Choperia Gorostarzu

Gorostarzu, lo conocí porque me dijeron: tiene los mejores carlitos de Rosario!!!
Siempre pasaba por ahí, y nunca teníà la oportunidad de sentarme a probarlos, hasta la semana pasada!
Realmente en este lugar tienen los mejores carlitos de Rosario!!! Distintos a todos los demás que comi en miles de lugares! Me encanto!

Gorostarzu es un clásico del centro! me crié en el barrio así que los conozco de toda mi vida! (porque no soy tan grande como para decir, toda la vida!). El lugar se mantiene como si fuera un bodegón, pero no es un bodegón, es muy familiar, con una carta llena de minutas y platos de bodegón pero de excelente calidad. Desde las pizzas de molde (nada de esas pizzas nuevas que son puro cartón), casuelas con salsas potentes, pastas, excelentes sandwiches, hasta uno de los mejores carlitos de la ciudad! y eso no es moco de pavo! oiga! Como otra gente ya ha dicho, los mozos son de tradicionales, y los nuevos es como si habrían estado acá toda la vida. En algunos puntos deberían aggiornarse, este encanto que le da la onda «clásica» los dejó afuera del posnet (no aceptan tarjeta de crédito ni débito, una estrella menos), no tienen wifi (no podés trabajar ahí, una estrella menos), y esos puntos son fundamentales en estos días, porque tiene onda de bodegón, pero precios de restaurant boutique! Y esas dos cosas solo van de la mano si me ofreces lo mejor de los dos mundos! sino me tomás el pelo! :)
De todas formas nadie le quita a Gorostarzu la calidad de su comida clásica y que hace sentirte en casa! cuando vivía afuera y venía de vacaciones bastaba comer allí para saber que estaba en Argentina, que había vuelto a casa y eso a veces, no tiene precio! :)

En la esquina de Italia y Catamarca se emplaza esta choppería histórica que acompaña a los rosarinos desde 1929. Eso es trayectoria, no?
El estilo del bar se quedó en el tiempo y esa es una marca registrada que me encanta. Sus mesas, sus cortinas, su carta y hasta sus mozos! La comida es muy buena y el franckfurt de Gorostarzu es un clásico de la ciudad. Si tuviese que recomendar algo más, podrían ser los triples, o el carlitos, o la tortilla. En fin, es difícil elegir porque tienen años en el rubro y definitivamente han sabido capitalizar la experiencia.
La atención es buena.
Una de las veces que fui estaba requete super embarazada, tan embarazada que había ido a la guardia del Británico pensando que ese día nacíà la niñita y me mandaron de vuelta, así que caíamos a Gorostarzu a matar la desilusión.
A los baños les haría falta al menos una lavada de cara para lucir mejor. Habría que mejorarlos un toquecito.
El lugar no es muy apto para niños inquietos, adentro siempre hay bastante gente y las mesitas de la vereda están pegadas a la calle, demasiada transitada para chicos sueltos.

Gorostarzu es un clásico en Rosario, y una tradición en mi familia. Desde niña que tengo recuerdos de estar ahí cenando con mis abuelos, y hasta el día de hoy que no pasa nunca más de un mes sin que vayamos a cenar o simplemente a picar algo una tardecita-​noche de domingo.
El ambiente es muy familiar y distendido. El personal se compone de simpatiquísimos mozos que trabajan ahí desde siempre, y no sólo son atentos sino que te tratan con la dulzura típica de abuelos. Saben aconsejar y orientar en gustos y porciones, y te hacen sentir como en tu casa.
En la carta sobresalen las picadas, las pizzas, los sandwiches, y también las pastas, que son mi debilidad y lo que siempre pido cuando voy. Excelente cerveza, de calidad y siempre helada.
Les recomiendo pasar una noche de verano a probar el «carlitos» (tostado pero con ketchup), típica comida rosarina, y disfrutarlo con una rica cerveza en las mesas sobre la vereda.

Cena obligada: Gorostarzu! Es un super clásico Rosarino. Lo famosos que vuelven de visita siempre paran a comer ahí. Es una antigua chopería que todavía funciona a todo vapor, conserva intacta su decoración, hace alguno años le hicieron una obra de refacción pero la conservaron como siempre fue.
Lo más genial de este lugar son los mozos, son todos profesionales de la atención y como mantienen una clientela fija son mozos/​amigos/​confidentes. La comida es sensacional, todos los sandwiches son de altísimo nivel, buen pan, mucho fiambre, verdura fresca. Los precios no son del todo baratos pero realmente su panza y su corazón estarán muy agradecidos.