Este lugar parece sacado de una película, es un hermoso pasaje de tan solo 100 m ubicado a pocos metros de Bv, Oroño, es uno de los lugares a mi gusto mas pintorescos de Rosario. Adornado por arbustos y sus construcciones bien coloniales, estos 100 metros son como un oasis en plena vorágine de la ciudad. Como la mayoría de la gente pase incontables veces delate del mismo sin notar sus presencia, hasta que un día por fin se me abrieron los ojos y lo descubrí, solía vivir muy cerca de este pasaje así que cada vez que podía pasaba por su calle y encontraba mas y mas detalles. Conserva aun sus calle de adoquines que enfatiza mas sus estilo colonial. Este mágico lugar conocido por pocos esta en excelente estado, siempre bien limpio, lleno de luz y verde que resaltan los colores de sus fachadas.
Agustin A.
Rating des Ortes: 5 Rosario, Argentina
Ubicado a media cuadra y viniendo desde Bv. Oroño, por calle 9 de Julio es el segundo pasaje de la cuadra. Si hay dos, pero el Pasaje Rosales, se caracteriza por belleza arquitectónica, es como estar en un lugar del pasado. Este pasaje escondido lo descubrí cuando vivía en la esquina de Balcarce y Zeballos. Solía pasar por calle 9 de Julio, sin prestar mucha atención, como hace la mayoría de la gente que pasa frente a este lugar escondido. Hasta llegué a creer que en los pasajes no caminan personas ajenas a quienes habitan. Cuando mi hermano se mudo a la esquina del Pasaje Rosales y Calle 3 de Febrero, yendo para su casa, una noche de lluvia, descubrí su magia. Hermosas casas modernas y de estilo antiguo decoran este pasaje que conserva sus veredas angostas con cordones altos y su calle adoquinada. Siempre que paso caminando me meto al pasaje solo para recordar que evitar el bullicio del tránsito es posible y permitirme transportarme a esos pasajes llenos de vida, que recuerdan el pasado.
Juane M.
Rating des Ortes: 5 Rosario, Argentina
Cuánta belleza desprende este lugar. Es una pasaje pequeño, de una sola cuadra, que se ubica por calle 9 de Julio entre Balcarce y Oroño. Es muy particular esta cuadra porque hay no sólo una cortada, sino dos. Tenemos el pasaje Telier(el menos agraciado) y el Pasaje Rosales(el que está bueno). Ya de por sí tiene toda la magia que puede tener un pasaje, toda esa tranquilidad, ese oasis de relax entre medio de la trama enloquecida del centro de la ciudad. Pero sus casas neocoloniales de no más de dos pisos pintadas de muchos colores y todos los árboles florales hacen del lugar un paseo de cuento infantil surrealista. Todo está muy bien mantenido, la calle muestra adoquines antiguos en perfecto estado y se nota que los vecinos se preocupan mucho en el cuidado y mantenimiento. Siempre que puedo paso por ahí. Te desconecta, toda esa reminiscencia pintoresquista te lleva a otro lugar. Está al toque de la faculta de Economías de la UNR, no hay excusa para no conocerlo. Es un gran hito urbano, pequeño y oculto claro está, que todo caminante amante de la ciudad debería disfrutar al menos una vez.
Marilina N.
Rating des Ortes: 5 Rosario, Argentina
El Pasaje Rosales debe traerle más de un problema a los carteros y a los propios vecinos de la exclusiva cuadra(exclusiva, porque es una sola). En esta cortada hay algunos consultorios, pero la mayoría son casas de estilo colonial: ¡quién pudiera vivir ahí! Es hermoso. Conserva el adoquinado de antaño, que hace juego con el de su vecino Bv. Oroño y además toda la cuadra tiene árboles florales que le dan un toque aldeano. Me encantan los pasajes y las cortadas porque son como un respiro de la ciudad y además tienen siempre, por más derruidos que estén, algo de artístico: no tienen mucha lógica ni razón de ser y hasta a veces molestan. Por eso me gustan. Vale la pena pasar, cortar camino por ahí: si bien está en una zona bastante transitada como lo es la de Oroño y 3 de Febrero, uno tranquilamente puede hacer de cuenta que se metió en una aldea o en la calle de un sueño. Caminito: van por Bv. Oroño, llegan a 3 de Febrero(se van a dar cuenta, porque en esa esquina está la Facultad de Ciencias Económicas), doblan para el lado del río y de ahí es la segunda cortada. A descubrirla y respirarla.