Café Cambalache

Me enamoré de inmediato.
Los domingos se cierra Pase de Montejo por la bici ruta y se pone un pequeño tianguis entre la 39 y 37. La verdad es que cuando lo veía me recordaba mucho a la Roma del DF, y sentía que todo podía ser un poco más caro de lo normal.
Entre los múltiples puestos vi un pequeño espacio llamado «Cambalache» con libros y café. Mis dos amores. De inmediato me acerqué.
Resulta que es un proyecto de tres jóvenes yucatecos que se propusieron hacer una cafetería móvil que pudiera instalarse en parques, y donde se fomentara la lectura, a través del trueque ¡qué proyecto más sencillo y redondo!
Si te metes a su página en las redes podrás ir siguiendo su ruta los fines de semana, y para tu tranquilidad emocional es importante que sepas que todos los domingos a las 12 se ponen en la calle 39 con Paseo de Montejo.
Su café es de producción local y muy rico, y los libros podrás adquirirlos a través del trueque con otros libros ¡Que la cultura circule y vuele!

Les amé :3
Un domingo en la mañana me fui caminando por Le Bazar en Paseo, a ver qué regalitos podía conseguir para un par de cumpleaños que estaban por celebrarse. Para variar traía mis audífonos puestos y no alcancé a escuchar cuando me ofrecieron un café, pero sí pude distinguir que se estaban dirigiendo a mí. Me quité los audífonos «perdón.?», «que si se te antoja un cafecito. :)» No pues sí, sí se me antojó.
Mientras me servían mi café, lus dos chavus super simpáticos me platicaban que era un café llamado TOESTO, que se tuesta aquí mismo en Mérida y que se reparte a domicilio. Platicamos más todavía sobre los lugares en donde suelen instalarse, sobre el intercambio de libros que traen (de ahí «Cambalache», tipo un Trocadero de Traficante de Letras), y sobre Le Bazar.
La plática evolucionó por varios minutitos, y estaba taan a gusto, que cuando terminamos, nos despedimos como si fuéramos amigus de siempre (–ay sí). Seguí caminando unas cuadras más hasta que pensando en nuestra plática llegó a mi cabeza «¿…les pagué???» JAJAJAJA! Regresé al sitio y ellus me vieron con una sonrisa natural que parecía preguntarme qué pasaba; yo, «les pagué?» Se miraron preguntándoselo y morimos de risa lus tres! Ellus muy agradecidos de que hubiera regresado para pagarles, y yo muy feliz por haber encontrado un lugar (por no decir negocio), en el que la ganancia prioritaria no es la monetaria. Eso se nota a leguas.
Más emprendedorxs de este tipo, por favooor!

Cambalache es simplemente uno de los conceptos de los cuales me hacen recobrar la fe en la humanidad que esta un poco menos dañada por la tecnodependencia. Y que su labor de intercambiar cultura con cultura es una maravilla y que de verdad me alegra que el despertar de conciencia de muchas personas esten voltiando a ver a este tipo de negocios que hay que apoyar a todo lo que da.
La mejor combinación, café y libros. Hasta la persona más sibarita del mundo sabe que esta combinación no es solo de intelectuales y que se puede compartir con todo mundo. Aparte no hay pretexto alguno para no probar su café que es orgánico, o sea más sano, apoyas a emprendedores locales, café mexicano y expandimos la cultura por la lectura por cualquier rincón de la ciudad ya que es un negoxio ambulante y rondan por todo Mérida. Los domingos sin falta los encuentras de 8am 1pm en Le bazar de paseo de Montejo en la bici ruta. Tienes que probarlo y unirte a esta causa. Altamente recomendada!

La palabra cambalache según la real academia de la lengua quiere decir: trueque hecho con afán de ganancia. Encuentro que su definición es bien correcta porque al intercambiar todos ganan algo, no es sólo un valor economico también puede ser un valor emocional, todo va depender del valor que se le de.
Toda esta introducción es para hablarles del café Cambalache, más que un simple café, es un lugar de intercambio cultural es decir, un cambalache, aquí podrás intercambiar libros que ya leíste por otros que sean de tu interés mientras disfrutas de un rico café orgánico, y lo más importante, intercambiar experiencias de vida, conocimientos y todo lo que puedas dar como persona hacia los demás.
Café Cambalache, más que un café es una experiencia de viajeros, este tipo de iniciativas debería existir en todos lados del mundo, porque es una excelente manera de compartir cultura y sociabilizar entre personas y no en teléfonos o computadoras, ese acto tan normal se ha convertido casi inexistente.

Esta más que una cafetería ambulante, es todo un concepto por querer compartir lo mejor que tiene la vida, ¡el café y la cultura!
La onda del cambalache es así tal cual, tu dejas un libro y tomas otro y si nos sabes cual llevarte, puedes echarte un cafecito orgánico mientras le das una ojeadita a los libros o te echas una platicadita con estos chavos que son súper amenos, buena onda, simpáticos y echados para adelante.
Me encantó el concepto tan buena onda, es llevar café y cultura, ¡lo amé! y también reiteran la teoría de tomarse un cafecito para el calor, funciona y muy bien, se los digo. A primera instancia no es cierto y al ratito, andas como si nada, es más, fresco como lechuga… NOT, pero si baja la intensidad del calor.
Si los ves, por fa, échate un vasito, ¡apoya a esta noble causa y a estos chavos tan buena onda que se ve que lo hacen con el corazón!

Cambalache es una cafetería móvil, pero no quería quedarme con las ganas de escribir un poco sobre ellos, porque el concepto que manejan me parece muy interesante y muy propositivo por parte de estos jóvenes. La idea es mas o menos así: Con esta cafetería ambulante quieren dar a conocer al público lo rico de un café orgánico 100% mexicano.
Así como se instalan, se des-​instalan y van de parque en parque vendiendo café y buscando una convivencia con las personas, cumpliendo su filosofía de que la vida es un cambalache de todo: experiencias, sonrisas, gustos, tiempo, energía. Creen en la cultura y en el arte, y por eso quieren brindar la oportunidad de tener a la mano un rico café, acompañado de un buen libro; así que además de vender café de calidad a un excelente precio, tienen un pequeño stand de libros que se intercambian por otros para generar el hábito de la lectura y el valor de compartir las cosas.
Jessica Cerecedo, Anahí Alonso y Darío Guzmán, son los que componen este café ambulante, vienen de diferentes areas humanistícas y artísticas como la psicología, el teatro y la música (respectivamente de acuerdo al orden de sus nombres) y quieren ser una inspiración que paso a paso se convierta en una plataforma que brinde arte y voz a las cosas que se generan en la región y más allá.
De manera fija se encuentran todos los domingos en la famosa «bici-​ruta» entre la 39 y 37 en Le bazar de 8 am a 1pm, viernes y sábado deambulan por la ciudad y el itinerario de cada fin se encuentra en la página de face Cambalache Cafetería Móvil.