Es un sitio chiquito con estilo, en el que puedes disfrutar de una gran variedad de pizzas gourmet. En lo personal, siempre busco lugares pequeños que me hacen sentir como si estuviera en los localitos de los callejones de Venecia. Y este lugar es moderno, pero acogedor. En particular, me fascina comer ahí la pizza Mio Amore y la de queso philadelphia con zarzamora, la cual es una delicia. Pero también tienen otras opciones, como la de pera con queso de cabra, la de camarones o prosciutto. Suelen tener gente, así que es bueno hacer reservación o llegar temprano, porque como el espacio es reducido tienen pocas mesas. El miércoles es 2×1 y los precios son razonables: la grande ronda los 135 pesos, según los ingredientes.