Mobil Super Electromecánico

Cuando vivía en el Distrito Federal, tenía un vecino que todos los días, sin excepción, incluyendo los domingos, todas las tardes estaba en la calle arreglándole algún detalle a su auto.
Era muy común pasar por ahí y encontrar en la banqueta una gran cantidad de piezas, carburador, filtros, alternadores, depósitos de anticongelante, mangueras de todo tipo, abrazaderas, filtros de aceite y gasolina.
El señor Enrique amaba la mecánica, siempre traía un cigarrillo en la boca, fumaba puros cigarros sin filtro. Era muy buen amigo de mis padres. Recuerdo que mi madre le decía:
–Le voy a mandar a mi hijo para que le de unas clases en lugar de que ande de vago, sin embargo, yo nunca quise, algunas veces estuve con él, me ponía a limpiar el carburador con una brocha y gasolina, pero no aguantaba ni una hora y me marchaba.
Cuando pasaron los años y tuve la oportunidad de tener mi primer automóvil, recuerdo que fue un sedan blanco, no saben cómo me arrepentí de no haber aprendido lo elemental de la mecánica, eso me hubiera ayudado a ahorrarme unos buenos pesos.
En Cancún es difícil encontrar un buen mecánico, la mayoría cobran mucho y trabajan muy mal, y esto es peor con los «eléctricos», quieren cobrar como si fueran cirujanos plásticos.
En el local denominado «Mobil Super Electromecánico» encontré una opción aceptable.
Para empezar pues es 2 en 1, es decir, aquí saben de mecánica general y también son mecánicos eléctricos, ya es una ventaja.
La mayoría de estos lugares cobran de acuerdo al carro que traes, al aspecto que traes, a la ropa que traes, triste, pero cierto.
En este tipo de lugares difícilmente van a tener una tarifa establecida, ya que cada problema mecánico tiene características distintas y ellos siempre evalúan al momento.
Cuando el carro nos falla no tenemos muchas opciones, pero «Mobil Super Electromecánico» los puede sacar del problema.