El Establo – Rotiseria

Enero 2016, compre una docena y media de empanadas, realmente malas, recalentadas pero con sabor a viejas. La de capresse era un globo de masa sin nada. Jamás vuelvo a comprar empanadas ahí. Dudaría en comprar cualquier otra comida ahí.

Es una lastima que tengan tantas cosas ricas como dicen y que no lleguen hasta mi casa que queda a 2 cuadras de calle 27 de febrero

Una de las mejores rotiserías que conocí.
Comer igual que en el restaurante de quien pertenece, pero con la comodidad de tu casa, es inigualable.
Es ideal para esas noches que comer afuera se vuelve tedioso, ya sea por no perderte tu programa favorito, por preferir la conodidad del sillón de tu casa o simplemente para darte el gusto de comer algo rico y gastar un poco menos que en un resto.
El lugar es muy amplio con varias opciones para elegir. Tenes la clásica parrilla con lo que pidas ya sea pollo, tiras de asado, chorizos, matambre o cualquier tipo de achuras. El parrillero es excelente en su quehacer .
En el sector del frente hay dos grandes vitrinas condicionadas en la temperatura justa donde se exhiben el resto de la comida ya preparada para llevar. Por lo tanto aquí no hay espera. Hay milanesas, papas, arrollados, ensaladas, pastel de papas, lasagna y mucha otra variedad. Va cambiando semanalmente, salvo los clásico! Vienen en porciones ya determinadas en diferentes tamaños: grande, mediano, pequeño.
La parrilla si tiene una espera bastante larga pero tambien prudente, considerando que se hacen en el momento y a la vista.
La contra de la parrilla (que es lo más elegido por el público) es que si vas mediadas las 23 hs, un dia del fin de semana, se termina muy pronto todo lo que sea asado. Asique, a veces, terminas conformandote con lo que queda!

¡Qué bien cocinan en esta rotisería! Es como ir a comer siempre a la casa de mi abuela. Las opciones de platos son muchas, y todas hechas con alimentos de primera línea. Las milanesas con de ternera, rebozadas con ese pan rallado finito y pasada por doble huevo (cosa de que no se desprenda), la papas son hechas en el momento, las pastas son frescas, y sus salsas caseras, con boloñesa o no, depende de cómo lo quisieras, lo pienso y se me hace agua a la boca.
Esta empresa familiar, hace ya varios años que está instalada en la ciudad. De a poco fue creciendo en dimensiones y se convirtió en la elección de muchos rosarinos que inclusive no viven por la zona. Es que sus platos, han trascendido estas fronteras. Los domingos al mediodía, está abarrotado de gente buscando sus almuerzos. Por eso, si queres ir al Establo, tené en cuenta de salir con tiempo porque no vaya a ser cosa que todos en tu mesa se queden pagando. Y ni que hablarles de los postres. Para chuparse todos los dedos, no uno. Una cosa de locos.
No es de las rotiserías más baratas, pero la calidad lo justifica.

El Establo es una de las parrillas y restaurantes más tradicionales, concurridas y de calidad de la ciudad. Por eso descubrir que tenían rotisería fue uno de los mejores hallazgos que hice en el 2014.
Fue una noche en que iba con novia caminando por Pellegrini con antojo de choripanes; la avenida, en la zona que está entre Oroño y el río, carece de carritos choripaneros y la brasería que hay casi esquina Pte. Roca estaba llena de gente (y no se veían choris en la parrilla), así que andábamos buscando algún lugar donde comprar algo parecido que nos sacara las ganas. Entonces llegamos hasta El Establo y ahí al ladito, radiante, estaba la rotisería recién puesta, todas las luces encendidas y la chimenea implacable lanzando bocanadas de humareda deliciosa. Entramos. ¡La cantidad de cosas que había para comprar! Obviamente su especialidad es la parrilla, pero no era lo único. Nosotras fuimos derecho a preguntar si tenían chorizos (que sí) y éso fue lo que llevamos. Pero para destacar, cabe mencionar que venden pan también y una amplia variedad de gaseosas y vinos para acompañar la comida. Perfecto si te diste cuenta tarde que querés cenar parrillada en tu casa y te falta todo lo que necesitás para hacerlo.
El dato: tienen buenos precios, bastante más baratos que los del restaurant, pero la comida es de la misma calidad; y hacen envíos a domicilio.

La tengo a la vuelta de casa y como en un dibujito animado, el aroma me hace ir volando a comprar algo rico.
Tienen las mismas opciones que el restaurante, por eso para mí lo esencial es la parrillada, el riñoncito o la tira de asado que venden por peso (alrededor de 20 pesos los 100 gramos). Tranquilos, si no saben calcular cuánto para cada comensal, ellos te asesoran y no te sobran ni los huesitos para el perro.
También hay platos tradicionales que me gustan, como las bombas de papa o las albóndigas con salsa. Por otro lado, hacen pastas, que no he probado. Y el budín de pan es el sueño de la piba con antojo simple pero estrafalario para conseguir.
Mi modus operandi es el siguiente: salgo a la terraza del edificio, siento el delicioso aroma a asado que se apodera del aire, llamo, hago el pedido y pido que me digan en cuánto paso. La Ley del Menor Esfuerzo es la mía. Y con estas ofertas tan a mano, qué quieren. La atención es cordial y los precios son justos, moderados.

Una de las parrillas más grandes y concurridas de la ciudad, en Avenida Pellegrini 1775, ha abierto hace unos meses, pocos metros, una excelente «Rotisería», los mismos platos, con la misma calidad y a muy buen precio. Es recomendable tener en cuenta este lugar porque son varios los beneficios que te brinda, la atención es rápida y cordial, el ambiente muy agradable y limpio. Si ya sos cliente de la parrilla «EL Establo» conoces lo que preparan y seguramente tenes tu plato preferido; ahora lo podes comer en tu casa, si no tenes ganas de salir. Tiene amplios exhibidores y conservadoras vidriadas, una buena vista de todos los productos lo que te ayuda a elegir. Para las carnes asadas vas hacia el fondo del local y te encontras con una inmensa parrilla para elegir lo que vas a llevar, el parrillero, diez puntos, te muestra y asesora para que lleves algo bueno y bien cocido (cosa que a mi me viene muy bien). No gastas demasiado y llevas calidad.