Johnny B. Good

Una extensa carta de tragos que tiene de todo un poco! El lugar lindo, a mi en particular me gusta afuera el balcón.
En una oportunidad pedí unas papas que la verdad fueron un horror, nos las tuvieron que cambiar parecían viejas y rancias, las cambiaron sin problema, pero ya te deja esa mala sensación!

Obviamente es un lugar muy de moda en la ciudad.
Se caracteriza por los happy hours pero siempre está lleno de gente y por lo tanto una deficiente atención, música muy fuerte si buscas algo más formal o tranquilo.
Recomiendo sí venir mediodía o tardecita para aprovechar los balcones, el sol y del ambiente un poco más distendido.
En cuánto a los elevados precios, nunca comí algo que me deslumbre (aunque muy rica cockteleria) por lo tanto, a mi parecer, no lo vale. Tampoco se destacan por abundancia
Mucha onda, muy lindo ambientado, excelente deco, actual y gran espacio.
Si vas de noche, te recomiendo que te cargues de paciencia para poder encontrar una ubicación.

Gran lugar. Me enamoré de la decoración. Un ambiente informal, no apto para quienes buscan lugares tranquilos. Música electrónica bastante fuerte. Amplia carta de tragos. La caipirozka muy muy rica. El diakiri de frutilla restó puntos porque estaba hecho con pulpa de frutilla. Lo malo: tardan un poco los pedidos. Un lugar que hay que conocer.

La mayoría de las veces que vine, igual que hoy, es para almorzar. Y a mi me encanta la cantidad de opciones que ofrece la carta., tanto de platos como de tragos. Y los postres! Ellos se llevan una mención especial. Hoy pedimos comida vegetariana…
Vean que bella presentación!. Pero mi Benevento vino con rúcula muy mal lavada y llena de cabitos. Un cuarto de mi porción quedó al costado.
Que pena que estén perdiendo ese detalle.
Los vegetales de hoja deben ser minuciosamente limpios. Pero les dejo un voto de esperanza. La ambientación es preciosa y la música en este horario se resiste. Volveré una vez más.

Pedimos una tabla de mar, excelente. Aunque escasa si la idea es cenar. La variedad de champagnes es escasa pero la suplantan con una buena carta de tragos clásicos y propios de los bartenders del lugar. A la noche la música suele estar un poco fuerte, pero es tolerable. La atención es muy buena, los mozos siempre con buena onda y dispuestos. A las 4,30 ya te empiezan a correr, te traen la cuenta y te prenden las luces

Creo que es la reseña más difícil que tuve que hacer hasta ahora. Porque tengo sentimientos encontrados con el lugar. Me gustan los mediodías, afuera al sol o en el balcón que tienen. Pero nunca iría a la noche por motus propio. Muchísima gente, la música demasiado fuerte para lo que plantean. Si tuvieras un pub, hacé lo que quieras. Estando sentados con una mesa de por medio necesito leer los labios de la otra persona, no da.
Los precios son bastante caritos, no es cosa de ir varias veces en la semana. Aunque el producto que ofrecen es siempre de buena calidad y los platos son suculentos. No te vas a quedar con hambre.
Es esta dicotomía, de amor-​odio, lo que me genera dificultad a la hora de recomendar un lugar así. Que sea temático sobre la música es un guiño a favor, pero que esté sobrecargado en decoración me la baja mal.
Tendrían que hacer su propia experiencia pero sabiendo que de noche un fin de semana es mejor ir con reserva, como casi todos los lugares de Pichincha. Si bien se puede llegar a gastar más de $ 250 por persona en cuanto a comida lo vale, los tragos son buenos pero varían mucho dependiendo el bartender.
El viernes a las 21:30hs no paso ni que me paguen pero los mediodías de domingo al solsito un tremendo sándwich al sol en el balcón son la gloria.

Mucho tiempo de espera. La comida rica, los tragos también, bastante caro en general. Lo que me revienta es que el volumen de la música a partir de las 12 se pone intolerable, no se puede ni hablar!

Hermoso bar en la mística calle Oroño. Muy buena ambientación, mejor música.
Amplia cocina con variedad de platos elaborados y al estilo de minutas. Gran carta de tragos para todos los gustos.
Lugar perfecto para venir de after office o a la noche con amigos o pareja.
Precios algo elevados pero la onda del lugar acompaña y no se sobresalen cuando se compara con la gran noche que se pasa.
Muy recomendable

Un lugar encantador! Nos juntamos un grupo de amigas de la facultad a festejar un cumpleaños y la pasamos genial! Rica la comida, variada, la bebida excelente y ni q hablar de la atención muy buena! El lugar es muy especial con una ambientación q no tiene nada q envidiar a los bares más emblemáticos de ciudades muy importantes… cada cosa en su lugar * sin duda uno de los lugares para elegir a la hora de salir y pasarla bien con amigos o pareja. El lugar lo amerita. Nos dieron todos los gustos! Excelente todo. Y además queda en el corazón de la zona de los bares más lindos de la ciudad. Inigualable ubicación.

Un bar que siempre invita a volver.
Lo visite cuatro veces si no me equivoco y quiero seguir yendo.
La atención es muy buena, los platos podrán ser caros pero muy abundantes y la carta de postres y tragos es excelente.

Tiene una onda única, está muy bien ambientado y se escuchan clásicos de todos los géneros a toda hora. La comida es abundante y sabrosa, se destacan los desayunos. La relación de precio/​calidad está por el límite de lo normal, algunas cosas se exceden pero se entiende porque es un lugar que está de moda. Lo único a criticar es la atención de la moza que tardó media hora en tomarnos el pedido, trajo los tragos separados, y después otro tanto más para traer la cuenta, todo esto estando la mitad del bar vacío. Más allá de eso, es un lugar que vale la pena ir a conocer!

ES un lugar muy copado en Rosario, fuimos con muuuuchas amigas, y tienen una mesa redonda para muchas! (Nosotras eramos 10) Es un restaurant — bar con mucha onda, todo decorado con guitarras, musica copada
La comida buenisima! La verdad es que todos los platos muy buenos, la unica critica seria que pedimos gaseosas para tomar y muchas o no tenian — o no tenian cantidad (se les perdona porquie fuimos el 1 de enero)
Tiene una mega carta con miles de tragos, te dan ganas de probar todos!!!
Un muy buen lugar para ir con muchos amigos !

Fuimos 4 personas, sábado a la noche alrededor de las 22 Hs. Teníamos bastante gente antes que nosotros pero la espera fue muy poca. Hasta que nos sentamos, la atención fue cordial.
Nos ubicaron en un entrepiso que estaba vacío, fuimos los primeros en sentarnos. No vinieron a tomar el pedido hasta que llenaron las mesas. Pedimos unos wrap «Good Times» y las BBQ ribs para compartir. Al momento de ordenar, nadie nos aclaró que los platos tuvieran una demora extraordinaria. Pasó una hora y, mientras todas las mesas comían, nosotros seguíamos esperando. Le preguntamos al mesero dos veces si iba a demorar mucho más, en ambas ocasiones nos dio excusas distintas.
Cuando pasaron ya 60 minutos, pedimos hablar con un encargado, y este en vez de buscar una solución nos decía que habíamos pedido hace 20 minutos! Finalmente a los 70 minutos llego la comida, las papas estaban frías y secas, la carne estaba buena.
En resumen: buena carta, muy buena ambientación, precios acordes al lugar y al tipo de menú, pero muy mala la atención de los encargados. Quizás si elegíamos otra comida menos elaborada, la experiencia era mejor.

El lugar esta buenísimo! La comida es bastante buena, los nachos son lo mas y los tragos riquísimos! La música suele estar bastante fuerte. Los fines de semana recomiendo ir con paciencia porque hay que esperar bastante para poder entrar.

Se supone que es otra sucursal además de la que está en Buenos Aires, fui por primera vez a la de Rosario sin conocer la «original» y me gustó mucho.
El salón es gigante, tiene una barra espectacular y esta ambientado con onda muy rockera: los sillones tienen almohadones con dibujos de tapas de discos y te dan ganas de llevartelos a tu casa. Fui un domingo a la tarde y estaba bastante vacío, si está lindo el dia es ideal para comer afuera porque tiene una especie de balcón que da a la calle, aunque no se escucha la música desde afuera, que también es una de las protagonistas del lugar.
El menú es tipica comida americana, todo muy rico. Pedí los rolls de caesar con papas fritas aunque la moza se confundió y me trajo unos de salmon ahumado con ensalada, que terminé aceptando igual porque me dio fiaca quejarme y pedir el cambio, pero estaba todo riquisimo. Volvería una y mil veces.

Fui a JBG hace aproximadamente un año. Cada vez que buscábamos algún lugar copado para ir, era la primera opción que aparecía, así que decidimos ir.
El lugar es muy grande y está bien decorado, es decir, es claramente un restaurante temático.
Tuvimos que aguardar unos minutos para sentarnos porque el lugar estaba lleno, pero estábamos de visita y no teníamos apuro.
Nos llevaron a una mesa y nos informaron que había 2×1 de tragos, así que pedimos dos daikiris (cada uno). La primera tanda estaba muy rica, no tenía demasiado alcohol y se sentía el gusto a la fruta. La segunda tanda vino con un gusto raro, como a pescado. Pero dio la casualidad que la segunda tanda de daikiris vino con la comida, y supusimos que tal vez le sentimos gusto raro por las frituras.
Lo que pedimos para comer era una booooooooomba. No recuerdo bien el nombre pero, guiándome por las fotos, era una canasta que tenía rabas, ostras, muzzarelitas rebozadas (todo frito) y algunas cosas más. Eso estaba excelente, y de hecho tengo muchas ganas de volver al JBG de Puerto Madero para comparar.

JBG es uno de los grandes bares de moda del Boulevard Oroño.
Ahora, me pasa algo con este lugar. Está super bien ambientado (pareciera que estás en el tras bambalinas de un recital), la comida la verdad es muy buena, abundante y bastante variada. El otro día con mi novio indagamos en la sandwichería, y la verdad que 10 puntos. Lo que es coctelería también, tiene una carta super amplia y de buena calidad.
La atención, según a qué hora y en qué día vayas, es buena y lo suficientemente rápida como para que no te quede una mala sensación.
Pero, que es lo que me pasa… el volumen de la música y la oscuridad del lugar. Creo que es algo bastante personal, pero, a no ser que estés en la terraza u, obviamente, en la vereda, es muy difícil poder mantener una conversación fluida con quienes estás. Encima, me da más bronca, porque en realidad, es muy bueno todo lo que pasan. Así como también que es bastante oscuro. No sé, son cuestiones que me incomodan.
Vuelvo a aclarar, las apreciaciones negativas, son bastantes personales, por lo cual, tendría que hacer cada uno su propia experiencia.

Una vergüenza! Fuimos a las 18 al happy hours! No nos dejaron entrar porque estaba todo reservado, en este momento son casi las 20.00hs y recién esta casi lleno! No había nadie !! Será la próxima

Es un bar de moda, con muy buena ambientación musical. Si te gusta el mojito, lo preparan excelente. La comida no es de lo mejor, si hablamos de relación precio calidad. No recomiendo las brochettes, en la foto parecen grandes pero son muy chiquitas, de un bocado. En general la coctelería es mejor, tienen mucha variedad lo que no le quita calidad. La atención de los mozos es normal, hubo veces que tuve que esperar bastante para que me atendieran. Como concurre mucha gente, si tienen hambre recomiendo ir temprano para agarrar mesa, si no van a a tener que esperar bastante.
También recomiendo el desayuno, fuimos para el día de la madre el domingo a la mañana y el ambiente es mucho mas relajado y el desayuno abundante.

Un excelente lugar para ir a comer, tomar algo o desayunar.
Es bastante grande y tiene aspecto musical por dentro y por fuera, hay bastantes lugares aunque hay varias veces que por la noche debes reservar. Las comidas son muy ricas tienen bastantes variedades, aunque no es de lo mas barato.
Los desayunos son increíbles ya que son enormes con todo lo que vienen.
Yo recomiendo este lugar esta muy bueno para ir con amigos/​as a tomar algo o a comer.