buen punto, y los langostinitos, que se venden con aderezos bien elaborados. Realmente recomendable esta gran pescadería. No hay muchas así en la ciudad y nos dan una opción rápida y rica para comer pescado, que tan bien hace, pobre pez.