Golositos- Caramelos y chocolates

Últimamente ando re antojado, no se si estoy embarazado o que, pero se me está haciendo imposible resistirme al tiente golosinero.
Y uno de mis peores compañeros en esta lucha por dejar de ser tan desquiciado por los dulces es Golositos.
Este lugar tiene todo categóricamente estudiado como para que no te resistas a nada. Bolsas de variadas golosinas armadas, galletas y galletitas ordenadas por precio y marca, un sinfín de barritas de cereal, y por supuesto al final de todo cuando uno parece decidido a no llevar más nada, se encuentra en la caja con la perdición infernal de su vida: las barras de chocolates.
Realmente un lugar para seguir perdiéndose en la golosa vida. Con precios irresistibles, que mientras más lleves más irán bajando y una atención muy servicial.
Queda lejos pero vale la pena.
Para ahorrarse unos pesos en la organización de un cumple, va bien. Y para el que lo tiene de pasada, bueno, no se si un privilegio o una desventaja.
O las tres cosas.

Después de mucho tiempo de que estuvo el negocio instalado en esta esquina, tan por mí transitada, un día entré. Recorrí el lugar como siempre que una recorre estos lugares de golosinas y comida, intentando descifrar con los ojos lo que quiere el estómago-​alma.
En ese momento, el recorrido mío terminó junto a la caja, donde están los grandes chocolates. En el centro del lugar hay galletitas, caramelos y demás artículos de golosina. Quizás estoy acostumbrada a las golosinerías gigantes, como Royal, que fue la primera en Rosario, si no fuese porque tengo ese registro, no hubiese sentido ninguna falta de nada.
Pero nada faltó, en realidad, porque encontré cosas ricas, y gaseosas, en estado de frialdad, para acompañarlas, por lo que no me quejé entonces y no me quejo ahora. De hecho, mi problema en todo caso es que no me suelo antojar de dulces así como así. Pero comprendo que a los chicos les sirven estos lugares.
De modo que Golositos es una buena opción para galletitear, para las criaturas, los precios son un poco más bajos comprando en cantidad. La atención es muy buena, muy servicial.

Esta mayorista de golosinas fue una de las primeras en instalarse en la zona. Es muy común pasar por Golositos una vez a la semana para comprar las meriendas de las escuelas de lo chicos, o de las diversas actividades que conlleva la vida cotidiana.
Lo particular de esta tienda, es que primero es muy barata, y segundo es que fraccionan todo en pequeñas cantidades. De esta manera te evitas de tener que levar una bolsa grande de un tipo de caramelo. Este dato no es menor a la hora de organizar un cumple.
No sólo tienen golosinas en su haber. También tienen galletitas, tostadas, alimentos aptos para celíacos y diabéticos (tienen unos chocolates de la línea Fel Fort que son riquísimos), saladitos, elementos para repostería, y más que seguro ahora me estoy olvidando.
Los precios con muy baratos. Aceptan sólo efectivo (es un negocio familiar), y hacen horario cortado. Tengan en cuenta que este local está situado en una calle muy transitada y angosta, por lo que se dificulta estacionar. Pero si doblas en Sánchez de Loria, seguro que tenés lugar. Después si te sobra tiempo, podes dar una vuelta por el centro comercial Villa Margarita que está en frente.

Debo asumir que cuando abrió Golositos en Fisherton me emocioné más que un niño. Los dulces son mi debilidad, y si bien trato de no ser una cliente fija, suelo ir.
En la zona no había, y creo que no hay otro, local de éste rubro, que tenga venta minorista y mayorista.
Podés comprar lo que necesites para un cumpleaños como galletitas dulces, alfajores, budines, snaks para la merienda.
Venden tanto las bolsas grandes, como pequeños paquetitos, si sos como yo que cada tanto me gusta revivir mi niñez comprándome unos caramelitos.
Los precios son muy buenos y siempre me atendieron excelente.
Me enteré que tienen delivery, y que te arman «combos» para cumpleaños o eventos, así no te volvés loco calculando cuántos chupetines y caramelos tenés que comprar.

Estamos próximos al cumpleaños del más pequeño.
Y ese día, me pongo un sombrero de paciencia y disfruto organizando el cumpleaños.
Esos momentos son únicos y estoy convencida que si no los disfrutas te pierdes algo muy importante en la vida.
Así que como esta en el barrio y muchas veces he ido por cosas pequeñas para contentar a la familia, decidida entre a que me ayudaran a ver que ponía en las bolsitas de cada invitado.
Lo que quieras, lo que busques en chocolates, galletitas, caramelos, chupetines, globos, chicles, turrones, y un largo etcétera impensable.
La tienda es muy grande, y la dueña te deja al mando de tu libertad, salvo que, como en mi caso, le rogara que cada bolsita tuviese un costo que me permitiera llegar con mi presupuesto sin delirarme.
Y así fue, lo logramos. Mejor dicho, lo logro ella por su experiencia en este rubro y por conocer que es lo que a los chicos le gusta hoy en día.
Aproveche y me lleve unas guirnaldas muy coloridas para adornar el evento y unos carteles de feliz cumpleaños que me parecieron súper bonitos.
A escondidas, no pude resistir la tentación de un par de chocolates que harían con mi café disfrutaría esa misma noche.