Facultad de Arquitectura. Ciudad Universitaria, Zona de Talleres Copilco, Universidad
5 Bewertungen zu Cafetería de la Facultad de Arquitectura
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Raúl A.
Rating des Ortes: 3 México, D.F., México
A veces me detenía a ver las esculturas, la publicidad sobre los diversos eventos culturales que se ofrecían en CU o en la facultad de arquitectura, o a veces iba al museo que está ahí dentro. Pero a lo que más iba era para comer a su cafetería. Y no solamente yo. Muchos de la FFyL terminaba viéndolos comer ahí. Y es que su oferta es muy buena, variada y decente, tomando en cuenta el costo de lo que podría salirte una comida corrida en otros lugares. Las ensaladas están padres, abundantes, opíparas. El café, bueno, aunque no para exigentes, pero sí mejor que el que ofrecen en otros lugares.
Iván C.
Rating des Ortes: 3 Mexico City, México
Es explicable el hecho de que a muchos miembros de la comunidad universitaria, estando en la zona cercana a las islas, nos agrade y concurramos a la cafetería de la Facultad de Arquitectura, aunque no pertenezcamos a ella; y es que, claro, si se trata de una dependencia encargada de formar arquitectos, al menos el diseño de la cafetería debía ser más atractivo que en otras escuelas; es como si en la Facultad de Derecho los trámites fueran ilegales(no sé qué estoy diciendo). En fin, que a mi juicio, no sólo el diseño de interiores, digámoslo así, es agradable en esta cafetería; sino que la oferta de alimentos también es atractiva y atrayente: aunque no soy muy fan en general, es famoso el sushi; las comidas no se quedan atrás, pero entre los productos que yo más he disfrutado aquí es el café, y es que sí, el estilo sobre todo el de las mesas del fondo, las que están pegadas a la pared, invita a quedarse un rato y charlar. Todo esto, a pesar de que los baños dejan mucho que desear.
Alejandro R.
Rating des Ortes: 4 México, D.F., México
Para muchos es una de las cafeterías más bonitas, mejor conservadas y más concurridas de toda Ciudad Universitaria. En lo particular, a mí me encanta por todas las esculturas clásicas que hay en los alrededores y que hacen que degustes la vista al par de la lengua. Como ya te comentaba, este lugar siempre está a reventar, por lo que te recomiendo que si llevas prisa, mejor vayas a otro lugar donde no haya tanta gente. Me parece un poco confuso su sistema de entregas de pedidos, pero eso no quita lo delicioso que es comer ahí, Aunque no es tan barata como otras de las cafeterías que están cerca, la vista es una de las cosas que hacen valer ir al menos una vez. Obviamente el lugar hace gala de un diseño arquitectónico impecable y un muy buen gusto. Si estás de visita en Ciudad Universitaria, no dudes en ir.
Karla H.
Rating des Ortes: 4 México, D.F., México
Desde antes que entrara a la Facultad de Arquitectura a estudiar, yo ya conocía las maravillas de su cafetería… a lo mejor y sólo me inscribí a esta facultad por su cafetería… ¡jah! No es cierto eso, pero sí es un hecho que la comida aquí es muy buena. Se encuentra ubicada en el vestíbulo de la Facultad, enfrente del Teatro Carlos Lazo y entre la biblioteca y el MUCA(hace muchos años se ubicaba en la azotea del COE). Cuenta con una triple altura, que es rematada por un domo de cristal con una estructura de acero, que cubre el espacio de los comensales el cual está adornado con una escultura réplica de «El David de Michelangelo». Sus muros son utilizados como galería temporal, donde se exponen pinturas, fotografías y de más trabajos de arte. Sobre su comida, enespecial esta cafetería, mucho tiempo fue famosa por sus enchiladas suizas… con molito verde muy cremosito y queso manchego gratinado encima, están muy buenas. Sin embargo ahora ya se conocen por más platillos, y ya le han variado mucho a sus productos. De las comidas más caras son los cortes de carne que te los entregan en una tabla, están buenos, pero por obvias razones no comí esto más que una sola vez. Sin embargo, si tu cartera está adolorida, hay muchas opciones más económicas, como las tortas al pastor o de bistec; o el «combo hamburguesa», que incluye hamburguesa o hot-dog, papas y refresco, y cuesta alrededor de 35 ó 45 pesos, dependiendo lo que elijas. A la hora del desayuno, hay paquetes que incluyen fruta o jugo, café o té y un plato fuerte a elegir y hay muchísima variedad, desde hot-cakes, pan tostado, huevos cocinados de mil formas diferentes, molletes, chilaquiles, etc. Y cuestan desde 35 hasta 50 pesos más o menos. Sinceramente yo tuve la fortuna de disfrutar algunos semestres una beca en la que me regalaban un menú diario, por lo que nunca fallaba a la hora de la comida para recibir mi comida. El chef ya hasta me conocía, y la verdad es que es una persona maravillosa, siempre está alegre y feliz de cocinar para los alumnos, y a parte, realmente cocina con cariño y muy bien, todos sus platillos saben exquisitos… ¡ah! ¡Yo era tan feliz comiendo ahí diario! El menú incluye una sopa(siempre había caldo de pollo que está buenísimo, y otra sopa del día), arroz o espagueti o ensalada, y dos guisados a elegir. Todo siempre estaba genial. Cuesta alrededor de 45 pesos con un vaso de agua de sabor, la de horchata era mi preferida. Pero cuidado, si quieres menú, llega antes de las 3 p.m. por que se acaba rapidísimo. Otra de las cosas por lo que es muy conocida esta cafetería, es por sus ensaladas, están muy buenas y muy bien servidas, pueden ser sólo de vegetales, o con carne de pollo, o filete de pescado o salmón, y los aderezos están para chuparse los dedos. Realmente recomendables, aunque sinceramente un poco caras. Pero también si lo deseas, puedes ir por una rebanada de pastel(¡deliciosos!) y un buen capuchino o un chocolatito caliente… ¡como me caía bien esa combinación para seguir con mis últimas clases del día! De la misma forma, cuentan con comida ya preparada y empaquetada, por si tienes prisa y quieres algo rápido, como: «paninis» que están muy sabrosos, sándwiches, cuernitos, sushis, galletas, pan de dulce, etc. El servicio es bueno, sólo tienes que formarte a pagar primero, te dan tu ticket y ahí sale tu código, el cual saldrá en alguna de las pantallas cuando tu orden esté lista, tomas una charola y pasas a la barra de atrás por tu comida ¡y listo! Si tarda mucho en salir tu orden en la pantalla pasa a preguntar atrás, porque luego se les olvida subir el número a la pantalla. Terminando tu comida, puedes pasar a dejar tu charola con los platos en los distintos puntos, arriba de los botes de basura, o la puedes dejar en la mesa y alguno de los empleados la recogerá. Otro tip: nunca te pares y dejes tu comida sola, porque alguno de los empleados creerá que has terminado(aunque aún tengas comida en los platos) y te la recogerá. Otra cosas muy importantes es que nunca debes dejar tus cosas solas ni encargárselas a alguien, pues desgraciadamente ha habido muchos robos de mochilas y computadoras y hay gente que va a este sitio sólo para ver qué mochila se roba cuando los dueños estén descuidados. La otra desventaja que tiene esta cafetería es que los baños están muy feos y descuidados, los lavabos son compartidos y siempre hay mucha fila para el de chicas. Por lo demás, esta cafetería es muy buena, te invito a que vayas a comer un día a mi facultad, no te arrepentirás.
Pablo M.
Rating des Ortes: 4 Mexico City, México
Estás en Ciudad Universitaria. Es hora de comer. Tienes tanta hambre como la de un estudiante después de cinco horas de clase. Revisas tu dinero: no te alcanza para ir al Azul y Oro. Pero tampoco quieres ir a los puestos garnacheros esparcidos en C.U. y no tienes tiempo de ir hasta el Paseo de las Facultades. ¿Qué hacer? La Cafetería de la Facultad de Arquitectura es la respuesta. El sistema de papelitos tipo Banamex o fila de salchichonería lo hace bastante práctico, sus platillos son de buen tamaño, sabrosos y llenadores, y sobre todo: es suficientemente barato para no lastimar tu economía. En las mañanas, lo mejor es el coctel de frutas. Ya para el mediodía, pide los molletes y prueba las tres diferentes salsas en cada mordida. Enamórate de los chilaquiles Picuy, servidos con carne de res, muy generosos. Llega temprano para alcanzar menú de comida corrida. Y de postre, un pastel con un café decente.