Otro minúsculo rincón bajo una luz fuertísima. Mi valedor pidió al pastor, pero no encontró el trompo. Buenísimo. Demasiado ocupados para pensar cómo habíamos llegado allí, nos pedimos una torta para los dos. Lo primero de lo que se jactaba el lugar eran sus tortas, por lo que ordenamos una de milanesa con queso, mitad con chile. Muy oscuro, perfecto para rumiar dudas y aprensiones en solitario o acompañado, a diferencia de las famosísimas Tortas Don Polo, aquí si van bien servidas, chonchas, ricas para la grasa, para el cuerpo. Baratas. Lo chido, dicen, son los desayunas y la verdad sí que se antojan, pues el aroma que deja la parrilla y el sartén son deleitantes. Anímate si no eres tan fresa como para hacer tu cara fuchi; la banda que viene es recotorra, el ánimo entero. Actuamos según la información recibido, unos comensales exclamaron MMM, QUÉRICO, QUÉSABOR, y fue cuando mi compa pidió sus tacos al pastor. Chistosísimo. Un chesco pa’ la caminata. Una sonrisa. Una cuenta muy baja.
Eduardo R.
Rating des Ortes: 3 Mexico City, México
Este pequeño lugar, en verdad el local está muy pequeño, se luce al presentar sus auténticos tacos de bistecs, longaniza, cecina y al pastor que venden, No tiene mucho tiempo este negocio, pero tienen un buen fresco comportamiento con sus clientes. Venden refrescos de sabor y el tan famoso refresco de cola. También venden tortas. Estas pueden ser también del pastor y la verdad es que están muy ricas. El pastor no es de trompo como todos hemos visto en algunos puestos, sino que tiene unos cortes finos que van sacando del momento, es decir, que sacan el pastor para freírlo al momento. Es una magnífica opción de desayuno de campeones.