Centro Histórico de Coyoacán

Si vienes al DF o vives en el y no vienes a coyoacan no has venido a la ciudad! ! Es el destino básico en la ciudad, un lugar muy tranquilo a pesar de la cantidad de gente que lo visitamos .En realidad parece un pueblito dentro de la ciudad y si bien es dificilisimo encontrar lugar para estacionarte creeme que valdrá la pena el recorrido hasta donde pudiste estacionarte. El tamaño de las banquetas es lo único malo ya que si caminas por sus calles principales te darás cuenta que no cabe la gente. Cuando es temporada de fiesta como en septiembre o diciembre cierran el centro de este y todo se vuelve peatonal. Hasta feria encuentras para los pequeños. Además de comida tradicional como pozole, tlayudas, pansita, enchiladas. Y lo que siempre encuentras y vale la pena mucho son los esquites, elotes, nieves, y el café !! No dejes de visitarlo la pasarás bien por qué hasta bares y cervecerías hay.

It’s beautiful! Visit it when in Mexico City. Has all the charm one could imagine.

Cada vez que vengas sentirás que es la primera vez, pues nunca dejaras de maravillarte. Al venir aquí mientras contemplas la arquitectura, el ir y venir de la gente o ¿por que no? al ver el hipnotizante movimiento continuo de los rehiletes, no dudes en acompañar tu estancia con una rica nieve de limón con tequila, papas de carrito, chocolate, churros, elotes o un algodón de azúcar.

If you have an extra day in the city this is the place to go. It is a city within a city. The trip is about $ 15 taxi ride from the Zona Rosa, and plan to go about 10 am after the rush hour traffic. There is lots to see and do he. Most travel books have a whole section about this part of the city. I always have lunch here and enjoy a coffee in the many cafes to people watch and just bring a friend to enjoy what this part of the city offers but leave by 3pm due to rush hour traffic

¡Qué chulo es Coyoacán! El barrio de la colonia del Carmen es, a mi parecer, uno de los más bonitos del Distrito Federal, tan pintoresco, tan tranquilo (en algunas partes) y tan parado en el tiempo.
Ya sea pasar por una nieve a La Casa de Los Helados para luego sentarse en una de las banquitas del Jardín Hidalgo, o ir por un chocolate al Jarocho y «dar la vuelta» por el Mercado de artesanías, el centro de Coyoacán es perfecto para un paseo dominical, o si no te gustan las aglomeraciones, mejor entre semana.
Préparate porque ahí encontrarás más cosas ricas para comer de las que podrás en realidad consumir. Desde papas, hot cakes, esquites, helados, churros rellenos; además de los locales de flautas, hamburguesas, pollo y alitas o las ricas tostadas del mercado.
También hay otros restaurantes más establecidos como Los Danzantes, Entrevero, Corazón de Maguey y La Cervecería de Barrio.

El Centro de Coyoacán es un excelente paseo dominical para los capitalinos, ya sea que vayas acompañado de tu pareja, amigos o de tu familia; este recorrido cuenta con diferentes opciones para todos los gustos y edades.
Ya estando ahí, puede visitar el Kiosko ubicado en el Jardín Hidalgo, que fue un regalo que Porfirio Díaz le hizo al pueblo de Coyoacán en 1900. También, puedes descansar en una de las bancas del jardín y tomar un helado o comer una tradicional chamoyada.
Este lugar es una ventana cultural, en las calles aledañas, es posible encontrar el Museo de Culturas Populares, el Museo — Casa de Frida Kahlo, la Casa de Emilio Fernández; así como también puedes admirar a artistas callejeros que los fines de semana realizan sus espectáculos en la vía pública.
Otra opción muy recomendable es el recorrido que realiza el tranvía por todos los sitios emblemáticos de este barrio. Y al caer la tarde, lo recomendable es tomar un delicioso café en El Jarocho, una de las cafeterías más famosas de la ciudad.

Podría pasar la vida entera escribiendo sobre la vida y viéndola andar en el Kiosko de Coyoacán, ir de éste a la Fuente de los Coyotes una y mil veces sólo para ver a las chicas hermosas que caminan por ahí, pues siempre que volteas la mirada a algún paraje hay una de la que no te habías percatado hace unos instantes; luego comprar un helado y tomarlo sentado en una banca frente al ex Convento San Juan Bautista; después ir por un café o un chocolate con su respectivo panecito al Jarocho; y volver al Jardín Centenario a escuchar a los músicos que con sus composiciones logran que la tarde y la noche en el Centro de Coyoacán termine por ser un hábito en toda persona que disfrute realmente su existir.
Posteriormente, y para no dejar de lado, dirigirse a la Plaza de la Conchita a encontrar la inspiración para continuar otro día.

Uno no se puede considerar chilango o de la ciudad de México, hasta no haber visitado el centro de Coyoacán. Con su catedral digna de admirar, su kiosko y fuentes, es el lugar perfecto para ir a pasear y tomar un helado al sol de la tarde.
Muchas personas noctámbulas prefieren recorrer este lugar de noche, frecuentando los bares locales, disfrutando los elotes y esquites o dando románticas caminatas a través de la plaza.
Hay un pequeño tranvía que hace recorridos nocturnos por las calles aledañas para conocer las leyendas locales que datan desde el siglo XVI hasta la actualidad, es muy interesante y por $ 50 por persona se puede disfrutar.
Un lugar muy agradable, pacífico y amigable.

El Distrito Federal cuenta con 16 delegaciones, y una de las más populares es Coyoacán. Todo capitalino y turista nacional o internacional siempre pisa este lugar. Y es que este es el corazón de Coyoacán. Este lugar es mágico e histórico desde su arquitectura, está la iglesia «La Conchita», que fue construida por órdenes de Hernán Cortés. La explanada que está frente a la iglesia es sumamente conocida, y todo lo que la rodea es todo un espectáculo para los ojos, los oídos y el gusto.
A su alrededor hay un sin numero de establecimientos de comida, de arte, de cultura, museos, restaurantes, bares, cafeterías, panaderías, escuelas de música, librerías… Además, este lugar fue testigo de muchos hechos históricos que datan desde la Conquista. Venir aquí puede significar perderte en sus calles por horas mientras disfrutas de un buen café y una buena compañía. Es un lugar muy tranquilo, seguro y lleno de vida; hay gente desde muy temprano hasta altas horas de la noche.