Piacere

El local es muy lindo. La música esta a un volumen dónde uno puede escuchar al otro, y además hay un solo tv así qué casi que te obliga a disfutar el momento. La atención fue excelente, sin demoras y hasta recibí sugerencias de parte de la moza.
Los precios son de moderados a caros. Los spaghetti que me pedí vinieron casi sin salsa, pero el plato de mi compañera de almuerzo era una tarta con ensalada, abundante y riquísimo. Quizás, es cuestión de suerte.
Ojo.tienen carta engañosa, y se lo comenté a la moza… en un sector dice «pastas CON salsa», y está la lista de pastas de todo tipo. Y abajo dice «salsas especiales», y aparecen todas las salsas desde tuco hasta la más extraña q pueda existir: la cuestion es que las pastas con salsa no incluyen la salsa.
El postre fue para compartir, y como no tenian frutillas para ponerle nos preguntaron si queríamos cambiarlo, en vez de agregarle merengue cortado o algo en reemplazo… así que el postre fue sin frutillas.
Le pongo 3 estrellas Por el ambiente y un poquito por la comida.

Tienen una gran variedad de platos, todos muy tentadores… nada fue lo que parecia.
Bebida: «Limonada con menta y jengibre» El jengibre estaba ausente, era limón y menta.
Pasta: Hay una gran variedad de platos, jactándose de restaurante italiano debería ser la pasta uno de los más ricos platos, no fue asi ni en mi caso ni en el de mi novio, por un lado él pidió un plato con salsa con cheddar y no tenía cheddar! Yo pedí sorrentinos de salmón con salsa de tomate y albahaca, en primer lugar sacaron el plato de él y el mío, como se habían confundido, saldría en 5 minutos… tardó más y los sorrentinos super aceitosos tenían una salsa de cebolllas, morrones, alcaparras y aceitunas (enteras y con carozos). El plato era incomible, tanto la moza como la chica de la barra estaban muy avergonzadas y aludieron a que la carta estaba mal porque esa era la salsa correcta para el plato, lo cuál no creo de ninguna manera.
Es una lástima y una historia repetida de algunos restaurantes que empiezan muy bien y de a poco van perdiendo calidad.
Nunca digas nunca pero… no vuelvo más.

20 minutos un café en jarrita y el lugar con poca gente, podían hacerlo más rapido. Por suerte solo quería eso, si pedia ravioles por ahi los tenían para el domingo.

Sera que estaba laburando y no me di cuenta, pero cuando vino la persona con la que me tenía que reunir me hizo notar que tardaron más de 20 minutos para traer un café en jarrita. Evidentemente no se puede tener suerte todo el tiempo. Estamos en cambio de turno, recién termina el almuerzo ejecutivo. Es la hora muerta de todo lugar, cuando pasa la hora fuerte. Es cuando se olvidan de tu pedido porque ya tienen la cabeza en lo que van a hacer fuera del laburo.
Como gastronómico lo entiendo y no puedo ser muy severo en la crítica ya que yo mismo lo viví desde el otro lado. Pero también como gastronómico se que lo primero es el servicio. Hay que «atacar» rápido para no dejar a la gente dudando.
Más allá de eso, las chicas que atienden fueron muy atentas. No notaron ni hicieron ningún comentario por la demora (lo que me dice que es algo normal).
Estéticamente Piacere está muy bien armado, tiene un fondo muy lindo donde se pueden hacer reuniones tranquilas. Es la oficina de muchos trabajadores que prefieren salir a quedarse encerrados. Tienen muy buena barra y repostería.
Ya voy a volver a venir para ver la oferta nocturna.

Local muy lindo!!! Solo eso! La comida cada vez mas mala y escasa !!! O los platos son muy grandes o las porciones son chicas! La atención es según quien te toque! Tipo ruleta pasa de ser buena a muy mala! Tardan mucho para servir la comida y la verdad q la comida italiana es bastante mala !! Para peor es un lugar caro! Recomiendo las tablas!!!

No vuelvo más! Fuimos con mis amigas al mediodía. Los menúes bastante malos. Pedimos milanesas y eran pura grasa! Verdaderamente incomibles. Las albóndigas crudas en el centro, tuvimos que pedir que las vuelvan a cocinar. Las papas tenían gusto amargo, típico del aceite quemado.
En nuestra mesa la mitad de los comensales eran niños. Pedimos para ellos la bebida y tardó una eternidad!!! LA BEBIDA!!!
Quizás no tuvimos suerte pero en mi caso, para este lugar, no habrá otra chance.

En el último cumpleaños del grupo de amigos de la secundaria (bastante veteranos, para ser franco), en vez de elegir ir a bailar al boliche más top de la ciudad, nos decidimos por ir a disfrutar unas buenas pizzas a calle Pellegrini. Claro, lo que pasa es que estamos bastante grandes para subirnos a una tarima, y tememos caernos y rompernos la cadera…¡Ajajaja! Cuestión que nos cruzamos con este restaurante pizzero/​pastero, emplazado en Pellegrini 1748, y nos llamó la atención ya por el nombre, que nos remite a algo bien tano, y si de pastas o pizzas de trata, no podía fallarnos la intuición. Ni bien entramos, nos dimos cuenta de que íbamos a comer como duques, porque el aroma a pizzas ricas que había en el local, hizo que nos olvidáramos de la torta que habíamos llevado para hacerle soplar la vela al cumpleañero. Una gusto, otra de mozzarella con palmitos, otra de cantimpalo, miles de indecisiones que hubieran vuelto loco a cualquier mozo, sin embargo, la paciencia que tiene la gente que atiende ahí con los grupos de festejantes (bastante pesados algunos, lo reconozco), es digna de admirar. Gracias Piacere por hacer que nos llevemos un grato recuerdo de ese festejo cumpleaños!

Hay dos Piacere en Rosario, ambos de apertura muy reciente. El primero que abrió sus puertas es el de calle Pellegrini y muy rápido inauguraron Piaccere II en Pichincha.
Es un bar restaurante de comida italiana ubicado en el paseo gastrómico más popular de la ciudad hasta el momento. Si caminas por la Avenida, buscando un bar, siempre se hace difícil la elección por su variedad. Yo te recomindo que pruebes buscar un lugar en Piacere. Por fuera, con mesas en la vereda como ya nos tienen acostumbrados en este paseo, normal pero con buena música, siempre Italiana (podès encontrarte con alguna canción de Andrea Bocceli o Laura Pausini) que para la hora de comer y mantener unan charla, suele ser agradable. Por dentro, es un lugar super lindo. Hay dos sectores, uno con mesas con vista a la calle, grandes sillones ubicados contra la pared; y otro sector con más privacidad en la parte trasera.
Los baños, muy lindos y modernos con grandes espejos. Muy espacioso.
Una gran barra central y las paredes con murales enormes e inscripciones en italiano. Combinado en rojo, negro, blanco y un poco de verde.
La atención es siempre muy buena y sus platos riquísimos. No podès dejar de probar el rissotto. Hay de dos clases y ambos son deliciosos. Es una buena opción ya que rara vez encontramos algún menú como èste.
Los días lunes hacen un 2×1 en pizzas y los martes 2×1 en pastas. Este último, en general, es de ñoquis (la salsa viene incluida), sólo pagás la bebida y creo, cubiertos tambien.
Las mozas son muy amables pero tenè en cuenta que sus precios no son del todo baratos.

Nunca me gustó mucho la gente que sube a facebook fotos de su comida. Pero tengo que admitirlo: fuí a Piacere por una foto en facebook!!. Una amiga la subió y la tituló: «siiii, mini hamburguesas de Piacere». Apenas vi esa foto me propuse ir a comer esas mini hamburguesas y la verdad que no me arrepiento.
Fui un mediodía con mi novio y su niña de 1 año y medio, lo cual fue medio complicado porque no tenían sillita para niños, pero no hubo problema porque nos sentamos afuera y pusimos el cochecito.
El mozo nos atendió muy bien, era de esos mozos super charlatanes que cuentan anécdotas y hacen de todo un chiste… a mi me encantan pero a mi novio le pareció un tanto pesado. Mas allá de eso, fue super eficiente y bien predispuesto.
Bueno voy a lo que nos interesa: las mini hamburguesas! son tres chiquitas con papas fritas. La hamburguesa es casera y bien gorda, mucha carne y queso! recomiendo ponerles ketchup! La mayonesa me la trajeron en un potecito mini, y ustedes dirán «claro, porque las hamburguesas eran minis» a lo que refuto: eso no importa!!! como fundamentalista de la mayonesa exijo que haya mayonesa hasta que yo no quiera mas, es fundamental en cualquier bar.
Por último la presentación de la comida era un punto a favor, las papas en unas canastitas y las hamburguesas en un plato muy lindo con salsita decorado :)

Tenía a Piacere agregado en facebook, y siempre veía las fotos de sus postres, así que a la primera oportunidad fuimos, porque la «golositud» ante todo! (ya sé que no existe esa palabra! pero nunca se sabe… vieron que la RAE acepta cada palabra últimamente…). Cuestión que esa primera vez quedamos tan satisfechos con la entrada y el platos principal, que no comimos postres! (por supuesto volví por revancha jaja) Ese día, nos invitaron con un rico pan de campo y queso untable. Como entrada comimos unas papas con queso cheddar y panceta, la porción es super abundante (como para compartir entre 4, cosas que hicimos otra vez que fuimos), y tan deliciosa, que mientras escribo se me hace agua la boca. Platos principales para elegir había muchos: optamos por arroz. Nuevamente la porción abundante y sabrosa.
Como me quedé con ganas de probar los postres, volvimos al poco tiempo. Ese día nos invitaron con un poco de sushi. No pedimos entrada (para hacer lugar para el postre! jaja). Volví a pedir el arroz con panceta (sí, amo la panceta!) porque me había gustado mucho. De postre me pedi una degustación de distintas mousses, que no me fascinó, pero porque esperaba que fueran todas de chocolates y algunas eran más frutales.
La última vez que fuimos en parejas, como dije antes, pedimos las papas con queso cheddar para los cuatro. No sé por qué esa vez no nos invitaron nada (veía que en otras mesas sí los invitaban con el pan de campo), eso no me gustó… Esta salida fue un hito en mi vida gastronómica, porque fue cuando probé la pizza de rúcula con parmesano y jamón crudo (sí, no la había probado nunca porque la ensalada de rúcula no me gusta). Quedé fascinada! Como postre pedí un volcán de chocolate, buenísimo!
El ambiente es tranquilo, hay muchas parejas, y familias. Los precios son altos, pero no demasiado comparado con restaurantes del estilo. Algo que le falta al lugar son mozos experimentados, no me quejo, pero me hubiesen gustado algunas sugerencias.