Jardín Luis Pasteur

Descubrí esta pequeña belleza un día que tuve que ir a trabajar al Senado de la República, llegué temprano y tomé asiento.
Me di cuenta que había bancas, me percaté de la tranquilidad del lugar, me enamoré del espejo de agua y de lo verde que se ve este pequeño espacio que esta justo en uno de los lugares de mayor caos vial, que es el cruce de Insurgentes y Reforma.
Antes de eso había caminado por ahí cuando estaban remodelando el lugar, me prece que por el 2006 y la historia era muy distinta, pasaba de noche, no había luz y me dio mucho miedo, además estaba yo más joven y sin experiencia, cuando me percaté que era el mismo lugar me llevé una grata sorpresa.
El jardín está dedicado al químico y bacterólogo Luis Pasteur, conocido por descubrir el procedimiento que lleva su nombre «pasteurización» y que permite eliminar los microbios y bacterias de los alimentos como la leche. La escultura que aquí le rige homenaje fue un regalo de Francia (su país natal) a México en el centenario de la independencia.
Con la remodelación que se llevo a cabo en 2006 se descubrió que había una cápsula del tiempo de 1910 y contenía datos históricos, incluso una fotografía de Porfirio Díaz, entonces presidente, colocando la cápsula.
Durante los trabajos de recuperación en el 2006, se encontró y se decidido poner una nueva con datos de esta fecha, la portada del día anterior de tres diarios de circulación nacional, una moneda de 10 pesos y los documentos de 1910.
Así que el científico Pasteur nos guardó una sorpresa durante casi 100 años, ahora mientras guarda otra para el futuro, nos da en el presente un espacio de contemplación y admiración maravillosos.

Afuera del Senado de la República se encuentra el jardín Luis Pasteur, un rinconcito de paz en medio de dos de las avenidas más agitadas de la ciudad.
Aquí hay una estatua del célebre científico francés, la cual fue un regalo del gobierno francés para conmemorar el centenario de la Independencia.
Durante la reubicación de la efigie de Pasteur se encontró una cápsula del tiempo con recuerdos de la época porfiriana.
A los pies de Pasteur se forma un espejo de agua que sugiere calma total.
En este jardín te puedes dar un tiempo para respirar mientras ves pasar las marchas sobre Reforma.

Me gusta el espejo de agua que se forma a los pies de la escultura del científico francés, pero se llama fuente rectangular. Cuando en 2006 renovaron esta plaza encontraron, abajo del basamento de Pasteur una capsula del tiempo o una caja que contenía una declaratoria del Centenario de la Independencia, seis periódicos de aquella época, así como una fotografía del presidente Porfirio Díaz, que colocó la primera piedra de esa plaza. Cuando terminaron su remodelación, se colocó otra caja del tiempo y entro se puso recortes de La Jornada, El Universal y Reforma, copia de la declaratoria del Centenario de Independencia de 1910, dos discos compactos con información sobre la remodelación de la plaza. Todo esto de nuevo bajo la escultura e Pasteur y una placa conmemorativa. Desde una de sus bancas se puede admirar el Monumento a la madre que esta a un lado de Insurgentes. Los árboles olmos chinos, álamos carolina, eucaliptos y fresnos de 6 a 8 metros de altura ofrecen sombra y descanso a quienes pasan a disfrutar la plaza. Es una lástima que el Senado este a unos pasos. Esta frente a la estación de metrobus, lo que permite observar intenso trafico humano sin molestarse en evitarlos.

Este pequeño Jardín está ubicado en una de las intersecciones más transitadas y conflictivas de la ciudad: Reforma e Insurgentes y tiene como nuevo vecino al Senado de la República. En fines de semana es un sitio tranquilo y se puede disfrutar la vista del monumento a Cuauhtémoc y a la Madre. Es fácil llegar por Metrobús estación Reforma, Metro Insurgentes o por los camiones que recorren Reforma y bajar a la altura de Insurgentes