Tortillería González

Tengo la impresión de que hay pocas tortillerías en el centro de Guanajuato. Seguro que en las afueras debe haber más, pero ésta es una de las pocas que me quedan cerca.
Además de las tortillas también venden bolillos, frijoles de la olla (cocidos y en su caldo) y salsas. Te pueden vender las tortillas por cantidades de dinero o por peso, pero no por piezas. Es decir que puedes comprar sólo 2 pesos de tortillas, pero no pedir 5 piezas, porque por lo general, habrá fila y mucho trabajo como para que puedan detenerse a contarlas. Digo esto porque muchos estudiantes y personas que vivimos solas buscamos comprar justo lo que necesitamos, y evitar que se nos echen a perder las cosas. Pero bueno; los precios son promedio, entre 12 y 14 pesos el kilo. La tortilla en Guanajuato es más amarilla que en León, de donde yo vengo. Allá es más blanca y más delgada.

Algo que me encanta de México, es ir por las tortillas. El año pasado tuve la oportunidad de viajar un poco al extranjero y no saben como me hacia falta ir a la tortillera, por mis tortillas recién hechas. Era horrible ir al súper por unas tortillas empaquetadas y con pésimo sabor.
Así que, desde que regrese siempre soy feliz yendo por mi kilo de tortillas y por mi salsa. Ésta tortillera al igual que la mayoría es muy clásica, muy eficaz ya que casi nunca hay fila, todo lo hacen muy rápido.
Como es de costumbre aquí podrás pedir tu salsa de 10 pesos, las tortillas son deliciosas. Es un muy buen local, creo que siempre lo más importante es que no hagas mucho formándote, porque luego es horrible perder 10 minutos o más ens la fila, aquí todo es muy rápido.

Entre estudiantes todo es pobreza. Aunque suene muy dramático así es. Recuerdo muy bien que un día yo y mis amigos decidimos comer juntos. Entonces nos repartimos lo que cada cual llevaría. A mí me toco llevar un refresco de reconocida marca y las tortillas, para no cargar durante el día me dije: Ya cuando este con ellos pregunto de una tienda cerca para comprar las cosas.
Una vez que llegue a la casa de mi amiga, que vive por carcamanes, le comenté que aún no compraba nada y me dijo: Que suerte tienes, Mauricio, ni vas a tener que calentar las tortillas, estamos a la hora en que salen las tortillas de la tortillería González.
Eran las 3 de la tarde y bajamos a comprarlas, las tortillas estaban calientitas y se percibía un olor de ensueño. Ese día tenían una salsa y un salero para que la gente probara. Fue irresistible agarrar una de las que iban en mi kilo y le puse salsa y sal. ¡Un sabor que jamás olvidaré! Y más porque aún no comía.
La señora casi suelta la carcajada cuando le dije a mi amiga: Ven y prueba esta salsa, esta buenísima. Hasta eso no me ofendió su reacción. Es una señora amable.
Cuando comimos ella comento que sabían bien ricas esas tortillas, y más porque no eran las recalentadas de toda la semana. Recién salidas.

Los mexicanos somos de esas personas que siempre acompañà la comida o con pan o con tortilla. Eso es algo inevitable, o al menos, es algo inevitable para mí. Siempre que me siento a la mesa y comienzo a disfrutar de mis alimentos debo de tener en la mano una pieza de pan o una tortilla calientita. Es algo con lo que crecí en casa de mis padres y es algo que hago ahora que vivo solo.
Por ello, si quiero obtener tortillas recién «hechecitas» (como decimos algunos) y de un buen sabor me dirijo a la Tortillería González; ubicada en la subida de Carcamanes y justo frente al templo de San José.
Para mayor comodidad de los compradores, siempre serás atendida por una señora muy amable. Y podrás obtener cualquier cantidad que gustes de tortillas o masa.