Este pequeño lugar acogedor, tranquilo y sobre todo agradable tiene todo lo necesario para que no quieras salir de ahí en un buen rato, lo mejor es ordenar una cerveza helada y una hamburguesa de 3 quesos con muchos jalapeños, eso sí, no puedes pagar la cuenta sin antes haber probado el capuchino de vainilla sin mucho azúcar, es realmente delicioso y querrás regresar una y otra vez. Los precios son bastante accesibles, considerando la zona y el servicio es aceptable, demoran sólo un poco cuando hay demasiada gente, pero es comprensible, cuando llega el plato a tu mesa te das cuenta que valió la pena la espera. Debo reconocer que los meseros son muy atentos y en todo momento están al pendiente de lo que necesites.
Bernardo B.
Rating des Ortes: 3 Mexico City, México
¿Aún no puedes salir de la Condesa? ¿Te has visto atrapado en un vórtex que sólo tiene salida en Mazatlán, Ámsterdam, Nuevo león, el Parque México o el España? No te preocupes, la vida en la Condesa está diseñada para que no tengas que salir de tu vecindario para disfrutar de la gama de placeres que satisfacen tu órgano tesoro. El Café Condesa, situado a unos pasos del Parque San Martín, es un sitio pequeño, acogedor, con un buen servicio de café y hamburguesas, que no distan de hacerte babear, y limpiarte la comisura de tus labios copiosamente. Pídete una chela y devora una hamburguesa con unos dedos de queso. Acompáñalos con una cerveza. Si no, te recomiendo un café, cualquiera y añádele azúcar. Sólo después, agrega una rosca de chocolate y fuma despreocupadamente mirando las volutas de humo desaparecer en una tarde sin nubes. La música, que no sigue ninguna tendencia o tema, resulta agradable ya que los tonos no son altos y la mayoría de los sonidos son pausados y alegres; jazz, rock pop, blues. El servicio es rápido y la gente que merodea por allí, son vecinos amenos, caras sonrientes que sorben su café almibaradamente.
Carolina S.
Rating des Ortes: 3 Mexico City, México
Un localito oscuro sobre calle Chilpancingo, este café parece sobrevivir de milagro pero cuando entras entiendes por qué, a pesar de verse solo, se mantiene. El lugar es perfecto para pasarte 3 horas platicando sin que te des cuenta de que pasó el tiempo, te sirven palomitas de cortesía que parecen no acabarse y la cerveza siempre tiene promociones. Los meseros son muy atentos y si algo no te gusta se esfuerzan por cambiártelo hasta que te agrade. La carta es muy sencilla pero satisface cualquier antojo, desde hamburguesas hasta platitos de botana. Suelen tener promociones interesantes y lo rentan para organizar eventos. La luz es baja y el baño muy pequeño, pero es un buen lugar para pláticas interesantes.