Lonches Amparito

These were the best lonches I’ve had in a long time, I wouldn’t say they’re the best I’ve ever had, but they were delicious. I would highly recommend if you’re visiting or live in GDL.
The customer service sucks, but then again I don’t think it exist in Mexico. lol The price is pretty high for what it is, I can’t imagine being able to afford these lonches if I lived there. Perhaps they should advertise less about how they’re the original and pay more attention on their friendliness. #JustSayin

One of the best «lonches» in the city! I come a the way from San Francisco to have one of these. $ 40 pesos with everything, Guac included. I think the price went up but it’s still worth it in dollars !

la delicia total para los fanáticos del aguacate y de un buen lonche estilo el chavo gigantescaaas es el lugar adecuando quien no ha provado los amparito está perdido en lonche pero sus instalaciones dejan mucho que desear

One of the best ‘lonche’ chains in Guadalajara. The place might not look great, but still you have to try it. If it is the first time, try the ‘lonche de pierna’.

La mejor manera para saber que un lugar es bueno, más allá de las recomendaciones, es ver qué tanta fila hacer las personas para comprar.
Si están de acuerdo conmigo, no dudarán en ir por un lonche Amparito. Me sorprendí mucho al escuchar de parte de una señora que estaba esperando, que diario había fila. Me dio gusto ya que el lugar es un negocio familiar el cual han preservado con base en la mejor forma de mantener un lugar: con calidad.
Ahora, ¿qué me pareció? lonche de lomo. ¡Llévenlo llévenlo! está supe bueno.
No hay nada como llevar de comer en estos lugares, donde el sabor es netamente hogareño, la calidad sabes que está garantizada y estás ayudando a una pequeña empresa luchona a seguir adelante.
¡Buenísimos los Lonches Amparito!

Este puede ser considerado ya como un patrimonio de los tapatíos… bueno tal vez no sea para tanto, la realidad es que estos lonches son algo especial. Recuerdo que por mucho tiempo escuche hablar de los famosos «Lonches Amparito» y me preguntaba ¿Qué tan especiales pueden ser unos simples lonches para que todo mundo hable de ellos? Hasta que un buen día me dieron una cachetada con guante blanco, pues hasta momentos antes de probarlos por primera vez yo estaba muy convencido de que un lonche fuera algo como para hacer tanto alarde. Aquella ocasión estaba en la escuela y alguien sugirió pedir lonches Amparito para un convivio a lo que todos respondieron inmediatamente que sí, sinceramente yo me sentí como bicho raro pues al parecer yo era el único que no los conocía. Cuando llegaron los lonches me dije «es hora de saber de qué me estaba perdiendo», y bien si hay muchos lugares donde se pueden conseguir lonches de lomo por estos lares, puedo decir por experiencia personal que estos lonches son la diferencia entre los lonches y lo digo a pesar de que el lonche que comí en aquella ocasión estaba frio.
La última vez que yo compre un lonche de aquí costaba 35 pesos, tal vez a estas alturas cueste un poco más, muchos dirán que es algo exagerado para un lonche pero definitivamente valen la pena porque aparte de deliciosos están muy bien servidos.

Los siempre imitados y nunca igualados Lonches de Amparito, toda una tradición que se mantiene viva en el centro de Guadalajara y que día a día presume enormes filas de personas que pacientes esperan hasta 1 hora para poder disfrutar sus tradicionales lonches de lomo, pierna y panela, con su generosa dosis de crema, salsita de chile jalapeño y más secretos que la familia ha guardado tan celosamente durante varias generaciones.
Lo primer que llama la atención cuando llegas es que siempre, invariablemente de la hora, hay gente haciendo fila para comprar lonches, el local donde los preparan es cerrado (por eso de que son muy celosos de sus recetas) y uno hace su pedido por una ventanita donde anotan y se puede ver la línea de producción donde uno parte el bolillo, otro le pone crema y así de mano en mano para después salir envuelto en papel, listo para ser devorado.
Existen en la ciudad muchos lonches «tipo» Amparito pero no se dejen engañar, los originales se encuentran en el centro, no se han movido ni piensan hacerlo nunca, nunca he entendido cómo siendo tan exitosos no abrieron sucursales más cerca de otras zonas porque uno no viaja al centro por un lonche, pero sí aprovecha su visita para disfrutarlos, aunque tome más de 45 minutos. Todos los pagos son en efectivo, no hay mesitas para comer, para eso están las bancas de la plaza, no son tan baratos pero vale la pena probar para tener el recuerdo de uno de los locales más tradicionales de la ciudad.

Si eres amante de los lonches y no tienes problema o poco tiempo para esperar al menos de 10 a 15 minutos de fila debes ir a los lonches amparito al menos una vez y comprar uno de pierna o panela, estos son los más pedidos y se han convertido en toda una tradición gracias a la manera en que preparan sus lonches.
A pesar de los muchos lugares de lonches en Guadalajara y del tiempo que debes de esperar para tener el tuyo los que más me gustan siguen siendo los de amparito debido a toda la experiencia de compra desde que llegas hasta que lo recibes en su bolsita de lonches amparito sin desembolsar una gran cantidad de dinero. Definitivamente toda una tradición

En ocasiones vas caminando por la calle y sin darte cuenta te cruzas con lugares exquisitos que por no tener un letrero atractivo, una zona grande, una terraza o muchas mesas suelen no llamar la atención pero éste lugar no necesito de nada de eso para conseguir la fama.
Los Lonches Amparito son una de esas joyas que guarda el centro de Guadalajara, cuyo sabor ha hecho que de boca en boca los tapatíos y sus visitantes estén dispuestos a formarse casi por horas con tal de deleitar su paladar con ésta peculiar comida.
Aquí tendrás que tener paciencia para ser atendido pero comprobarás que la espera vale la pena cuando tengas en tus manos un lonche de pierna con su respectiva ración de aguacate, acompañado de sus chiles jalapeños y envuelto en su clásico papel… toda una delicia!

Famosos y con justa razón, el bolillo calientito y crujiente va relleno de una porción como de 300 gramos de lomo y aguacate, me conquistaron. De ser un negocio super pequeñito han conseguido hacerse de toda una tradición inigualable de un platillo simple pero que no cualquiera prepara de la manera en que ellos lo hacen.
Llenadores y hasta con envoltura personalizada con el logo de lonches amparito te llevarán a disfrutar de esta delicia gastronómica a un precio bastante accesible. No gastarás más de $ 60 pesos ya con bebida. Muchas veces llego por mi lonche y me lo voy comiendo en el camino, pues es parte de la tradición.
Este lugar es la muestra de que no necesariamente necesitas tener un mega restaurante ni quebrarte la cabeza con platillos exóticos para tener éxito y ofrecer comida con calidad.

Otros tan buenos como estos lonches ¡no hay!
Los conocí una vez que visitaba el centro en compañía de mi mamá y me aseguró que me iba a llevar a comer algo tan rico que le iba a agradecer toda la vida. Llegamos al lugar, una mini puertita en medio de la calle con una inmensa fila de personas en ella. «No, pues muchas gracias», pensé, aún sin entender cómo funcionaba todo aquello.
La fila fue larga, y estábamos bajo el duro Sol del medio día. Odio el Sol, odio el calor, odio las filas. No entendía cómo todo eso valíà la pena.
Pedí un loche de pierna con aguacate, sí, es el típico, al menos para lo que yo ubico.
Nos dieron nuestro lonche, envueltito y calientito y nos fuimos a comer.
Al ver el lonche tan hermosamente bien servido, con porciones generosas, su olor a recién hecho y lo doradito, entonces lo entendí. Al probarlo me convencí. Me descubrí como una adoradora de ese manjar, así de sencillo como se ve, de esa puertita milagrosa, de esa fila de creyentes. Todo valíà la pena.
Actualmente incluso la vuelta hasta el centro, el tráfico, el calor, todo es bienvenido si al final habrá un Amparito como recompensa.
Neta, si nunca han ido hasta esa puerta y sólo han probado los de las «sucursales», no se queden con eso. Si ese les gusta, les aseguro que los sagrados que menciono les gustarán el triple. Además el ritual es imperdible. Por lo menos una vez en su vida, tapatíos y no tapatíos, háganlo, es ley.

Hace poco descubrí, cuando trabajaba a unas cuadras de Lonches Amparito, que si las pides a domicilio llegan más pronto que si vas a hacer fila para que te atiendan. Es en serio. Pedimos los loches a las 3:00 pm y llegaron a las 3:25. Y en otra ocasión adrede fuimos a la misma hora a hacer fila y salimos de ahí a las 4:05.
Lo malo es que si su oficina no esta cerca pues tendrá que hacer cola, pero bien lo vale, pues estas deliciosas tortas ya son parte de la tradición tapatía. Así que no se vaya con imitaciones, que bien lo dice el letrerito de la puerta: «no tenemos sucursales».

La sociedad tapatía ha intentado por decenas replicar el sabor de los característicos y famosos Lonches Amparito, pero los originales no tienen comparación. No importa la hora a la que vayas, siempre vas a encontrar una fila de 10 personas o más. La única explicación para este fenómeno es la delicia inigualable de estos platillos finísimos, del estilo «en bolsita para llevar» envueltos en su servilleta, que seguro necesitarás.
Uno pensaría que son extremadamente baratos, en realidad no lo son tanto, pero están muy bien servidos. Pero imagina esto: estás caminando con tu cámara retratando la vida del ser humano en contextos culturales, te llevas tu Lonche Amparito, con jalapeño, panela y aguacate, y te vas a sentar a un costado del Hospicio Cabañas. Aprovechas para retratar el vuelo de unas palomas que están cerca de ti. Admiras el paso de personas que no volverás a ver en tu vida y te descubres cantando la última canción que escuchaste en el radio, que resulta ser una rola de One Direction. Vuelves a ti, y te quitas a vergüenza con otro bocado de tu lonche.

El secreto mejor guardado hasta el momento ¿qué les pondrán a los lonches amparito para que sepan tan ricos?
Aunque había escuchado de estos lonches desde niña, no fue sino hasta que hice mi servicio social en la Secretaría de Turismo (justo en contra esquina de los lonches) que tuve la oportunidad de probar varios de distintos ingredientes.
En ese entonces los pedíamos por teléfono (no se lo digan a nadie) y sólo pasábamos por el pedido a la hora acordada (¡sin filas!).
El área donde los hacen es reducida y no te permiten pasar, todo el negocio se hace de la puerta para afuera, pero eso sí, cada que se abría intentaba asomar mi nariz lo más posible para ver que alcanzaba a cachar de su preparación.
Mis favoritos son el de pierna y el de panela, pero mejor pruébalos todos y decide por ti mismo.

Me atrevo a decir, a titulo muy personal. Que son los mejores lonches que he probado, tienen una tradición de muchísimos años aquí en Guadalajara y están situados en el mero centro de la Perla Tapatía, en los «niños miones»… Si vas de paseo o de compras por el centro y deseas algo sustancioso para comer, no dudes en llegar a esta pequeña puerta, que aunque no lo parezca. Es uno de los rincones con mas tradición en nuestra ciudad.
Quizá veas las enormes filas que se hacen y no te den ganas de llegar, pero puedo decirte que bien valen la pena unos minutos de solazo, con tal de disfrutar de esta delicia. Sobre todo del Lonche de Pierna. Que viene con una cantidad sustanciosa de aguacate, jitomate y chiles jalapeños. Te aseguro que con esta bomba podrás aguantar la larga caminata por todo el centro de Guadalajara.

Comer un lonche de Amparito es participar en un ritual casi religioso. Un negocio familiar que ha resistido los embates de las décadas gracias a un sabor trascendente, un sabor que forma parte de la conciencia colectiva del tapatío. El pan, el aguacate, la crema… el paladar no puede sino regodearse con este orgasmo culinario de lo tradicional.
Es toda una experiencia de trance. Hacer fila como lo han hecho millones de personas a través de varias generaciones. Claro, si uno no está enterado de la cosmogonía de Amparito, estos lonches podrían no parecer la gran cosa. Pero es la historia, cuando uno la conoce, lo que hace estos bocados tan preciosos y memorables.

Si eres un turista y en tus andares por Guadalajara pasas por este pequeño negocio con una puertita modesta, un toldo azul y, casi siempre, una fila enorme, pensarías que venden cualquier cosa menos unos de los mejores lonches (sí, aquí decimos lonches así que acostúmbrense) de la ciudad. Pero que bueno que están leyendo esto, que yo soy más tapatía que las jericallas y conozco estas joyas.
Lo Lonches Amparito, aunque ahora hay una franquicia de dudable origen, son únicos y tienen toda la vida vendiéndose en el meritito centro de Gdl. Les recomiendo el de lomo, con su salsita, su jitomatito, su aguacatito, ¡qué tal! les apuesto que ya se les hizo agua la boca y creo que yo tengo un problema con el uso excesivo de los diminutivos.
Hacer inmensa fila a pleno rayo de sol y tener como panorama la fuente de «los niños miones» (en realidad sólo uno está meando, pero ya ven la gente) es parte de la experiencia, así que aquí nada de andar con fresadas y atórenle el diente.

La piratería en los lonches (o tortas) había tenido poca importancia hasta que surgió la versión franquiciada de estos deliciosos lonches. No se dejen engañar… (Bueno por lo menos yo no tengo confirmación de que pertenezcan a los mismos dueños y todo mundo dice que son piratas, pero de lo que sí estoy seguro es de que no saben, ni sabrán iguales.)
Mi hermano fue el que me introdujo en la adicción a las enervantes dosis de pierna con aguacate entre panes. Los compradores se aferran a sus tortas con ambas manos y se recluyen en espacios que permitan el consumo de las tortas. Es toda una experiencia. Se necesita maestría para contener los ingredientes en el pan y no terminar bañados de comida, con el estomago lleno y una sensación de homicida satisfecho por la velocidad con la que el delicioso sabor te obliga a consumir el lonche en un frenesí de sabor.
Prepárense para hacer una fila tremenda, y si ven que no hay casi gente en la fila mientras pasan, compren; no hay opción, aunque no tengan hambre háganlo.
Si no los has probado… has fallado en la vida hasta el momento.

¿Qué pensará la gente que no sabe cuando ve una fila que da la vuelta a la esquina que termina en unas puertitas con un toldo de rayas? Seguro más de algún turista tendrá la idea de que esta ciudad es más bien permisiva con el narcomenudeo (pero eso es ooootra historia), sin embargo esta es la sucursal original de los lonches de Amparito, que tiene ya otras en la ciudad pero no saben a lo mismo si no hay que esperar bajo el sol.
Para mí decidir entre el lonche de lomo o de pierna es imposible, lo bueno es que como soy de buen diente y normalmente muero de hambre cuando llego a la puerta sí puedo hacerle frente por lo menos al lonche y medio. Independientemente de la carne, adoro que tenga tanto aguacate. Es más, estoy salivando mientras escribo esto.
Obviamente, después de haber leído toda esta historia ni de broma se les ocurrirá ir con hambre. Pueden durar alrededor de una hora formados pero todo habrá valido la pena con la primera mordida.