Otra joya del barrio es la EMY, quién se ha mantenido como ganadora en el top 5 de las favoritas por los colonos aragoneses pues siempre se han distinguido por la súper eficiencia y trato amable a la clientela. Con más de 20 años de experiencia nada tienen que demostrar y sin embargo siguen pateando traseros a las nuevas generaciones que han llegado a querer dominar el mercado, no es que esté en contra pero la realidad es que nadie se ha puesto las pilas como ellos, no por nada todos los que llevamos tiempo viviendo por acá preferimos sus servicios. Los detergentes y suavizantes que usan son únicos, de las mejores marcas, se siente la suavidad en la textura de las telas –incluso si lo piden sin suavizante pues sube el costo-, no pica nada la ropa y te la regresan doblada y seca, un sueño. De verdad la mejor lavandería.