El Parnita

Great service and fast food! The place was packed but we were greeted immediately and got served pretty quickly, great place to come in a large group.

Lugarzasoooo especial para comer tacos! Todo viene en tortilla recien hecha y una camota de frijoles, un sabor 100% mexicano!
Mucho aguacatr, aguas frescas y unas salsonas bruuuuutas. Muy recomendable!

Phenomenal! Start to finish. Followed the servers recommendations, and left full and happy. great atmosphere, great staff, great time! Cannot say I’ve had better tacos anywhere.

We went yesterday for a friend’s birthday. We had to make reservation in advance, since the place gets busy most of the time. They welcomed us with a wonderful agua de mamey (some avocado-​look-​alike delicious fruit). We had an order of squash blossoms (flor de calabaza) quesadillas. The cheese (and lemme say this as a person who LOVES cheese) was absolutely perfect. We also had a shrimp&fish ceviche, wich was just ok, and finished with some tacos. I had a shrimp, beans, guac and cheese taco. Very good. I would say a bit pricey for the content, but not insane. Beware of the salsas. They ARE spicy.

Amazing!

This is a fun, upscale place for lunch. It appears to have a lot of regulars as the place was super busy at 2pm. I tried 3 different tacos here, La Carmelita, a Carne taco recommended by the server, and a seasonal taco. Everything was good but a bit pricy for good tacos in Mexico ($ 38 – 60 per taco). Typically I can get a delicious taco at a taco stand for around $ 10 – 20.
The atmosphere is what makes this place. Great seating inside and out, traditional music playing, and people drinking beers. It was a mix of businessmen/​women lunching and younger people eating and hanging out. I would go back for the atmosphere but the tacos were not the best I have had in Mexico.

Un lugar informal, con comida mexicana súper basta y sabrosa. Los tacos son deliciosos y las salsas también. Ojo: pican bien, ten cuidado si eres delicado.
Es un lugar para echar cervezas a gusto. Cierran temprano (alrededor de las 7pm) puedes comer y quedarte un rato.
Creo que lo mejor del lugar es su servicio. Son muy atentos.
Aunque es un lugar informal y de antojitos, no te vayas tan fodongo, uno nunca sabe a quien se puede topar ahí…

Cute restaurant/​bar in a trendy neighborhood. The food exceeded expectations. Really fantastic stuff and I wish we had gone back and tried more items from their menu. Tried the carnitas tacos, tlacoyos, and quesadillas, all great and even better with their salsas, which were some of the best we had while in Mexico City. Our server was helpful and patient with our lack of spanish-​speaking ability. The prices were also reasonable.

Sí, todo el mundo habla del Parnita, y con razón. Buenísima comida, y además diferente que en otros sitios, otras combinaciones. Buen ambiente, buena decoración y buen servicio. No hay que perdérselo!

We stopped by El Parnita after a day of walking from Chapultepec to Roma. True to DF custom, people were out in droves to eat lunch at 2 p.m. (late for us US dwellers.) The place was quite packed, but the crowd was convivial and the energy was infectious. It fascinates me to see business people in their button-​down shirts enjoying lunch and a cerveza at that hour. I wish that was a practice we uptight Americans could adopt. Sigh.
Due to a small stomach bug, I could only manage an order of quesadillas. I originally wanted the flor de calabaza, but they weren’t available. Fortunately, the quesadillas were accompanied with a side of pickled onions, avocado and tomato, and delicious salsas. As per usual, I had a michelada, served in a cold tin cup (I love those.) My brother had longaniza tacos and declared them A-​ok.

Excelente lugar, muy sabroso y los tacos bien servidos y llenadores!
Las salsas buenísimas y el clamato con chela súper bueno!
Recomendado!!!

El Parnita es un restaurante en la Roma basado en puros antojitos mexicanos. No es el tipo de lugar que te gustaría llevar a tus papás porque rompe con todo lo tradicional y trae esas propuestas medio hipsters de llevar la comida de calle a las mesas de restaurantes. La lona con el nombre del lugar parece hasta de localito de pueblito mexicano pero tiene mucha imaginación. El ambiente es de gente joven aunque en mi opinión demasiado hipster. Son tacos, tortas, ceviche, sopa del día, quesadillas etc. Eso si es muy barato y las aguas frescas están deliciosas.
Está rico para crudear, echar la cervecita (la michelada está cañona) y si quieres seguirla pedir unos mezcalitos. A mi me gusta pedir los tacos viajeros y la torta bañada, pero en general todo es rico. Como es la moda en la Condesa y la Roma puedes llevar a tu perro.

Como bien han comentado otros Unilocalers, El Parnita es un tesoro de restaurante. Me acerqué a El Parnita por primera vez, solicitando un servicio de catering para 60 personas. Nicolás (el hijo de la dueña encantadora Betty) llegó a asesor el lugar (checar conexiones eléctricas etc.) y a preguntarme sobre nuestras necesidades el día del evento. Nos ofrecieron el servicio, renta de equipo, una selección deliciosa de tacos incluyendo su famoso taco viajero, salsas, y aguas frescas a un precio sumamente razonable. Los invitados del evento no paraban de comer ni de comentar sobre lo tan delicioso que les hacíà la comida. El trato con Nicolás y su personal fue muy agradable y el servicio impecable.
La experiencia de comer en el restaurante es igual de agradable. De repente me molesta encontrarme con tanta banda hipster, pero la verdad es que la comida vale muchísima la pena. Betty y sus hijos casi siempre se encuentran ahí, hablando y atendiendo a clientes como si estuvieran en su casa. Recomiendo llegar a las 2 en punto o poquito antes para esperar una mesa.
Muchas veces pido la crema del día que siempre es bastante rica, unos tacos carmelitas de camarón empanizado, un taco viajero, el agua del día y si ando con mucha hambre, uno de sus deliciosos postres.

El Parnita es infalible: lugar que ya de entrada lo demuestra con su arquitectura y decoración al estilo México viejo: sillas y mesas de madera vieja con manteles (falsos) de tricot, macetas con plantas sobre repisas o dentro de jaulas que cuelgan del techo, y especialmente música de los años 20.
La dueña del lugar siempre está presente: una señora muy simpática y servicial, ejemplo de la vida, ya que disfruta al máximo cada día en su restaurante. Nunca se ve estresada sino que más bien se la pasa conversando con los clientes, atendiéndolos, tomando bebidas y fumando cigarros.
Para comer la cantidad de opciones no es exagerada, pero los platillos que ahí aparecen puntualmente son acertados: las sopas, tortas, tacos (el bueno es el Viajero y el Chile Meco — rellenito), quesadillas, ensaladas etc. Siempre usando ingredientes mexicanos como frijoles, flor de calabaza, aguacate. También se encuentran ingredientes como carnes, camarones, etc. La comida se acompaña con una buena michelada servida en una taza de metal, o aguas de sabores.
Y como si no fuera suficiente, el precio es super accesible y el servicio rápido. Durante los fines de semana es mejor llegar con reservación.

Si uno nace en chilangolandia, entonces seguro come «chile», claro con el paso del tiempo yo por lo menos fui dejando esta droga nacional, pero al encontrar en el Parnita, una salsa bien hecha, no me pude resistir y caí en la tentación: Salsa molcajeteada de chile habanero asado en comal, cebolla, aceite de oliva y especie (para mi gusto esto ya es una fusión, pero pasa), pues si picaba como la chiquita, pero sabrosa.
Puedes acompañar esta salsa «bravísima» con unos tacos de camarón empanizados o con un «Viajero Parnita»: Lomo de cerdo con cebolla morada y las deliciosas tortillas recién hechas.
Ya sea que decidas darte un volteón en viernes o sábado, encontrarás en la terraza (que no es otra que a banqueta a fuera del lugar) una parrilla donde a todo el que pasa lo llama el olor de los camarones y filetes de atún a las brasas.
Recomiendo ampliamente la aguita juguetona, que no es otra cosa que agua de limón con yerbabuena y mezcal, yo la bautice así, pues después de unas cuantas, no se siente pero al salir ¡A jijo sí que están pegadoras! O ve a la segura con una chervechita a gustín.

Casi siempre que me preguntan a dónde quiero ir a comer, la respuesta será la misma: El Parnita.
La comida, la decoración, la gente y hasta la lindísima dueña se han ganado un lugar en mi corazoncito culinario. Es mi lugar ideal para empezar el sábado con el pie derecho.
Hay que llegar temprano, porque este lugar tan cotizado por «los de la ondita» se llena y bastante. Una vez que superaste el periodo de espera te recomiendo preguntar de qué tienen agua ese día, limón con yerbabuena, mango y hasta zarzamora he probado. Si se te antoja algo más fuerte, pide una michelada en sus tacitas de peltre o una As de Oro o una Boca Negra y bebe directo de la botella.
Para abrir el apetito está el ceviche o una de las sopas y cremas (también pregúntale al mesero, porque muchas veces no están en la carta), mi favorita es la sopa de hongo shitake y una de huitlacoche con queso de cabra.
Ahora sí, atáscate con los tacos. El Viajero y el nepomuceno son mis favoritos, pero también tienen pescados, tortas y ensaladas. Todo aquí está preparado con cariño y en el sabor se nota.

Este restaurante fue quizá mi mejor descubrimiento culinario del 2013. Ubicado en la colonia Roma Norte en la calle de Yucatán #84, muy cerca de la parada del metro bus Álvaro Obregón.
Llegué una tarde después de una fuerte navideña a desquitar el hambre que producen las fiestas decembrinas y quedé verdaderamente maravillada con cada uno de los aspectos del lugar. Nos atendió doña Betty, una señora adorable que nos recibió como si fuera nuestra tía. Resulto ser la dueña del lugar, lo primero que le pregunté fue que por que se llamaba así, Parnita; me explicó que la palabra venía de la palabra en ingles «partner» y que así le decía a su esposo que en paz descanse, por que eran partners. Sí la etimología de esta palabra no ha conquistado su corazón, espérense por que el menú seguramente lo logrará.
El Parnita ofrece tortas ahogadas, tacos de camarón capeados con tortillas moradas recién hechecitas, tlacoyitos calientitos entre otras delicias de la cocina mexicana y recetas originales de la casa. Los precios son bastante decentes así que el atascón no se hace esperar.
La decoración del lugar es muy bonita y rústica, de los techos cuelgan lámparas con distintos diseños de manera armoniosa. En la mesa no faltará ningún tipo de salsa. Si eres muy salado, trata de preguntarle a Doña Betty por la sal, te traerá una de grano que le dará el toque perfecto a tu festín.
Telefono: 5264 7551